Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
"Se ha demostrado que la cavidad oral, que es parte integral del individuo, puede agravar hasta 57 enfermedades sistémicas: Las cardíacas, las pulmonares, el Alzheimer, entre otras".
La frase es de Eliana Muñoz, estomatóloga y cirujana oral egresada de la Universidad Autónoma de Manizales. Ella es investigadora y docente -en pregrado y postgrados- en la misma institución; también trabaja en Smilingtek.
Según la experta, al paciente hay que verlo como un todo. Dijo que enfocarse solo en la boca es un error. Subrayó que la mirada completa permitirá entender qué es lo que pasa, con alguna condición.
Muñoz aconsejó al personal asistencial de su área trabajar por:
1. "Llevar al paciente hacia la idea de que la salud oral repercute en la calidad de vida del ser humano. Si la persona tiene una buena salud oral, va a tener excelente alimentación, comunicación, autoestima, etc".
2. "Enseñar los factores de riesgo haciendo una odontología personalizada, esto porque cada paciente tiene sus condiciones particulares por genética, por la dieta que lleva, por los malos hábitos y más".
3. "Inculcar una cultura de prevención. Esto es mucho más importante que generar tratamientos, pues se va a reflejar en lo sistémico".
4. "Educar al paciente hacia un autoexamen. Si bien no tiene la experiencia en notar algunas lesiones, puede detectar diferencias de un lado a otro. Eso podría llevarlo tempranamente al profesional y evitar complicaciones mayores".
Por etapas, sugirió:
Bebés
"El bebé debería asistir, con sus padres o cuidadores, a una primera consulta a las pocas semanas de haber nacido, esto para que el odontólogo capacite y eduque a los acudientes sobre los hábitos de higiene que se deben tener para con el pequeño", detalló Muñoz.
En esa cita, según la odontóloga, se les detalla los elementos por utilizar para realizar la limpieza. De los principales, el cepillo de silicona (foto). Este es un aditamento que se pone en el dedo del adulto y este, con cuidado, recorre la boca del pequeño para asearlo. Allí no es necesario ningún tipo de crema dental.
En los niños y adolescentes
En esta etapa (1 a 4 años), la educación de los acudientes no se abandona. Aquí se les explica a padres y/o cuidadores, entre otras cosas, la cronología de la erupción dental: Aprenderán sobre los dientes que les saldrán a los menores y en qué edad.
"Hay que cepillar los dientes de los niños todos los días, mínimo, dos veces. Debe hacerlo un adulto (hasta que el menor cumpla 10 años). Se tiene que usar crema dental con flúor (por lo mínimo de 1.000 partes por millón, lo que se puede detallar en el listado de los componentes)".
Muñoz recomendó que la cantidad de crema por utilizar en esta etapa, cuando está saliendo la dentición temporal, es similar al tamaño que tenga un arroz crudo dividido a la mitad. Y así hasta los 4 años.
"Después de eso, de 5 años y más, debe ser del tamaño de una lenteja. Tienen que tener un bajo consumo de azúcar y usar la seda dental, cuando empiece a mudar los dientes", especificó Muñoz agregando que los menores deben consultar a un especialista en salud oral para que, cada 6 meses, les aplique barniz de flúor. Y así hasta los 17 años.
Los adolescentes no deben descuidarse con el aseo de su cavidad oral, esto -según Muñoz- porque ya tienen su dentición definitiva erupcionada y, un descuido, podría dejar daños irreparables.
Los adultos
El adulto debe usar una crema dental con flúor, advirtió la estomatóloga; y cepillarse -al menos- tres veces al día.
Muñoz sugirió complementar con enjuagues orales, pero solo a aquellos que lo requieran: Los susceptibles a enfermar de las encías, el fumador, el que bebe alcohol con mucha frecuencia o los que, en el día, no tienen el suficiente tiempo para realizar una buena higiene. Ahí también caben los pacientes con enfermedades como hipertensión, diabetes, Alzheimer o los que tengan patologías gastrointestinales y pulmonares.
"Deben pasar por una evaluación odontológica cada seis meses, esto para mirar la higiene oral que están haciendo y valorar si deben pasar por remineralización del esmalte (capa que recubre los dientes), que es algo que se está haciendo ahora", añadió.
Para la tercera edad
"Aquellos que tengan prótesis, totales, tienen que hacer la higiene de las mismas con un cepillo de dientes diferente al que tienen para las encías. Estas últimas tienen que limpiarlas sin disculpa. Se ha demostrado que hay bacterias en ellas que producen distintas enfermedades; también en la lengua, paladar y en el piso de la boca", contó Muñoz.
La prótesis se debe sumergir toda la noche, según la odontóloga, en un vaso con una medida de hipoclorito de sodio (cloro) por 10 de agua. Al otro día, antes de ponérsela, tiene que enjuagarla.
"Eso disminuye el riesgo de que aparezcan hongos o enfermedades bacterianas. También es importante que asistan, con frecuencia, al odontólogo tratante, esto para tener un estricto control", especificó.
Con ortodoncia
"Los pacientes con aparatología no deben faltar a las visitas programadas por el ortodoncista. Este indicará las limpiezas necesarias con la higienista. Hay aditamentos especiales y enjuagues orales que deben utilizar", subrayó Muñoz.
Los cepillos unipenachos o interdentales (foto), son exclusivos para limpiar entre brackets. La odontóloga advirtió que no les debe faltar, al igual que la seda dental, apoyada en enhebradores.
"Deben usar un enjuague bucal recomendado por el odontólogo o de los que hay disponibles en el mercado. Este producto debe contener flúor", concluyó Muñoz.
Foto | Cortesía | LA PATRIA
Eliana Muñoz
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