DALILA ORREGO ZULUAGA
LA PATRIA | MANIZALES
A Camila*, de 19 años, le diagnosticaron depresión y ansiedad. Una vez a la semana debe recibir atención psicológica, que hay veces se puede complicar porque la EPS solo le asigna una consulta al mes. Por eso, cuando es de carácter urgente, paga una cita particular.
Álvaro, su padre, cuenta que esta situación le cambió la vida, ya que ahora debe estar más atento por si Camila presenta un episodio o debe acudir a hospitalización. “Esta situación me convirtió en una persona más interesada y más pendiente de ampliar el diálogo y brindar más confianza”.
Necesidad de atención
No solo en Manizales, sino en el mundo, la salud mental el año pasado tuvo un aumento en las necesidades psicológicas y psiquiátricas como consecuencia de la pandemia por la covid-19, del confinamiento y el temor de contraer el virus.
También, como lo dice el secretario de Salud, Carlos Humberto Orozco, algunas personas perdieron la comunicación con las EPS, debido a que no había consulta externa y mientras organizaban la entrega de medicamentos, muchos usuarios se quedaron sin recibirlos.
Esto motivó a las autoridades de Salud a desarrollar un programa de apoyo telefónico con el propósito de identificar situaciones de crisis y volver a engancharlos a las EPS. “Ahora lo que se está solicitando es una búsqueda activa para seguir haciendo estas conexiones”, precisa Orozco.
Según cifras de la Fundación Funpaz, las patologías con más repercusión fueron depresión y Trastorno Afectivo Bipolar (TAB), que tuvieron un aumento del 42% y 94% este año. “En este momento hay trastornos bipolares, episodios maníacos o depresivos en pacientes que no tienen antecedentes de enfermedad mental”, comenta la psiquiatra Mariana Aranda Correa.
Barreras
Lo que dificulta y agudiza la situación es acceder a una primera atención o cita con la EPS. Es el caso de Samuel Velázquez, quien pidió remisión a psicología, proceso que demoró cerca de un mes. “Primero fui a cita médica y me remitió a psicología, para eso tuve que esperar un mes entre autorización y disponibilidad”, comenta Velásquez
El Hospital General San Isidro, una de las tres IPS que tienen Unidad de Salud Mental, recibe a pacientes de Caldas, Quindío y Tolima y atiende entre 20 y 30 consultas externas de psiquiatría por día.
Aun así el gerente del H. San Isidro, Iván Fernando Abasolo, reconoce que necesitan aumentar su capacidad, ya que tienen represadas un alto número de personas que piden cita.
El psiquiatra infantil y juvenil, asesor de la Dirección Territorial de Salud de Caldas, Felipe Agudelo Hernández, refiere que se debe hacer un trabajo articulado no solamente en temas de hospitalización.
Para él, las personas con problemas o trastornos mentales van de la hospitalización a la recaída, y lo que ellos deben saber es que hay psicoterapia y grupos de ayuda mutua. “El trasegar por el sistema de salud puede y debe ser más sencillo. Ahí está la esperanza de los nuevos referenciales de salud mental”, precisa.
En Funpaz hay entre 35 y 40 pacientes internados de diferentes EPS. Además, atiende al día 44 consultas de psiquiatría y 24 en psicología.
Atención a la comunidad
Con la adopción del Decreto Nacional del 2018 en su Política de salud mental y con el Plan de Desarrollo Municipal, la Secretaría de Salud adelanta acciones comunitarias con centros para los ciudadanos que requieran acompañamiento psicológico, atención en crisis y gestión de citas con las EPS, entre otros beneficios.
Estos centros están ubicados en los barrios Bosques del Norte, Chipre y la comuna San José. Desde abril de este año hasta el siete de julio tuvieron 610 intervenciones.
De acuerdo con Orozco, todos los programas están sustentados en la Rehabilitación Basada en la Comunidad (RBC), una estrategia de atención primaria, salud familiar y comunitaria. En ella no solo se interactúa con la persona que padece la patología, también con su red de apoyo. Estos lineamientos se acogen a la propuesta conjunta de la OMS, la Unesco y la Organización Internacional del Trabajo.
Para Agudelo Hernández, el programa para jóvenes por la inclusión social y rehabilitación de comunidades con discapacidad psicosocial es algo positivo, al igual que su sistema de primeros auxilios psicológicos y el acompañamiento que realiza la Universidad Luis Amigó. Sin embargo, le preocupa la no implementación de la estrategia MhGAP 2.0, una guía desarrollada por la OMS, en el primer nivel de atención de Manizales.
Por otro lado se realizan cuatro redes comunitarias, las cuales tienen como un objetivo ser el puente entre los ciudadanos y los centros de atención. El año pasado se logró consolidar la primera, que está enfocada en toda la ciudad, por miembros de las juntas de acción comunal y juntas administradoras locales. Lucía Franco Giraldo, coordinadora del Programa de Salud Mental y Convivencia Social, revela que tendrán una red en el barrio Bosques del Norte, la comuna San José y otra rural para veredas y corregimientos.
Aranda Correa expresa que además de hacer campañas, se deben disminuir los trámites y obstáculos. “La EPS puede demorarse perfectamente cinco meses para asignar una cita y si la persona tiene una ideación suicida o está severamente deprimido, no la necesita en esos cinco meses, la necesita ya”.
De acuerdo con Orozco, lo que se hace en este momento con los programas que instauraron es una búsqueda activa para contactar a las personas con sus terapeutas, pero reitera que son las EPS las que brindan la atención directa.
El cuidado de estas enfermedades a veces es escaso, hay brechas sociales, económicas y sobre todo barreras para acceder a una cita, una demora que en salud siempre tiene repercusiones.
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