Vanessa Sánchez
LA PATRIA | Manizales
La medalla de Santa Laura Montoya permanece dentro de la copa derecha delbrasier de Luz Estela. En la izquierda tiene el ángel del cáncer, que su sobrina le envió de Cartagena. Desde que le diagnosticaron cáncer las lleva consigo a todas partes.
Todo empezó en uno de sus baños matutinos. El 20 de noviembre del año pasado palpó sus mamas como lo hace siempre. Notó que algo no andaba bien, en su seno derecho había un pequeño bulto que la alarmó.
"Yo sabía que eso no era bueno. Fui donde el médico y me mandaron una biopsia y a finales de noviembre me diagnosticaron cáncer. Al principio me asusté y mucho, pero luego supe que tenía que luchar por mi hijo y por mí", relató.
Luz Estela explicó que cada año acudía a la mamografía y en su historial no reportó anormalidades. Incluso, el especialista le indicó que todas las personas tienen células cancerígenas y algunos en cierto momento de la vida lo desarrollan.
Dos meses después comenzó las quimioterapias. Para ella este fue el proceso más difícil. Perdió el cabello, las cejas y las pestañas. "Se me fueron las ganas de comer, solo soportaba tomar líquido. Lo más duro que sentí fue el dolor en los pies", comenta la señora de 63 años.
Sin embargo, su vitalidad la hizo olvidar por momentos la enfermedad que padecía. En agosto, terminó su proceso; su mayor deseo era quedar libre de cáncer.
Por ello, el mastólogo y el cirujano plástico le indicaron que debía someterse a una cirugía de vaciamiento y colgajo mamario, querían retirar todas las células malignas de esta zona y proceder a la reconstrucción. El pasado 30 de septiembre fue sometida al procedimiento, que tardó seis horas. Perdió su pezón derecho y la piel de su abdomen sirvió para reparar el seno. Las cicatrices poco le importan.
"No me pusieron prótesis, pero me reconstruyeron todo el seno. Retiraron los ganglios de la axila. En seis meses me dijeron que me tatuarían la aureola. Lo importante es estar saludable. Tengo vida para gozar de ella y ojalá buena salud", recalca.
Luz Estela se suma a los 773 casos de cáncer de mama que se diagnostican anualmente en Caldas. De ellos, en Manizales se registraron 455 pacientes enfermos. La Organización Mundial de la Salud señala que en Colombia se presentan cada año aproximadamente 8.686 casos de cáncer de seno.
El cirujano plástico oncológico Julio César Benítez señala que cuando una paciente tiene un diagnóstico de cáncer de mama, y después de hacer un estudio para determinar si la enfermedad es local o metastásica se puede llevar a cabo la cirugía. Lo ideal es practicarla máximo un mes después de terminar las quimioterapias para evitar que reaparezcan células malignas.
"Estos procedimientos llevan a una pérdida parcial o completa del seno y por eso debe ser valorada por un especialista en cirugía plástica para determinar si se puede reconstruir con grasa, piel del abdomen o la espalda. La parte psicológica influye mucho y también debe ser valorada por un profesional de esta rama por el impacto que genera".
El experto agrega que la mayoría de las mujeres pueden elegir el método de reconstrucción del seno basándose en lo que consideran más importante para ellas. Sin embargo, es primordial tener en cuenta situaciones relacionadas con el tratamiento. Por ejemplo, la radioterapia puede dañar la reparación quirúrgica de un seno reconstruido, en particular si se colocó un implante.
Otros factores que pueden influir en el tipo de cirugía son: el tamaño y la forma del seno que se va a reemplazar, la edad y el estado de salud de la mujer, la disponibilidad de tejido y el lugar del seno donde se encuentra el tumor.
* Inmediata: se puede usar un método llamado mastectomía conservadora de piel para preservar una cantidad suficiente de tejido del seno que alcance para cubrir la reconstrucción. No necesita usar implante.
* Postergada: Cuando se pospone la reconstrucción y sana la mastectomía se puede hacer una nueva cirugía. Seis meses después es lo aconsejable.
* Reconstrucción inmediata postergada: se coloca un expansor de tejido debajo de la piel durante la mastectomía para preservar el espacio para el implante, mientras que se analiza el tejido extirpado. Si la mujer no necesita radioterapia, se coloca sin demora un implante en el lugar donde estaba el expansor de tejido, de lo contrario la reconstrucción se posterga hasta despuésde finalizar el tratamiento.
Cuando se hace una reconstrucción del seno con un pedazo de tejido que se extirpa de otro lugar del cuerpo de la mujer que tenga piel, grasa, vasos sanguíneos e incluso, músculo. A este tipo de tejido se le llama colgajo, se puede obtener de varios sitios del cuerpo.
Los implantes se pueden poner por debajo de la piel y de los músculos del pecho que quedan después de la mastectomía. Esto se hace como parte de un procedimiento de dos etapas.
En la primera, se coloca un dispositivo llamado expansor debajo del músculo del pecho. Este se va llenando lentamente con solución salina durante las consultas al médico que tienen lugar después de la operación. En la segunda etapa, después de que el tejido del pecho se ha expandido y ha sanado lo suficiente, se quita el expansor y se reemplaza con un implante. En general, el tejido del pecho está listo para el implante entre seis semanas y seis meses después de la mastectomía.
Estudios han demostrado que la reconstrucción del seno no aumenta la posibilidad de que regrese el cáncer de seno ni tampoco de que sea más difícil detectar la repetición del cáncer con la mamografía.
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