B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
77 años sumará don Héctor en septiembre. Una vida que, según dice, ha sido buena gracias a la salud que siempre lo ha acompañado.
Ama el tango y la milonga y no pierde oportunidad para bailarlos. Sin embargo, en diciembre las cosas cambiaron. Unos vómitos recurrentes lo enviaron al hospital, donde le detectaron una falla renal, tenía la creatinina alta, lo mismo que el potasio.
El dictamen médico no fue nada alentador, un riñón estaba dañado y el otro peligraba. Así comenzó una dura batalla, en la que no solo intervenían los medicamentos, sino los cambios en los hábitos alimenticios, algo que a su edad le cuesta mucho trabajo.
La nutricionista le prohibió consumir carnes rojas y pescado, lo mismo hizo con las verduras de color verde y la zanahoria. Le quitó la sal, el plátano y el banano y solo podía consumir un litro de líquido al día.
Así han transcurrido estos meses, en los que asegura se siente somnoliento y ha perdido peso y masa muscular. “Duermo varias veces al día, ahora me siento sin energía”.
Con medida
Para la médica geriatra Ángela Benjumea, directora del Departamento Clínico de la Universidad de Caldas, cuando un paciente tiene una enfermedad crónica, debe hacer un buen manejo de los medicamentos, seguir las recomendaciones de dieta y hacer ejercicio. No obstante, aclara que en un anciano las metas de control y las restricciones cambian. “No podemos extrapolar lo del adulto al anciano, muchas veces los efectos de una dieta restrictiva en el adulto mayor tienen resultados desfavorables como la desnutrición y pérdida de masa muscular y de movilidad”.
Otro punto para tener en cuenta, de acuerdo con la experta, es procurar que el anciano con tres o más enfermedades esté controlado y a la vez sea independiente. "Que se pueda bañar, que se pueda valer por sí mismo, que desempeñe un rol en su casa. Esto es distinto a tener a un anciano postrado sin ningún tipo de participación".
A los 60 años
Benjumea aclara que para determinar que una persona requiere manejo por geriatría es a partir de los 65 años en los país desarrollados y en Latinoamérica desde los 60 años.
Hipertensión arterial, diabetes, enfermedad pulmonar, demencia, enfermedad renal crónica y osteoporosis las consideran enfermedades crónicas, que influyen notablemente en la calidad de vida de quien las padece, sobre todo si es un adulto mayor.
La experta recalca que una buena dieta y factores sociales e intelectuales como la escolarización, una vida tranquila y sin estrés protegen a la persona de presentar estas enfermedades y en caso de que las padezca, tendrá una evolución mejor que en una persona que hace todo lo contrario.
Sobre estas enfermedades, la médica recomienda:
Hipertensión
Una vez aparece la enfermedad debe cuidarse de las calorías, el sobrepeso, el exceso de consumo de cloruro de sodio. No olvidemos que los embutidos y los enlatados son los que más carga de sodio tienen, por eso los debemos evitar. También hay que reducir el consumo de sal en la dieta.
No debe estar obeso y tener un estilo de vida sano que no le genere estrés, porque este aumenta el tomo simpático que es el que finalmente sube la tensión arterial.
Es importante mencionar que cuando es adulto y tiene hipertensión y diabetes debe restringir carbohidratos y azúcares y de lípidos y grasas. Si es mayor de 75 años, esas metas cambian porque el exceso de restricciones en la dieta lo llevan a fragilidad y a pérdida de la movilidad.
Diabetes
Debe seguir las recomendaciones de una dieta restrictiva en carbohidratos y azúcares, con un aporte total diario de más o menos mil 500 calorías por día. Evitar las harinas y ciertas frutas. Nada se gana con aplicarse insulina y tomar medicamentos, si no sigue una dieta, porque es una balanza entre la alimentación y los medicamentos que son los que le definen el éxito en el control de la enfermedad.
Si es mayor, las metas de control de la diabetes cambian, ya no es la misma que se le aplica a una persona de 50 años. Es más permisivo en cuanto al consumo de carbohidratos y de sal. Debemos aumentar el consumo de proteínas.
Enfermedad mental
Es importante hacer ejercicio, seguir la dieta mediterránea, tener buenas relaciones interpersonales y un aporte específico de proteína, porque estos pacientes tienen la predisposición de empezar a perder masa muscular, que junto con otros factores mentales biológicos son más propensos a caer, tener fracturas y a perder la movilidad. Ya no es tan importante hacer una restricción de sal, de grasas y lípidos.
Enfermedad renal
Hay restricciones en la dieta porque se les puede subir el potasio, el fósforo, el ácido úrico. También hay una reducción de proteínas. Como geriatras debemos hacer un balance para ver qué le conviene más al paciente, tenerlo completamente restringido en proteína o liberarla un poco para que no pierda masa muscular. Recordemos que los objetivos principales en el envejecimiento son calidad de vida y funcionalidad.
