Sergio abriga la esperanza de un trasplante renal

Julián García

LA PATRIA | PALESTINA

La mano derecha de Sergio Zuleta Navarrete, de 22 años de edad, tiene las marcas de las diálisis que le han practicado en un año.

Zuleta, quien vive cerca a La Carrilera en el corregimiento de Arauca (Palestina), cría gallinas ponedoras y dicta clases de baile, es usuario de Salud Vida, EPS a la que entuteló porque no le practicaba a tiempo los procedimientos.

“Gracias a la ayuda que me ha brindado la Personería de Palestina y a una nota publicada en LA PATRIA logré viajar a Bogotá”.

Hace 20 días le practicaron en Bogotá los exámenes para cumplir con el protocolo y así acceder a un trasplante de riñón. Mientras espera por los resultados, el joven viaja tres veces por semana a Manizales, a diálisis.

Proceso

De Arauca sale a las 5:00 de la mañana de Arauca y a las 6:00 de la mañana está en la Clínica. Antes de que lo conecten a la máquina de diálisis se lava la fistula que está alojada en la piel de la mano derecha, donde se observan varias suturas de anteriores procedimientos.

Luego ingresa al área de diálisis, se acuesta en una camilla, lo conectan a la máquina que hace el procedimiento de purificar los líquidos.

El procedimiento dura unas cuatro horas. “Cuando me hacen esto me duermo o me pongo a leer. A veces salgo descompensado, porque me sacan más de un litro de líquidos, pero eso no es nada, me recupero rápido. Trato de llevar una vida sana”.

En la sala de espera hay otras 10 personas más como Marino Moreno, de Supía. “Llevo 10 años con este tormento, no me quiero hacer trasplante, las personas se mueren rápido”, contó.

A Sergio lo desconectan de la máquina de diálisis a eso de las 11:00 de la mañana, sale al área de espera, se toma un refrigerio y media hora después aborda un carro en las galerías de Manizales, que lo conduce a su natal Arauca esperanzado en un milagro, recibir un trasplante.

Control

Según la médica Carolina Ramírez, la enfermedad renal no se manifiesta en la fase temprana y agrega que en una fase avanzada los síntomas más frecuentes son: debilidad, mareos, náuseas, cambios en el ritmo y aspecto de la orina, aumento de la presión arterial, dolores musculares y anemia. “A pesar de que el diagnóstico biológico es sencillo, el retraso en la aparición de los síntomas dificulta el diagnóstico clínico”.

La profesional describió la hemodiálisis que le practican a Sergio como la eliminación de sustancias tóxicas, sal y agua en exceso del organismo, mantiene el nivel adecuado de ciertas sustancias químicas en la sangre y contribuye a controlar la presión sanguínea.