
Luego del parto, muchas mujeres desean realizarse tratamientos quirúrgicos por múltiples motivos, entre ellos los cuidados estéticos y de imagen después de tener un hijo. Sin embargo, hay tiempos establecidos para que estas intervenciones no se conviertan en un dolor de cabeza.
Las situaciones que vive una madre en el momento del nacimiento de un hijo pueden causar depresiones posteriores por su apariencia física o inconformidad con el robustecimiento temporal de algunas partes de su cuerpo.
En ese sentido, los médicos aseguran que, aunque el momento ideal para realizar una cirugía posparto sólo se puede determinar en una consulta especial, se debe analizar la situación de cada paciente y pensar en su estado físico y emocional actual. En esta decisión también deben tenerse en cuenta factores como los planes a futuro de la madre y su pareja.
No obstante, Nicolás Ferrer, cirujano plástico y especialista en procedimiento posparto, asegura que “se recomienda esperar como mínimo seis meses después del parto y, en caso de estar lactando, se recomienda esperar tres meses una vez finalizada la lactancia para considerar un procedimiento quirúrgico”.
Las más comunes
Ferrer explica que las partes más comunes que suelen ser operadas después del embarazo son los senos, el abdomen, la espalda, los muslos y la cintura.
En cuanto a los senos, el especialista recuerda que durante el embarazo y la lactancia estos presentan un crecimiento a expensas de la glándula mamaria. Una vez finalizada la lactancia, esta glándula se desvanece, dejando, generalmente, como secuela unos senos de menor tamaño, menos turgentes, algo caídos, con una piel flácida, redundante y ocasionalmente estriada.
“La cirugía de senos posparto está encaminada a restaurar el volumen, mejorar la posición de los senos, resecar la piel redundante y estriada y disminuir el tamaño de las areolas”, señala.
En cuanto al abdomen, Ferrer dice que esta parte del cuerpo tiene una gran expansión, lo cual permite el crecimiento y protección del bebé. Así mismo, asegura que los cambios allí casi siempre se reflejan en un abdomen globoso, flácido y redundante, generalmente estriado. La cirugía abdominal posparto busca como resultado un abdomen plano, sin piel sobrante y sin estrías, una cintura marcada con cicatrices poco visibles.
Para las intervenciones de los demás órganos, el cirujano sostiene que los cambios hormonales y metabólicos que se presentan durante el embarazo generan un incremento del peso corporal y depósitos grasos en ciertas áreas del cuerpo.
“Aunque estos depósitos grasos le garantizan un buen sustento energético tanto a la madre como al bebé en esta fase de crecimiento, son difíciles de rebajar una vez finalizado el embarazo. La cirugía plástica nos permite eliminar estos depósitos grasos y un moldeamiento corporal utilizando técnicas avanzadas de lipoescultura”, agrega el experto.
Sin embargo, confirma que todos estos procedimientos quirúrgicos conllevan algunos riesgos y posibles complicaciones y pueden generar algunas cicatrices.
Por eso, recomienda que antes de cualquier decisión se consulte con un especialista en el tema, en donde cada caso pueda ser analizado a profundidad, sin descuidar la seguridad de las pacientes.
Cicatriz de la cesárea
Es común que la cicatriz de la cesárea quede umbilicada o retraída, esto se mejora con una revisión para nivelar los bordes de la herida.

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