B. Eugenia Giraldo T.
LA PATRIA | MANIZALES
El ataque de un perro a un niño de cinco años, residente en el barrio La Soledad, mostró cómo las mascotas cuando se dejan libres en la calle pueden atacar a las personas.
De acuerdo con la madre del menor, Angy Paola Aguirre, el niño es muy cariñoso y le gusta tocar a los animales. “Él iba para la tienda y al parecer tocó el perro y tal vez por eso lo mordió”.
El menor fue trasladado al centro de salud San Cayetano, donde recibió asistencia médica. “La lesión es en la frente y en la parte inferior del ojo. Gracias a Dios no pasó a mayores”, dijo la mujer, mientras comentó que le formularon antibióticos y la vacuna contra el tétano.
El problema, según Aguirre, es que en el barrio hay mucho animal suelto en las calles y: “nadie les pone ley. El perro que atacó al niño no es de raza peligrosa, pero estaba en la calle. Cuando regresé ya la dueña lo tenía amarrado”.
Indicó que en repetidas ocasiones llaman al Albergue Animal para que vengan por esos animales y no lo hacen.
Diego Fernando González Marín, secretario de Medioambiente en Manizales, sostuvo que en la ciudad hay un problema con los perros callejeros. “En muchos sectores, sobre todo los más populares, los propietarios los dejan en las vías publicas, lo que genera serios problemas, porque si no están esterilizados se incrementa la reproducción descontrolada”.
Agregó que la Unidad de Protección Animal no tiene la capacidad para recoger a todos los perros callejeros, pero sí aplica la estrategia de fauna doméstica en condición de vulnerabilidad (atropellados, enfermos, hembras en gestación, cachorros).
Anunció que este año han atendido y recuperado a cerca de 2 mil perros que fueron recogidos en la calle y que en este mismo período entregaron en adopción al menos 1.200 mascotas.
González Marín recomendó a los tenedores de mascotas que cuando vayan a sacar el animal a la vía pública, este debe portar la traílla y si es una raza que se considera peligrosa, también el bozal.
Anunció que la Secretaría de Medioambiente realiza una campaña pedagógica y en este año, en compañía de la Policía, han retenido a perros de razas potencialmente peligrosas por no portar los elementos de seguridad.
“Si está en un espacio público con su mascota, debe cumplir con las normas: llevar la traílla canina y el bozal”.
Este no ha sido el primer caso este año en el que un perro ataca a un niño. El pasado 25 de mayo, nueve estudiantes sufrieron lesiones por el ataque de un pit bull que ingresó al colegio León de Greiff, justo al inicio de clases. Dos alumnos fueron sometidos a cirugía ante la gravedad de las heridas. Los siete restantes quedaron con lesiones superfiales. El perro, de nombre Tyson, fue trasladado a Albergue Animal.
Aracelly López, rectora del colegio León de Greiff, sostuvo que los niños están bien y que luego del acompañamiento psicológico que se hizo con los afectados y sus familias, las cosas transcurren en calma y sin problemas.
“Algunos papás reclamaron que se les pagara por las lesiones, pero se les informó que el colegio no tiene recursos para estos casos”.
Agregó que lo único que recibió de la Administración municipal fue una llamada de Control Disciplinario para preguntar por qué había dejado entrar el perro.
Tyson continúa en la Unidad de Protección Animal y hace una semana un inspector de policía hizo la entrega a la Secretaría de Medioambiente. El jefe de este despacho dijo que un veterinario de la Unidad se capacita en etología (estudia el comportamiento de las mascotas) para que se encargue del proceso de modulación en el comportamiento de Tyson y así darle una segunda oportunidad de vida, bien sea en la Policía y en otro rol en el que se pueda desempeñar.
El médico veterinario Andrés Felipe Márquez indicó que un perro puede llegar a morder en determinadas circunstancias, sin importar su raza o tamaño o apariencia.
Factores en los cuales puede llegar a morder un perro:
* Invadir el lugar donde el can se mantiene.
* La raza, porque algunos son un poco más agresivos que otros.
* La educación que le hayan dado en la casa y el trato que le hayan dado. Si se mantiene encerrado o lo han golpeado puede reaccionar violento, en algunos casos.
* No tener una debida socialización.
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