Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
La emergencia sanitaria generada por la covid-19 causó el cierre de algunos restaurantes y, el de Álvaro, no fue la excepción. Su economía lo preocupa, dice que no está durmiendo bien. Su caso, que es similar al de otros ciudadanos, ejemplifica la relación sueño-coronavirus.
Álvaro siempre madrugó para atender su negocio, pero hoy la pensadera lo llevó a 'pararse' más temprano.
Fundamentación
Sobre este fenómeno, común por estos días, habló Francia Restrepo de Mejía, magíster en neurociencia y biología del comportamiento. Ella es la coordinadora del Laboratorio de Neurofisiología de la Universidad Autónoma de Manizales, donde realizan estudios sobre el sueño.
Detalló que el sueño es una función vital para todo ser humano. “Tenemos que dormir entre siete y ocho horas. El descanso debe ser de buena calidad, en ese momento el cerebro se equilibra, descansa y compensa toda la actividad del día".
Según Restrepo, la gente que duerme menos, que dice que lo hace en tres o cuatro horas, suele tener -con más frecuencia- problemas de ansiedad, depresión, agresividad, somnolencia y bajo rendimiento.
"Cuando eso se acumula acelera un deterioro cognitivo en la vejez. El sueño favorece que en dicha etapa no se tengan mayores problemas", agregó Restrepo.
La profesional subrayó que hoy las rutinas se han visto modificadas por el confinamiento y que antes, cuando se podía salir a la calle, se gastaba más energía. Esto último lleva a las personas a tener un mejor descanso en la noche.
"Con la restricción absoluta para salir, muchos son más sedentarios. Bajó la actividad física, que es fundamental para dormir bien (ver recuadro Estimulante). Puede que se haga caminando, montando en bicicleta, en el gimnasio o con un deporte recreativo. No hacerlo disminuye la potencialidad del sueño", enfatizó.
Alteración
Restrepo puntualizó que estar encerrado y no tener la libertad de salir genera, en algunos, depresión y ansiedad, que pueden llevar al insomnio. De esta alteración destacó tres momentos.
"Primero está la dificultad para dormirse, demorándose entre dos y tres horas para hacerlo. Les sucede también que se despiertan en la noche y se demoran dos o tres horas para conciliar el sueño o los que se levantan tres o cuatro horas antes de lo normal".
Recomendaciones
- Los problemas, afuera del cuarto...
El insomnio es lo que más está afectando, en cuanto al sueño, en este tiempo. Las personas toman el tiempo en el que están calladitos en la cama para pensar, eso resulta dañino. No es conveniente llevar los problemas del día a la noche.
Cuando uno se va a la cama, debería dejar los problemas de lado. Tomar una ducha tibia antes de acostarse sirve para relajarse y dejar atrás el estrés. Ojalá se pudiera hacer relajación o meditación.
- Presente y futuro...
No sabemos cómo va a acabar esto y la recomendación es vivir el presente, olvidándonos de todo lo demás. No podemos decir qué va a pasar. Lo que queríamos hacer y no logramos, eso ya quedó atrás. Hay que ponerle actitud positiva a esto, pues nos tocó una época muy difícil. Nos queda cuidarnos y seguir todos los protocolos de bioseguridad.
Efectos psicológicos
Juan David Galeano Posada, psicólogo egresado de la Universidad de Manizales, reconoció que las cargas emocionales aumentaron, al igual que la incertidumbre.
"Hay que entender que son emociones que se producen, pero cuando afectan el sueño, la alimentación, las relaciones con los demás, ahí es donde debe valorarse como una patología", dijo.
Estas crisis de salud mental, según el profesional, serán para muchos un problema temporal, pero para otros algo permanente, con lo que deberán convivir por el resto de sus vidas.
"Muchos necesitarán manejo psiquiátrico y farmacológico, pues la afectación será muy grande. La pandemia va a dejar una huella más allá de lo económico. Aquí será muy importante la resiliencia que maneje cada ser humano para hacer frente a las dificultades", añadió.
El psicólogo instó a los ciudadanos a buscar maneras de aliviar los efectos de las preocupaciones que terminan en ansiedad, depresión e insomnio.
"Es un momento para compartir en familia, para pensar de una manera tranquila, positiva y serena. Entender que esto también pasará. Ni lo bueno ni lo malo es para siempre", concluyó.
Estimulante
"Hacer ejercicio en la noche no es bueno. Con la actividad física, se liberan una gran cantidad de endorfinas, estimulantes naturales. Si el cerebro está muy estimulado no concilia fácil el sueño": Francia Restrepo de Mejía.
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