Vanessa Sánchez
LA PATRIA | Manizales
Dave se sentía embarazado. Le pedía a su esposa Juliana que tuviera a Emmanuel pronto para no sentir tantas molestias. Se le incrementó el apetito, aparecieron los famosos antojos por los chocolates y pastelería, le dio ansiedad, sensibilidad, fatiga y, en las últimas semanas antes de nacer el bebé, se comía las uñas.
El estadounidense, pareja de una manizaleña, se estrenó como padre hace 10 días. Por fin desapareció el malestar, que en vez de sentirlo la mamá, se triplicóen él. "Quería comer dulces, muchos dulces. Al principio del embarazo me daba antojos los fines de semana, después pasé a sentirlos todos los días. Un día desayuné helado, y como era de esperarse subí de peso", relata el extranjero de 31 años, quien nació en un pueblo de Nueva York, llamado Plattsburgh.
Cuando se enteró de que sería papá, le expresó a Juliana que las hormonas de ella le estaban afectando a él, pues también con cosas sencillas como ver ropa de bebé, se ponía muy sentimental.
En los controles de embarazo estos papás primerizos aprovechaban para consultar si era normal este tipo de situaciones, pero los médicos pedían no prestar atención, pues no tenía ninguna correlación. Dave comenta entre chistes, que de no haber nacido el bebé hubiese engordado los kilos que aumentó su esposa.
Ahora los tres viven en el estado de Philadelphia (Estados Unidos), y esperan regresar en diciembre a Colombia para bautizar a Emmanuel.
Más antojos
Foto | Cortesía | LA PATRIA
Sebastián Manotas está a punto de conocer a Thomas. Sale de su trabajo como oficial de la Policía y en las noches, cuando prende el televisor, quiere comer lo que sale en los comerciales. "Es una ansiedad absurda por comer muy tarde. Subí de peso, porque no tenía estos hábitos antes", cuenta el padre entre risas que por fortuna está a un mes de que el embarazo de su esposa Letzaida termine.
Sin explicación
Los cambios del embarazo no solo afectan a la mujer, sino en algunos casos, también a los hombres. Los futuros papás pueden llegar a sentir los mismos síntomas que tienen sus parejas, un fenómeno conocido como el síndrome de lacovada, término que proviene del francés “couvade” (incubar).
No hay una causa física, pero la empatía y la conexión emocional que se establece con el otro provoca a veces, desde el momento en el que se enteran del embarazo, que ellos también comiencen a sentir cambios. El ginecólogo de Profamilia Manizales, Hernán Alberto Giraldo, explica que esta condición no tiene explicación científica, pues el malestar que siente la mujer, se debe a la alteración hormonal que atraviesa por picos muy altos en las primeras semanas de embarazo.
"Es muy común que los papás asistan a los controles gestacionales y el señor le pregunte a uno el porqué tienen los síntomas y su esposa no. Hay una hormona llamada gonadotropina, la cual aumenta antes de la semana 12 y es la responsable de que se presenten vómitos, naúseas, dolor de cabeza, baja de presión, cansancio y fatiga", sostiene.
No obstante, argumenta que en algunos embarazos gemelares esta sensación probablemente perdure toda la gestación.
Lo que ellos sienten
* Ansiedad
Es normal que el hombre experimente cuadros de ansiedad, debido a la proximidad de su paternidad. Insomnio, fatiga, subidas de tensión y estrés no son síntomas exclusivos de la mujer. El hombre también comparte las preocupaciones sobre el embarazo de su pareja.
El psicólogo Adrián Calle manifiesta que los papás se sienten inquietos sobre el desarrollo del embarazo, las pruebas médicas, les preocupa si estarán preparados para el parto y si lo harán bien al nacer el bebé. En estos casos, cuanto más involucrado esté el hombre en el proceso más confianza podrá tener en sí mismo y transmitirlo a su esposa.
* Naúseas matutinas
Los padres también pueden padecer las molestas náuseas matutinas que afectan a las embarazadas durante los primeros meses de gestación. Son varios los estudios que se han ocupado de ello sin encontrar una razón contundente. En las mujeres, es el aumento de estrógenos, en los hombres se cree que está ligado a la ansiedad, así como a cambios en la dieta, ya que es habitual que el hombre coma más para aliviar el estrés.
* Aumento de peso
No sólo la barriga de la embarazada es la que va creciendo, también la de su compañero. La báscula revela un aumento de peso que se incrementa a medida que avanza el embarazo. Se cree que el hombre gana alrededor de 6 kilos durante el embarazo de su mujer, de acuerdo con una publicación de la revista Scientific American.
La ansiedad provoca cambios en la dieta. El culpable más probable es el cortisol, apodado como la "hormona del estrés", que es secretada en volúmenes más altos durante estos períodos.
El cortisol regula los niveles de insulina y azúcar en la sangre por lo que puede haber sensación de hambre cuando en realidad no la hay. Al igual que la mujer, es conveniente que el hombre también controle el aumento de peso durante el embarazo y cuide mejor su alimentación, recomienda el ginecólogo Hernán Alberto Giraldo.
* Cambios de humor
El hombre también experimenta una montaña rusa de emociones especialmente durante las primeras semanas de gestación de su pareja. El psicólogo Adrián Calle revela que ellos se sienten preocupados ante la cercanía de su paternidad."Pueden pasar de la alegría a la tristeza, de la tranquilidad a la ansiedad o de la dulzura a la irritabilidad en períodos muy cortos", señala.
* Apetito sexual
La vida sexual también se ve afectada en el embarazo. En algunos hombres la líbido disminuye, mientras que otros viven el sexo con mayor intensidad durante estos meses.
Los cambios físicos que experimenta la madre puede motivar a algunos, pero desmotivar a otros. Muchos tienen miedo de lastimar al bebé al mantener relaciones sexuales, sin embargo el ginecólogo Giraldo explica que si no hay riesgo de aborto no tiene por qué verse interrumpidas las relaciones sexuales.
"Con mayor razón deben aprovechar estos encuentros, de hecho hay varias publicaciones que señalan que el bebé percibe esas sensaciones en sus padres y reconoce las voces de ellos al momento de nacer", asegura.
* Achaques y dolores
Algunos hombres se vuelven más quejumbrosos de lo habitual. Molestias típicas de las embarazadas como dolor de espalda, ciática, dolor de cabeza o calambres son también sufridas por ellos.
Los investigadores no encuentran una causa física a estos dolores, que en el caso de la mujer es provocado por la acción de las hormonas. Lo que se cree es que se debe a un mecanismo de identificación con la pareja o en algunos casos, sentimientos subconscientes de competencia, ya que aunque no lleva un bebé dentro, también están próximos a convertirse en padres.
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