Ilustación | Virgilio López | LA PATRIA
El 76 % de los casos de intoxicación por sustancias psicoactivas pertenece al género masculino y el 24 % al femenino.
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Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
La oportunidad estaba servida. Eran las 3:00 de la tarde, sus padres habían salido, por lo tanto quedaba solo en su casa. Llamó a tres compañeros de estudio y comenzaron a jugar pico de botella. Esa vez no se quitaron prendas de vestir, al que le tocaba debía tomar un trago de aguardiente que luego mezclaron con ginebra.
Con la euforia del juego uno de ellos sacó pastillas de éxtasis que también hicieron parte del botín del juego. El que más ingirió llegó a cinco, pero al cabo de un rato este joven de tan solo 14 años entró en crisis, alucinaba, gritaba que lo perseguían, rompía y arrojaba objetos, se sentía ahogado y al salir a la calle se quitó la ropa y se desmayó.
Aunque recibió atención médica permaneció ocho días perdido de la realidad y en estado de sopor. Perdió la memoria durante un mes y con el paso de los meses las pruebas neuropsicológicas dictaminaron dificultad para recordar.
Reacciones como esta son una señal de lo que puede ocurrir cuando una persona se intoxica con sustancias psicoactivas (SPA) que, según el Sistema de Vigilancia Epidemiológica (Sivigila), el año anterior ocuparon el tercer lugar como generadoras de intoxicaciones después de los plaguicidas y fármacos.
De acuerdo con el Sivigila, en el 2012 Caldas reportó 842 casos por intoxicaciones agudas, y de ellas el 15 % fue por uso de sustancias psicoactivas. Se dieron en 21 municipios, encabezados por La Merced, donde se identificó una tasa de 119,5 por cien mil habitantes, seguido de Palestina (95,2) y Chinchiná (51,8). (Ver tabla Casos en Caldas).
El alcohol (cerveza, aguardiente, ron, vino, whisky, entre otros) es la sustancia psicoactiva que ocasionó el mayor número de intoxicaciones, indica la coordinadora del programa de Salud Mental de la Dirección Territorial de Salud de Caldas, Gloria Inés Saldarriaga. Le siguen la marihuana y la cocaína.
Lo que más preocupa es que de los 126 intoxicados con SPA en el departamento, el 60 % corresponde a adolescentes y adultos entre los 13 y los 28 años, lo que demuestra una edad temprana para comenzar a usar estas sustancias. "También se comprobó la mezcla que hacen de alcohol etílico con otras como cocaína, bazuco, bebidas energizantes y rivotril (medicamento que se suministra a pacientes con déficit de atención), entre otras", expone Saldarriaga.
Dentro del rango entre 9 y 12 años se reportaron dos casos por intoxicación con cannabis y por bóxer, este último de venta libre por su uso industrial.
De 13 a 16 años se reportaron intoxicaciones por alcohol etílico (6 casos), cannabis (5), cocaína (2) y cacao sabanero (1).
Todas estas sustancias, según Luz Estella Cristancho Infante, docente de toxicología de la Universidad de Caldas, tienen un efecto sobre el sistema nervioso central y producen alteraciones en el área del comportamiento, y la tolerancia a estas depende en gran medida del metabolismo de cada persona.
"Cuando estas sustancias ingresan al organismo, sin importar la vía de administración, se van a la sangre y de allí se distribuyen a los diferentes órganos y tejidos, entre ellos el sistema nervioso central. Para metabolizarse hay unas enzimas y no en todas las personas son iguales, pues eso depende de la genética".
Cristancho Infante aclara que no hay diferencia entre borrachera e intoxicación, aunque puntualiza que hay diferentes grados de intoxicación. "En un primer momento la persona está contenta, luego pasa por una etapa locuaz, pero imprecisa, y hay descoordinación; en una tercera fase hay lagunas mentales, casi no se le entiende lo que dice, pierde el equilibrio, y por último puede quedar inconsciente, presentar hipotermina y correr el riesgo de broncoaspirarse y morir".
Frente al consumo de sustancias psicoactivas, entre ellas el alcohol, hay un patrón repetitivo y sociocultural, admite Cristancho Infante, pues en la mayoría de las fiestas se bebe alcohol, y los niños y adolescentes toman ese comportamiento de los adultos como algo para imitar.
“En el caso de las otras sustancias hay un componente genético, presión social, una parte psicológica y hasta las toman como una medida de escape para los problemas familiares y afectivos, que de alguna manera los enajenan de lo que está pasando".
En cuanto a los efectos a largo plazo, la docente de toxicología anota que casi todas estas sustancias, incluido el alcohol, producen impotencia sexual, pueden ocasionar estirilidad porque un bajo recuento de espermatozoides, se alteran los ciclos menstruales, se disminuye la fertilidad, hay problemas de hígado, cerebro, estómago y pulmones.
Con respecto a la mezcla de sustancias psicoactivas, Cristancho Infante aclara que se pueden potencializar sus efectos. "Si utiliza un depresor más un estimulante, el efecto va a ser neutro y predomina el de mayor cantidad. Si junta dos depresores el resultado puede ser una muerte casi segura. Si son dos estimulantes dispara el sistema nervioso simpático, eleva la presión arterial, altera la frecuencia cardiaca y lo más posible es que se infarte u ocurra un accidente cerebrovascuar y se muera".
Para frenar el consumo los expertos comparten la misma apreciación: "Es fundamental conocer los efectos adversos que producen estas sustancias y educar y proteger para que la gente no se enganche".
"No podemos juzgarlos desde un concepto de moralidad, necesitamos adultos que sean modelos y que tengan la capacidad receptiva para escuchar y orientar a los jóvenes, ese es el camino".
Juan Carlos Salazar, psicólogo.
En el 58 % de las intoxicaciones reportadas por sustancias psicoactivas, la vía de exposición fue oral, seguida con un 30 % de la respiratoria, con sustancias como la cocaína, el bazuco y la marihuana. En el 11 % de las intoxicaciones, la vía de exposición se reportó como desconocida.
* Euforizante: en el caso del alcohol, en su fase inicial las personas se sienten más contentas, pero luego esta sustancia se convierte en depresor.
* Deterioran la memoria: unas sustancias más que otras.
* Alteran la personalidad: irritabilidad, irascibilidad, violencia.
* Provocan movimientos descoordinados.
* Delirio.
* Dificultan hablar y caminar.
* Provocan pérdida de conciencia.
* Generan vómito.
* Hay manifestaciones alérgicas.
* Provocan subidas graves de tensión.
* Con el uso de ciertas sustancias puede aflorar una enfermedad psiquiátrica. Mientras que otras personas con desórdenes de la personalidad (patológicos, psicóticos) los lleva al consumo de estupefacientes.
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