Protocolos de bioseguridad, bajo la lupa

Elizabeth R. Rojas

LA PATRIA | Manizales

El uso de tapabocas, el lavado de manos con agua y jabón y el distanciamiento social son los tres principales protocolos de bioseguridad que gozan de respaldo científico en la lucha contra el coronavirus, idea compartida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que tienen en la mira distintas entidades.

Manizales estudia hoy los protocolos adoptados desde comienzos de la emergencia sanitaria que ocasionó la neumonía de Wuhan. Sobre todo, aquellos que son objeto de juicio frente al virus.

Carlos Humberto Orozco, secretario de Salud Pública, subrayó que -en principio- todo se fundamentó en la atención de otras enfermedades virales, lo que pudo apresurar la toma de decisiones.

"Hubo gran rigor en la limpieza del calzado con alcohol y las superficies, en el lavado de llantas, en el uso de túneles de aspersión y tapetes a la entrada de sitios públicos, en el retiro de ropa al llegar a casa, entre otras medidas", dijo.

Ahora, según Orozco, se evidencia que algunas de estas medidas no son efectivas. Particularmente el uso indiscriminado de desinfectantes, entendiendo que no todos tienen la misma potencia contra los virus como este que hoy nos toca.

"También se duda del uso del termómetro. Se volvió un proceso muy poco controlado, donde mucha gente no sabe interpretar la lectura de temperatura que hacen estos dispositivos. Podría estar dañado y reportar lo que no es", especificó Orozco, que es epidemiólogo.

El funcionario explicó que hay pacientes que no desarrollan fiebre como parte de la sintomatología o que, tomando medicamentos, esta puede disminuir y hasta desaparecer permitiendo una libre circulación.

"De todos los casos que hemos medido, solo hemos encontrado un paciente con fiebre en un año. Eso fue hace 15 días en la Terminal de Transportes. Era un hombre positivo, tenía 38,5 de temperatura".

Otros argumentos

Jorge Iván Marín, infectólogo coordinador de la Unidad de Cuidado Intensivo de la Clínica San Marcel, resaltó como importante -aparte de la triada perfecta para la protección- el no estar en espacios cerrados por mucho tiempo.

"Los ambientes pocos aireados no son convenientes. De ahí para adelante ninguna medida ha demostrado disminución en la trasmisión del virus", dijo el también microbiólogo adscrito a la Clínica Versalles.

Marín mencionó que algunas medidas han traído más afecciones que beneficios, pues los líquidos que expulsan para la desinfección intoxican, irritan mucosas y ocasionan alergias de piel.

El mensaje que hay que dejarle a la comunidad, según el galeno, es que mientras la gente no se vacune, será mucho más difícil salir de la pandemia. Resaltó que esta es la medida más importante para evitar la diseminación de la enfermedad.

"El que se vacune tampoco es que esté exento a contraer la enfermedad. No es que los que se vacunen ya puedan andar sin tapabocas. La gente se tendrá que seguir cuidando, después de la aplicación, por lo menos un año", solicitó.

A la espera

Se conoció que Manizales, a través del Puesto de Mando Unificado (PMU), solicitó a Emas, como ente rector de higienización, el hacer la revisión teórica de protocolos. Eso para retirar los que no cumplan ninguna función, es decir, que no sean efectivos.

"Si hay lugar a cambios y mejoras se dará a conocer un documento de ciudad. Vamos a ver qué se queda, qué se descarta o que llega de nuevo", contó Carlos Humberto Orozco, secretario de Salud Pública.

El médico agregó: "Eso dará lugar a que todos los sectores (comercio, industria, gastrobares, vehículos de transporte público, etc) tengan que revisar la información a la luz de lo que se publicará. Se cree que hubo un encarecimiento en la implementación de los protocolos de bioseguridad, que fueron innecesarios. Así se economizarían una cantidad importante de recursos".