B. Eugenia Giraldo y Luis Felipe Molina
LA PATRIA | MANIZALES
Si usted está entre quienes sienten desánimo y apatía cuando llegan las fiestas de fin de año, este artículo es para usted.
La exaltación de las emociones, propia de la época de Navidad, para muchas personas es un regreso al ayer, un viaje a la nostalgia y a la sensación de que todo lo pasado fue mejor. La añoranza por volver a las alegrías anteriores se convierte en un vuelo de no retorno para quienes pierden la ilusión de un momento a otro.
Es común escuchar personas mayores decir que “las navidades ya no son como antes”, a lo que retratan grandes comitivas familiares para batir natillas, hacer comilonas tan grandes que hacían de esta época un momento único de unión, fiestas enormes y más.
También, la celebración del Año Nuevo es un momento difícil para otros, pues puede traerles una sensación momentánea de angustia al presentir que quizás para el año siguiente lo que celebran ya no sea igual. Todas estas ideas y conductas se pueden tratar desde la psicoterapia para regresar el disfrute a la vida.
Con el paso de los años estos episodios se tornan más esquivos dada la muerte de patriarcas de grandes grupos familiares que patrocinaron esos momentos que por estos días se recuerdan con más brillo.
Sin embargo, a pesar del dolor propio de la ausencia de algún ser querido, existen maneras de sobrellevar estos eventos soportando sanamente la añoranza, pero sin excluir el resto de la existencia por una ausencia.
Más tolerancia
Entonces, ¿cómo sobrellevar esta época para que cada quien con sus gustos pueda vivirla con la mejor disposición y sin que unos y otros se enfrasquen en discusiones porque "aquel" no asistió y lo cataloguen como el aburrido de la familia?
Para el psicólogo y docente de la Universidad de Manizales, José Fernando Vélez Trejos, lo primero que hay que tener en cuenta es que la Navidad no la celebra todo el mundo, no solo porque va de la mano de un credo religioso, sino porque la tolerancia juega un papel importante.
Aclara que que ahora es más difícil ser tolerante. "Hoy, actuar en cualquier espacio es hasta miedoso y paranoico, porque cualquier cosa que hagamos o digamos puede ser visto como una agresión".
Explica el psicólogo que la Navidad, como cualquier rito religioso, implica momentos, espacios y conductas de quienes la practican y por eso viven un mes dedicados a esta celebración, incluso hay personas que empiezan desde noviembre, mientras otros reclaman que dejen vivir a noviembre, porque ven que la Navidad los esta absorbiendo.
Por eso el experto recomienda una dosis alta de tolerancia con aquellos que no se unen a esta festividad y tampoco les llame la atención la vivencia de estos rituales.
"En términos democráticos hay que invitarlo a participar, aunque su respuesta sea un no, además hay que respetar su decisión, sin pretender asfixiarlo con la invitación".
Evocación
Vélez Trejos también reconoce como lo hacen los abuelos que sí había más jolgorio anteriormente, y que si quiere hacer un comentario lo haga en términos de comunicación asertiva. "Hay que percatarse si me escuchan niños, jóvenes y adultos, porque es al niño al que le vendo la idea de que la Navidad es época de recogimiento, unidad para que sigan perpetuando esos ritos, igual los jóvenes para que reflexionen y los adultos para que pensemos que hay que dejar este legado que tiene objetivos positivos".
También están aquellas personas a quienes les entristece esta fecha porque recuerdan a familiares o amigos fallecidos. Vélez Trejos sostiene que en las novenas también se puede hablar del ausente, no solo del fallecido, sino del que está lejos. "Podemos ver videos, fotos y recordar momentos agradables, es como un ritual y se puede aprovechar la magia de la Navidad".
El experto concluye que tanto para aquellos que viven la magia de la Navidad, como para los que no les gusta, esta es una época para avanzar un piso más en motivación, en alegría y con más fe en sí mismos y en los otros, no importa si vive el ritual o si lo que le interesa es estar acompañado de amigos".
Sin presión
De acuerdo con la psicóloga Angie Paola Ríos Aldana, para no dejarse invadir por la presión que la sociedad ejerce en cada época del año, hay que forjar el carácter. "Sea feliz, triste o aburridor voy a estar tranquilo porque vivo las emociones, sin importar ni la época ni la sugestión social. Somos una sociedad sugestionada todo el tiempo, pocas personas ignoran lo que los demás piensan".
Para la Ríos Aldana, esto depende de la postura de cada persona, porque cada ser humano es diferente, lo mismo que el afrontamiento de esas emociones. "Hay unos que en su tristeza encuentran tranquilidad, por eso prefieren aislarse, esto va más ligado a la crianza que han tenido y a la forma de ser.
"Si te dan pautas de crianza en donde los regalos son una manera de mostrar afecto, entonces estoy grave, porque si no encuentro eso en otra persona voy a tener problemas".
Frase
"Casi todos caemos en el asistencialismo. Para una persona pueden ser insignificante estas fechas y si para mí es algo importante y veo a una persona sola, esto me genera lástima y trato de ayudarla, porque creo que está mal, aunque puede ser que ella disfrute de esa soledad", Angie Paola Ríos Aldana, psicóloga.
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