Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Los especialistas que lo han tratado le dicen que es un problema nervioso. Sergio mueve involuntariamente el hombro y las piernas y afirma que cuando duerme el movimiento para y reaparece durante el día.
Este trastorno no le impide estar activo, es más, ahora que trabaja y está más ocupado, se ha percatado que cuanto más concentrado está en su trabajo, disminuye el número de episodios, pero que se intensifica cuando tiene un elevado nivel de estrés.
Esta condición que resulta incómoda para quien la padece y que a veces es hasta incapacitante se definen como una alteración en la función de transmisión neuronal, la cual ocurre en diferentes partes del cerebro. Puede presentarse por un compromiso a nivel de la conducción o por ausencia de alguna sustancia.
"Estos movimientos, que pueden ser voluntarios e involuntarios, tienen su origen en los ganglios basales, una parte del cerebro con funciones motoras que lidia con el humor, la depresión, la ansiedad y el comportamiento", así lo explica el neurólogo Ramón Rodríguez, que labora en la Universidad de la Florida en el área de trastornos del movimiento. De ahí que el estrés o alguna de las anteriores pueden tener un efecto negativo y aumentar los síntomas de la enfermedad.
Según la Asociación Colombiana de Neurología el 8% de la población colombiana podría padecer algún tipo de movimiento anormal.
Al referirse a los casos involuntarios, afirma que la principal característica es que el paciente no tiene ningún control sobre los síntomas, siendo la más común la enfermedad de Parkinson, en la que hay temblores, dificultad para caminar, y hasta para hablar.
Para sospechar de la presencia de algún movimiento anormal, hay que tener en cuenta que se ejecuta de forma involuntaria y que afecta o interfiere con las actividades cotidianas. En el caso del Parkinson, éste reporta el 1% de los pacientes antes de los 65 años; luego de esta edad, la cifra aumenta al 3%.
Con respecto a los tratamientos Rodríguez es optimista. "Se han presentado muchos avances en los últimos 20 años y la expectativa de vida de una persona con Parkinson ha mejorado, además, alternativas complementarias como las terapias físicas, ocupacionales y del lenguaje pueden ayudar mucho".
* Distonías: contracciones involuntarias de los músculos. La más común es la distonía cervical. Aunque no son tan frecuentes, algunos pacientes con distonía pueden terminar con la enfermedad de Parkinson.
* Temblores: movimientos rítmicos, repetitivos y con una amplitud y frecuencia estables. Pueden evidenciarse en la mandíbula, la voz o la cabeza, entre otros.
* Tics: movimientos anormales, pero voluntarios porque tienen cierto tipo de control sobre los mismos. Son bastantes rápidos y se pueden evidenciar con movimientos de la cara, brazos, emisión de sonidos sin sentido, vocales o palabras, entre otros.
* Coreas: movimientos que ocupan todo el cuerpo, son como una danza y llegan a ser muy incapacitantes. Más comunes en pacientes con la enfermedad de Huntington (mal de San Vito), de la cual Colombia tiene un alto número de afectados.
Aunque las causas de estas alteraciones neuronales son diversas, se pueden identificar algunas como:
· Infecciones del Sistema nervioso central
· Traumas craneoencefálicos
· Consumo de alcohol o psicotrópicos
· Fumar
· Enfermedades metabólicas
. Componente genético (heredar la patología o presencia de una enfermedad de este tipo)
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