B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
El 2020, año atípico para todos, se cargó con pocos casos de tuberculosis (TB). Es una situación no solo sucedió en Caldas, sino en todo el mundo.
Esto lo tiene claro el microbiólogo Sebastián Hernández Botero, asesor científico para la Dirección Territorial de Salud de Caldas en Tuberculosis, quien al unísono con la Organización Mundial de la Salud reconoce que la pandemia retrasará por lo menos una década los avances que se habían logrado en salud pública.
En relación con Caldas, explica que a muchos pacientes tuberculosos los captan cuando participan en programas, como los adultos mayores en los centros día o los que van a controles de enfermedades crónicas, en los que el médico observa pérdida de peso y tos. Por eso, les hacen la prueba.
Con la pandemia, según Hernández, esa oportunidad se perdió, no solo porque las cuarentenas eran muy estrictas sino porque no se logró la vigilancia extramural que antes se hacía con los programas de salud pública.
Preocupa
Esta situación que relata el microbiólogo en Caldas se repitió en otras naciones como la India, donde se dejó de detectar por lo menos un 55% de las tuberculosis en ese período de la pandemia.
El problema es que esta reducción, aclara el microbiólogo, cobrará factura en unos dos o tres años. “Si uno tiene un paciente con covid contagia a dos, pero si es con tuberculosis activa, es decir, que tose y produce el bacilo, podría pegarles la enfermedad a 15 personas en un año”.
Añade que por efecto de la pandemia al suspender la vigilancia se verá un aumento en la incidencia y la mortalidad por tuberculosis en unos años.
“Es un problema que haya una reducción cercana entre el 30% y 40% de los casos que debíamos haber tenido normalmente en tuberculosis”. Ahora se encaminan de nuevo en promover las acciones para mitigar el impacto de esa falta de vigilancia, que incluye captación de pacientes y uso de pruebas de diagnóstico molecular para tuberculosis. Además, se creó un comité de casos complejos de resistencia apoyado por la academia.
Baja
De acuerdo con los reportes del Instituto Nacional de Salud, el descenso en el tratamiento y diagnóstico en Colombia fue del 23% respecto a los casos del 2019.
Entre el 2015 y el 2019, las cifras en Caldas para los dos tipos de tuberculosis: pulmonar y extrapulmonar se mantuvieron (ver cuadro), mientras que el año pasado fue considerable la reducción.
En el 2020 el departamento reportó 168 casos nuevos mientras que en el 2019 fueron 268, lo que demuestra un bajón del 37,3%.
Para el coordinador de la UCI de la Clínica San Marcel de Confa, Jorge Iván Uribe, esto tiene tres explicaciones: “Bajaron las consultas, los médicos nos concentramos en covid y dejamos a un lado otros diagnósticos, como la tuberculosis; y por la liberación de aerosoles, se suspendió la broncoscopia, que examina las vías respiratorias y los pulmones”.
Con la covid-19
El epidemiólogo y experto en Salud Pública Vicente Aguirre Arango detalla que la tuberculosis es una enfermedad prevenible y curable que la causa la bacteria Mycobacterium tuberculosis, también conocida como el bacilo de koch.
Afirma que afecta en mayor proporción a los pulmones, pero también puede dañar el cerebro, la columna vertebral, y los riñones, entre otros.
“Una similitud con la covid es que se transmite por vía respiratoria de persona a persona, cuando la que tiene la enfermedad activa y sin tratamiento tose, estornuda o habla, arrojando pequeños aerosoles o microgotas que contienen la bacteria y que son inhaladas por contactos cercanos del paciente”, expresa Aguirre.
En esta pandemia, otro punto débil en estos pacientes es que el pronóstico es más catastrófico cuando tienen covid. John Jairo Ramírez, coordinador de la UCI de la Clínica Versalles, destaca que la tuberculosis no solo compromete más el sistema inmune, sino que de entrada el paciente ya tiene una lesión que lesiona la estructura del pulmón y la covid daña su función.
“Tienen más riesgo de mortalidad, por eso los pacientes con VIH y tuberculosis tendrán un peor pronóstico si les da el virus”, recalca Ramírez.
Vulnerables
Entre los grupos de mayor riesgo, el 6,7% está en personal privado de la libertad, como lo evidencia el brote que se reportó en la cárcel Doña Juana de La Dorada en agosto del año pasado y otro en La Blanca en el 2017, donde hubo 23 internos afectados y uno falleció por una tuberculosis en el cerebro, es decir extrapulmonar.
Comenta el asesor científico de la DTSC que en Doña Juana fueron seis casos, de 12 que se estudiaron. “Gracias a este evento, el Área de Sanidad del Inpec implementó el uso de pruebas moleculares para tuberculosis. Se podría decir que la población carcelaria en nuestro departamento es la que tiene más adelantada su aplicación. Fue un brote que se resolvió por completo”.
Los demás grupos vulnerables son afrodescendientes con un 5,3%, indígenas con 5,2%, migrantes con 4,5%, habitantes de calle con 3,6% y en trabajadores de la salud con un 2,1% de afectación.
Por fortuna, esta enfermedad se puede tratar con antibióticos que curan a la persona y disminuyen el riesgo de transmisión de la enfermedad en los contactos y la comunidad. Solo que el afectado debe tomar su tratamiento a diario de seis a un año, siempre bajo supervisión del personal de salud.
¿Sabe por qué se requiere supervisión? Según el microbiólogo Hernández, los medicamentos pueden ocasionar reacciones adversas. Por eso, se implementa un programa, que se presentará en junio, en el que cada paciente contará con un estudiante de medicina como teleorientador con el propósito de vigilar reacciones, evitar interrupción del tratamiento y resolver dudas. “Con esto se podría contar con una observación casi en tiempo real de cada caso de tuberculosis”.
Para el microbiólogo hay una tarea por hacer, que se perdió, en parte, debido a la pandemia.
Resistencia
Se da por interrupción del tratamiento y porque algunos grupos de riesgo se exponen a pacientes que tienen tuberculosis resistente. Según Sebastián Hernández, se ha detectado alta resistencia en población carcelaria, migrantes, personas que hayan estado en el exterior en zonas endémicas, y por último, los pacientes con tratamiento.
El microbiólogo anuncia que en Caldas se está desarrollando el programa piloto a través de secuenciación genómica, que sería el estándar de vigilancia de resistencia que tienen en Reino Unido y Estados Unidos, que cataloga como una ventaja para la región.
Casos
Según informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se registraron en el 2019 un total de 10 millones de casos de tuberculosis y 1.2 millones de fallecimientos. En la región de las Américas se reportaron 289 mil casos.
Colombia es el quinto país de la región con mayor carga de casos de tuberculosis; en el 2020 se reportaron al Programa Nacional de Tuberculosis, 13 mil 37 casos -datos preliminares-, con una reducción de un 12,4% comparativo con el año anterior.
Frase
“El uso del tapabocas redujo los contagios por tuberculosis, pero los que están con la enfermedad activa y no buscaron tratamiento contagian a la familia y las consecuencias se verán en uno o dos años”, Sebastián Hernández, microbiólogo.
En Caldas
Año Casos nuevos
2015 - 277
2016 - 299
2017 - 338
2018 - 305
2019 - 268
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