Que su pecado no sea descuidarse

Elizabeth Restrepo Rojas

LA PATRIA | Manizales

La Semana Santa suele ser un tiempo de recogimiento y reflexión, pero está en usted no hacer de esta temporada un viacrusis que ponga en penitencia su salud y la de los suyos.

Tener en cuenta algunas situaciones le permitirán seguir el curso normal de su vida. Tenga presente que el sacrificio no debe ser en contra de su cuerpo y como otros días las consecuencias se pueden presentar si se descuida.

En los niños

Los menores de edad son quienes resultan más frágiles en este tiempo y no deben asistir a extensas procesiones o a largos oficios religiosos. El pediatra, Jaime Mejía Arango, recomienda dejarlos en casa bajo el cuidado de un adulto responsable y respetuoso.

“No los deben llevar. Ellos se pueden perder, se los pueden robar, pueden contraer enfermedades infecciosas entre las multitudes, se pueden deshidratar, etc. Por lo regular ellos no entienden el sentido de las procesiones y es mejor dejarlos cómodos en casa”, dijo.

En cuanto a la piel

Sandra González, médica dermatóloga del centro médico Los Rosales, advierte que lo más importante, tanto para niños como para adultos, en esta Semana Mayor, si van a asistir a procesiones y oficios religiosos al aire libre, es el uso de un buen protector solar: “Deben escoger uno que tenga filtro y pantalla. El filtro, 'cuela' algunos rayos, y la pantalla los detiene”.

Según la profesional, egresada de la Universidad de Caldas, los protectores a elegir deben tener un factor de protección de mínimo 50 escalas cuando está haciendo sol radiante y mínimo de 30 si está nublado o a temperatura normal. Dice que se debe aplicar en la mañana antes de salir de la casa y, si hay mucha exposición, repetir la aplicación a las cuatro o seis horas.

Sobre otras ayudas adicionales al protector en estas festividades, menciona el uso de gorras, viseras y sombreros de ala ancha: “Si son tejidos, estos deben ser muy apretados, para que impida el paso de los rayos, y si es de tela, es menos el daño solar, ya que esta es compacta y los rayos no pasan”.

En cuanto a espacios cerrados y los peligros que en estos se puedan presentar, la especialista en piel, también brindó consejos sobre qué hacer: “Si se quema con una vela, hay que retirar la parafina con un paño impregnado de agua fría. Esto lo que hace es solidificar el material y permitir el retiro de una forma más fácil. Si la quemadura es severa y hay formación de ampollas, se debe retirar la parafina y acudir a un centro asistencial”, puntualizó.

Lo que se ingiere

Otra de las situaciones a cuidar es qué y dónde se come durante la Semana Santa. Lázaro Antonio Arango, cirujano gastroenterólogo, comenta que la mayor fuente de intoxicación de las personas en este tiempo son las comidas que se consumen en la calle. Puntualiza que por lo regular las autoridades no están pendientes de estos sitios: “En estos lugares pueden tener algún tipo de animales, bacterias e insectos. Se debe optar por establecimientos que cumplan los debidos controles de la Secretaría de Salud”, aconseja.

Otra de las recomendaciones apunta a la comida de mar, bastante popular por estos días: “Ahí lo que se advierte es que lo hagan en sitios especializados o en la casa. Hay que revisar que tengan las preparaciones adecuadas. Se ve mucho la intoxicación de mariscos por ésta época. Con respecto a los pescados, se debe preguntar si tienen espinas o no. Es preferible comer los peces cuya presentación sea en filete y que este no las contengan”, relata.

El gastroenterólogo expone que en esta época se aumentan las consultas o endoscopias por cuerpos extraños, los cuales muchas veces resultan ser espinas incrustadas en la tráquea y estructuras cercanas. Resalta que pueden generar laceraciones y que, a la postre, pueden ir a los pulmones, provocar bronco aspiraciones o hacer neumonías. Cuenta que si las espinas se introducen en los tejidos pueden producir abscesos y el proceso para retirarla es la cirugía.

Arango pide no ser confiados con las bebidas que se ingieren: “El agua siempre tiene que ser hervida o embotellada. Nuestra agua, que es de las más puras, de cierto modo muestra grados de contaminación, por eso la gente no se puede fiar. En algunos restaurantes las tienen en porrones o almacenadas y así se va contaminando”, recalca.

Sobre cómo se va preparado a las procesiones, el gastroenterólogo concluye: “Debe irse bien hidratado. Llevarse la botellita de agua e ir tomando. También se pueden tomar bebidas hidratantes”.

Los viajeros

La Semana Santa para algunas familias, no representa el tiempo de consagración que sugiere la iglesia. Estas optan por planes más light.

El pediatra, Jaime Mejía Arango, dice: “Cuando a los niños se los lleva a piscina o mar se les debe aplicar protector solar. También se debe estar muy alerta con los accidentes, los ahogamientos y con el tratamiento que se le dé a las aguas por parte de los administradores del sitio. Los excesos de cloro pueden desencadenar infecciones de oídos y otras patologías”.

Sandra González, médica dermatóloga, recomienda bañarse inmediatamente después de que se sale del agua por la misma razón, ya que las personas sensibles o con dermatitis atópica o alérgicas pueden sufrir empeoramiento o exasperación de esas enfermedades.

“Es muy importante que cuando se vayan a sentar en la arena lo hagan sobre una toalla, tela, cojín, u otro elemento, para evitar contaminaciones con heces de animales”, propone González.

Recomendaciones

* Hidrátese bien antes de emprender las procesiones y hágalo durante las mismas.

* Asista a los oficios religiosos y procesiones con zapatos bajos y procure ir bien alimentado.

* En caso de mareo, dé aviso a los organismos de socorro correspondientes.

* No estruje ni golpee a los demás en las ceremonias.

* Protéjase del sol con protector, gafas, sombreros, gorras, sombrillas, etc.

* Si usa sombrilla, cuide de no golpear con esta a los demás.

* No lleve niños a las procesiones.

* Si camina con velas encendidas, cuide la distancia que lleva con las personas que van a su alrededor.

* Este alerta con el humo de las celebraciones, inhalarlo podría ocasionarle molestias respiratorias.