VALERIE ECHEVERRY
LA PATRIA | MANIZALES
Para muchos papás es duro ver crecer a sus hijos y más cuando entran en la etapa de tener una pareja. Algunos lo pueden considerar bueno, pero a otros no les gusta la idea. LA PATRIA habló con dos psicólogos sobre el tema.
Atracción y edad
Para la psicóloga María del Pilar Molano no hay una edad específica para que un joven tenga su primer noviazgo, eso va más en la perspectiva de cada familia. "Esto depende de la visión de cada papá, expectativas, reglas que tienen, hablar de una edad exacta y apropiada es muy difícil".
Ricardo Andrés Celis Pacheco, psicólogo mágister en psicología clínica de familia y director de Ser Potencial empresa de psicoterapia y consultoría, explica: "La afectividad arranca entre los 12 y los 15 años, es una época que pasan de ser niños a jóvenes adultos, en esa transición hay un cambio en la relación con los padres, las hormonas están alborotadas, hay un deseo hacia el otro género entre otras".
Clave la comunicación
Si la relación familiar es buena, los padres podrán hacer un mejor acompañamiento. En cambio si , esta se fractura, resultan complicados el acompañamiento, monitoreo, consejería porque no van a hacer las personas de primera mano con la que cuenten.
"Lo mejor para que haya una buena relación entre ese hijo que inicia ese noviazgo y los papás es el diálogo y la confianza que haya entre ellos", complementa el director del Ser Potencial.
Para Molano, otro punto fundamental es la responsabilidad. "Uno ahí empieza a tener en cuenta que ese adolescente está asumiendo su responsabilidad académica cuando inicia el noviazgo, también la capacidad de la persona que eligió para su novia o novio, la cantidad de tiempo que pasan juntos, salidas, permisos".
Añade que hay papás que tienden a ir mucho hacia los extremos. "Unos son permisivos que permiten absolutamente todo. Por otro lado, hay unos muy restrictivos y empiezan a prohibirles a los hijos que tengan un noviazgo o incluso la amistad con esa persona".
Adaptarse a los cambios
En esa transición cuando el hijo está en creciendo, se requiere conciencia de los papás para saber manejarla y reconocer que ya no es un niño al que solo le da órdenes."Si yo acompaño la situación puedo estar cercano, pero si lucho con esa transición y lo que quiero es que mi hijo siga siendo un niño, ahí rompo esa relación de cercanía", agrega Ricardo.
Recomendaciones
*Ser conscientes de la época que estamos viviendo, su hijo coincide con una de transición del niño al joven adulto.
*Formarlos desde muy pequeños no solamente desde la adolescencia.
*Tener diálogo.
*Confianza entre los papás y los hijos.
*Ambiente familiar en el que haya límites y normas claras.
*Acompañamiento permanente.
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