Ruegan por un tratamiento sin interrupción en La Toscana

Elizabeth R. Rojas

LA PATRIA | Manizales

La paciencia de Viviana Alexandra Sierra, esposa del patrullero Fabián Salazar García, llegó a su límite. Así lo asegura ella al quejarse de la situación médica de su cónyuge, de 33 años, que padece un trastorno mixto de ansiedad y depresión.

A Salazar lo diagnosticaron hace un año, por lo que tiene anotados varios ingresos a la Clínica San Juan de Dios de Manizales. Sierra contó que su marido no ha tenido a tiempo los controles que su condición requiere. Mencionó que él, a los nueve meses de tener un tratamiento intermitente, interpuso una tutela.

"Después le dieron un control el 14 de enero de este año y de ahí también lo vieron al mes. Determinaron que a los 15 días debía atenderlo un psiquiatra, lo que no fue posible hasta el 24 de abril (casi dos meses después). Finalmente tuvo cita en la IPS Plenamente", explicó Sierra.

La esposa dice que en ese encuentro, el especialista tratante, sugirió que a Salazar lo internaran en una clínica de salud mental. Como no había contrato con entidades de este tipo, se dirigieron a La Toscana, de donde los remitieron a Funpaz.

"Me permitieron verlo a los dos días y lo encontré descompensado. Me sorprendí con las malas condiciones del sitio. La auxiliar de enfermería administra, con el mismo vaso, las medicinas a todos los pacientes. Además no cuentan con psiquiatra los fines de semana y, en las noches, tampoco hay. A mi esposo le tocó dormir en la misma habitación con cinco consumidores y uno de ellos le robó los elementos de aseo y alimentos que le llevé", contó.

Malas condiciones

Sierra calificó de inapropiadas las camas para los pacientes en Funpaz. Dijo que era incomprensible el desaseo. Salazar observó en su estadía una funda de almohada con sangre, que no era suya.

"Exigí que sacaran a mi esposo del sitio. Un lugar así no es apto para ningún ser humano. Firmé un acta voluntaria de salida, en la que también expliqué por qué renunciaba al servicio", añadió.

Al patrullero lo trasladaron para la Clínica La Toscana, donde le prometieron que lo enviarían a la San Juan de Dios, lo que no se cumplió. La esposa dijo que le adjudicaron a su cónyuge una cita con un psiquiatra, quien le dio una incapacidad médica y según ella, no tuvo en cuenta detalles de la historia clínica.

"Si le llega a pasar algo responsabilizo a la Clínica y al médico. A los usuarios, fuera de que no nos dan el servicio correcto, nos maltratan verbalmente. Él entró en depresión por la persecución de su superior, que ni a las citas lo dejaba ir. En la Clínica, el trato es horrible y el desaseo es terrible", reseñó la mujer.

A medias

El capitán Juan José Méndez, nuevo director de Sanidad Caldas, aceptó conocer el caso del patrullero en mención, que pertenece a la Policía del departamento. Apuntó que Sierra nunca les informó, de manera oficial, su inconformismo con Funpaz.

"Nunca nos hizo saber de eso oficialmente. Con el equipo de Garantía de calidad se programó una auditoría para verificar la denuncia. Aquí le dieron salida, porque mostró mejoría en su cuadro clínico. Eso lo determinó un psiquiatra, que lo vio por cerca de una hora. Le dieron su incapacidad por 30 días, no volvió a trabajar de inmediato", expresó Méndez.

Sobre las condiciones de salubridad de La Toscana, el capitán reconoció la situación y mencionó que ya tomaron medidas pertinentes para corregir la queja. Dijo que se le llamó la atención al área de la limpieza y que ayer tendría una nueva reunión con el personal encargado: "Llegué hace una semana y estamos ajustando los detalles para prestar una mejor atención", concluyó Méndez.

Funpaz, en tanto, mencionó que respondería hoy a los cuestionamientos en su sede, que queda en la vereda Cuchilla del Salado, a unos 20 minutos de Manizales.

Aburridos

Diana Patricia Villa Carmona, acompañante

Mi papá fue policía. La atención de la Clínica es exageradamente mala. Nunca hay contratos. Hace más de cinco meses estoy esperando unas autorizaciones para neumología y neurología. Este régimen especial es lo peor que hay.

Francisco Javier Hincapié, pensionado

Ya voy para la tercera orden represada de un medicamento para mis ojos. No hay contrato para la aplicación de ese producto. A los únicos que les cumplen son a los pacientes oncológicos.

Alejandra Guzmán, beneficiaria

El servicio es muy lento, por no decir que malo. Nunca hay la droga que uno necesita, la tiene que comprar uno por fuera. Lo único que mandan es acetaminofén y suero.

Foto | Cortesía | LA PATRIA

Viviana Alexandra Sierra, esposa del patrullero Fabián Salazar García, proporcionó algunas fotografías de elementos encontrados en una habitación de la Clínica La Toscana, donde estuvo. El lavamanos presentaba goteo y habían recipientes sucios.