Dieta y estado de salud
Para tener una alimentación saludable, variada, equilibrada, suficiente, completa y adecuada un adulto mayor debe tener controlados la grasa y los azúcares, incrementar la fibra, incluir frutas y verduras y tener en cuenta que el calcio requiere de la vitamina D, no solo en pastillas, sino un poco de sol.
La nutricionista y columnista de LA PATRIA Elizabeth Ortiz Palacio sugiere:
1. Si tiene dificultades de deglución o le faltan piezas dentales hay que modificar la presentación. No pueden comer cosas duras y a raíz de todas estas enfermedades puede que esté polimedicado. Deben suministrarle alimentos macerados, no licuados, porque así no alcanzan a cubrir todos los requerimientos nutricionales.
2. Cuando aumenta la grasa y disminuye la masa muscular se reduce la ingesta de agua, además, el metabolismo está más lento porque lo aprovecha en energía. Cuando hay deshidratación las heces son duras y generalmente el paciente dice que no tiene sed, pero la lengua y los labios se les ven absolutamente resecos. Esto lo observa más el cuidador que la persona afectada.
3. Al envejecer hay menos saliva, por eso hay que estar pendiente de la hidratación. Se espera que esté hidratado de manera cuantificada. Por ejemplo, en el día se le dan dos vasos por la mañana y dos por la tarde. El consumo de fruta le aporta tres litros de agua. Si toma medicamentos cardiacos, requiere otro para orinar, esto hay que tenerlo en cuenta.
4. El intestino se vuelve más lento, hay más estreñimiento y se pierde agua. Las personas que toman medicamentos para la demencia requieren hidratarse más.
5. Si se detectan faltantes nutricionales la dieta debe incluir alimentos complementarios. Por lo general empieza a comer menos, porque hay falta de apetito o no son alimentos agradables, de ahí que requiera suplementos de acuerdo con la patología que la persona tenga.
6. En caso de presentar diarrea, debe atenderse a la mayor brevedad para que no tenga pérdida de sodio, potasio y electrolitos. Hay que revisar cuál es la causa e hidratarlo. Aparte de las deposiciones, algunos incluso pierden la conciencia, dicen frases incoherentes, sufren calambres. Todo esto es grave en una persona mayor.
Frase
"El estilo de vida saludable se debe tener desde la infancia temprana. Ingerir una dieta mediterránea y la realización regular de ejercicio –al menos 30 minutos cinco veces a la semana o 60 minutos tres veces por semana- que genere sudoración y aumente las pulsaciones. No vale el que hace muchas vueltas, sale y camina", Ángela Benjumea, médica geriatra.
Atentos
Proteínas
Dejan de comer la carne, algunos sugieren que es dura y por eso no la pueden masticar. Como es fuente de proteína no hay que suspenderla, sino cambiar la textura. Es necesaria para construir la masa muscular.
Leguminosas
No pueden faltar, pero se debe buscar la textura ideal. Los granos secos proveen más ácido fólico, que sirve para la memoria.
Grasas
Sirven para que funcionen el corazón, los pulmones, el cerebro y los riñones. La mejor es la que traen el huevo, el aguacate y los aceites vegetales.
Carbohidratos
Comer algunos en cada comida. Arroz, arepa, papa, yuca, plátano, sin exceder las cantidades. Es el combustible del cuerpo.
Agua
Procurar mantenerse hidratado, sobre todo en estos tiempos que hay golpes de calor. Para ello se les puede dar aromáticas y respetarles ciertos hábitos, como la aguadepanela o un café.
Frutas y verduras
Como a la mayoría no les agrada es más fácil incluirla en las cremas sin añadirles harina ni crema de leche. Hay que motivarlos para que consuman frutas que les ayuden en su tránsito intestinal.
Sal
Cuidar que sea enriquecida con yodo y estar atentos al consumir algunas carnes, que también la traen como los pescados o las sardinas. Hay leguminosas que también la aportan.
Ejercicio
Hay que motivarlos a caminar. A medida que avanza la edad se vuelven más sedentarios. Tienen miedo a caerse, les falta compañía y además en la ciudad hay aceras que son un peligro para ellos.
Opinan
María Martha Avendaño
Antes comía mucha grasa, ahora ya no consumo chocolate ni harinas ni fritos. Prefiero verduras, frutas y lácteos.
Orbilia Marín
Toda la vida mi alimentación ha sido muy sana. Fruta, verdura, cero harina, mucha agua. Mis tragos son agua, limón y soda.
Nubiola María Betancur
Mi alimentación es normalita. Me gusta tomar el agua con limoncito, verduras y frutas, y nada de grasa.
Virgelina Soto González
Como de todo, fríjoles y sancocho. Me mantengo saludable haciendo ejercicio y el oficio de la casa. Reduje la grasa porque soy hipertensa.
Olga Zapata
He mejorado mucho los hábitos alimenticios y me mantengo activa. Era desordenadita. Le bajé a las grasas y ahora como más verdura, fruta y proteína.
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