Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
Un altercado entre una pareja que solicitaba atención para su hija de siete meses y una funcionaria de la Clínica La Toscana, alteró la tranquilidad del centro de atención el pasado martes a las 10:50 a.m. La riña quedó grabada en las cámaras de seguridad.
Los gritos llamaron la atención de otros usuarios. Patrulleros del cuadrante se presentaron para dirimir el problema que concluyó con la entrega de un comparendo a Adriana Vasco Corrales, esposa del jubilado Guillermo Jaramillo (Ver recuadro El comparendo).
Vasco resaltó que la medida es injusta, pues estaba solicitando atención digna para con la menor de edad a la que le siguen un proceso para descartar meningitis (inflamación de las membranas que recubren el cerebro). Calificó de negligente a Diana Perdomo, auditora de referencia y contra-referencia de la Clínica, funcionaria que solicitó el servicio del cuadrante al sentirse agredida.
Cuenta la familia
"Consulté a mediados de abril, ya que la niña venía mal y con unas fiebres muy altas. Tenía una temperatura promedio de 39o C y vomitaba mucho. Cuando se le empezó a hinchar la cara, la lleve por Urgencias y la atendieron con acetaminofén", contó Vasco.
De regreso a su residencia, según la progenitora, a la niña le reaparecieron dichos síntomas, por lo que llamó un servicio médico domiciliario para tratarla. Dijo que los especialistas de este equipo sugirieron llevar nuevamente a la menor a un centro de atención, por lo que terminó otra vez en La Toscana.
"Me alertaron de una posible meningitis y me tuvieron todo el día y toda la noche esperando una remisión a la Clínica San Marcel. Fue Perdomo quien consideró que la niña no estaba mal, porque ya no tenía fiebre, igual siguieron en el proceso de remitirla. Se demoraron mucho para hacerlo", dijo Vasco.
LA PATRIA conoció que a la pequeña le hicieron una punción lumbar y otros procedimientos en San Marcel para descartar la meningitis. La madre contó que la menor estuvo internada cuatro días sin que se pudiera confirmar el diagnóstico, y se la entregaron cuando le apareció un brote que podía ser contagioso.
"La niña salió con una orden para control pediátrico en ocho días. Ese mismo día fui a la La Toscana a autorizar la orden, cita que apenas se hizo efectiva la semana pasada".
Según la madre, el cuadro febril se reactivó el pasado sábado, el mismo que trató de controlar en casa. Sin embargo, nada mejoró y con su esposo se dirigió a La Toscana el domingo. Mencionó que les tocó esperar cerca de 40 minutos, pese a que la atención de los bebés debe ser prioritaria.
"Fui clara y explique que mi hija tenía un cuadro repetitivo. Un médico dio la orden para una cita pediátrica sin el sello urgente y le mandó suero. Esta es la hora (miércoles) que no lo han entregado", recordó.
Queriendo agilizar el proceso, Vasco regresó el martes a La Toscana para solicitar la aprobación de la cita especializada. Contó que Perdomo le entregó los documentos para que regresara por la autorización el próximo 28 de mayo, tiempo que ella considera muy largo.
"A mi esposo, Perdomo le dijo que no agilizaba el trámite, porque debía seguir unos protocolos. Ahí fue cuando se armó el problema. Le dije que dejara de ser inhumana, que no era normal lo que la niña tenía. La forma que tuvo para reprimirnos fue llamar a la Policía. Ese día me quejé en la Procuraduría", reveló.
Responde la Clínica
De la situación, la Clínica La Toscana explicó que a la menor de edad nunca se le negó la atención. Sobre la molestia de la familia por la demora de la remisión a San Marcel el 13 de abril, respondieron que la pequeña se estabilizó, que no la recibieron inmediatamente en la institución de III nivel, pues no había disponibilidad de camas.
"En San Marcel le efectuaron varias pruebas entre las que se cuentan una punción lumbar, exámenes de sangre, etc. El 16 fue dada de alta con remisión a cita pediátrica, la cual recibió tras radicarse el 17 y autorizarse el 20. De allá la menor salió estable", señaló la Institución en un reporte oficial.
Después del suceso del martes y la queja de los progenitores ante la Procuraduría, el mayor Juan David Páez Jiménez, jefe de Sanidad - Seccional Caldas, les propuso una remisión inmediata a Pereira, la cual no tomaron. Fue entonces cuando tramitaron la autorización en Manizales, que fue reclamada el pasado miércoles.
"Lo único que logran con estas denuncias sin fundamento es desgastar un sistema de salud que quiere hacer las cosas bien y se preocupa por sus usuarios", dijo Páez.
En su informe, La Toscana puntualizó que no se le adjudicó y/o autorizó la segunda cita pediátrica de inmediato, pues el médico que la valoró no encontró signos para hacerla de urgencia.
"Es muy frustrante que lo acusen a uno de forma tan agresiva y con palabras tan groseras. No es la forma de hacerlo ni de solicitar un servicio. No se le encontró a la niña nada que justificará la necesidad de la cita urgente", dijo Perdomo, auditora de referencia y contra-referencia de La Toscana, que añadió que el 30 de abril la pediatra que la vio determinó un control a cuatro meses.
La teniente Yeidy Martínez, líder de referencia y contra-referencia de la Clínica, subrayó que se intervino en el momento y en el tiempo que era. Que es un error poner en entredicho el accionar de la Institución y sus funcionarios.
"Quienes atienden cualquier situación urgente son los profesionales en salud. Finalmente uno como usuario tiene que estar presto y disponible a escuchar las observaciones claras de los especialistas. Uno como padre de familia se puede desesperar e intuir cosas, pero no faltarle al respeto a los demás", resaltó Martínez.
La teniente pidió buen trato a los trabajadores de La Toscana. Dijo que no se puede desconocer que antes de ser uniformados son seres humanos. Del altercado expresó: "Se le faltó a una profesional que -finalmente- actuó en consecuencia del maltrato".
El comparendo
El señalamiento a Adriana Vasco es por violar el artículo 27 del Código Nacional de Policía. Este habla de los comportamientos que ponen en riesgo la vida e integridad de las personas.
"El comparando fue por incitar a riña y, supuestamente, por agresión. Cosa que es totalmente falsa, pues nunca toqué a la Dra. Perdomo. Solo buscaron que yo no reclamara más los derechos de mi hija", dijo Vasco.
Se supo que, de encontrarse culpable, Vasco deberá saldar una multa general tipo II. Esta corresponde a 8 salarios mínimos diarios legales vigentes: $196.720.
LA PATRIA conoció que, al cierre de esta edición, Vasco estaba haciendo los descargos del caso en la Inspección de Policía del barrio Minitas. También que llevó a su pequeña a una cita pediátrica particular ayer en la mañana.
"El médico dijo que no es normal que le den tantos cuadros tan seguidos. Que así fueran virus, no sería común que saliera de uno para entrar a otro. Le envió medicamentos para controlar la fiebre, mientras se le hacen los exámenes", concluyó Vasco.
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