Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
Teresa, una adulta mayor que murió a los 86 años, padeció de incontinencia urinaria desde sus 68. Las fugas que tenía eran evidentes para ella, sobre todo, cuando realizaba alguna labor que implicara empujar o cargar algo pesado. Le pasaba cuando lidiaba con su hijo, quien sufría un retraso mental severo.
Cuando empezó con esta molestia, visitó el médico de la EPS y este la derivó a un urólogo. El especialista, tras revisarla, le recomendó algunos ejercicios que la mejoraron un poco, sin embargo, utilizó pañal -por temor- hasta el último de sus días.
Fundamentación
Para entender esta condición se entrevistó al urólogo Mauricio Plata Salazar, jefe del Departamento de Urología de la Fundación Santa Fe de Bogotá. Lo hizo justo en agosto, cuando se celebra el Mes del Adulto Mayor. Dijo que esta patología complica, mayoritariamente, a pacientes de este grupo etario.
"Es la pérdida involuntaria de la orina, que puede ocurrir por muchos factores. A medida de que aumenta la edad, aumentan los síntomas. La incontinencia en hombres y mujeres, mayores de 65 años, es mucho más alta; aunque también puede darse en pacientes de menor edad", explicó Plata.
El experto puntualizó que los mayores pueden padecer enfermedades que empeoran la incontinencia urinaria. Agregó: "Algunos ingieren medicamentos que los afectan. Casi siempre tienen inhabilidades que no les permiten llegar al baño más rápido que una persona joven".
Plata también respondió:
- ¿Cómo se diagnostica?
Cuando la persona llega a donde el médico y consulta por incontinencia urinaria, lo que se hace es iniciar con unas preguntas para identificar el tipo de la enfermedad que sufre. Después de eso se le examina.
- ¿Hay tipos de la enfermedad?
Si. Se conocen distintos tipos de incontinencia urinaria:
1. Incontinencia urinaria de esfuerzo
Es cuando se pierden los ligamentos de soporte de estructuras como la uretra y la vejiga, lo que lleva a que -cuando la persona hace un esfuerzo físico- se salga la orina. Ocurre con más frecuencia en las mujeres.
2. Incontinencia urinaria de urgencia
No se da por un problema de ligamentos, si no por un problema propio de la vejiga que no es capaz de almacenar la orina de una manera adecuada.
3. Incontinencia mixta
Asociada a la incontinencia de urgencia y a la de esfuerzo.
- Como en toda condición, se tienen factores de riesgo...
Los embarazos y los partos por vía vaginal son un factor de riesgo de incontinencia urinaria. Entre más número de partos se tengan de esta forma, se es más propensa a desarrollarla. El sobrepeso también pone en riesgo a los pacientes. Es decir, todo lo que genere una alteración en el piso pélvico puede producirla.
También hay factores genéticos que pueden desencadenarla, como poblaciones que son más propensas a sufrirlas. Hay diferencias sutiles que indican que la raza hispánica y la latina tienen una mayor prevalencia de la condición, si se les compara con la raza afrodescendiente.
El envejecimiento en el ser humano también. Eso hace que los tejidos de la vejiga no se contraigan de la manera adecuada. Igual deben contarse factores desde el punto de vista psicológico, en el que deben detallarse situaciones como la ansiedad y la depresión, rasgos que son mucho más frecuentes al final de la vida.
- Grados de severidad...
Tenemos una escala para medir la severidad de la incontinencia entre leve, moderada y severa. Eso lleva a saber qué tan comprometida está la calidad de vida del paciente, al que se le comparte cual es la mejor opción de tratamiento.
- ¿Se hacen exámenes complementarios para definir el tratamiento?
En algunos pacientes se hacen exámenes especializados. Se puede realizar una urodinamia, que nos permite ver cómo se contrae la vejiga y cómo funciona el tracto urinario, esto para entender lo que sucede.
Con esa información, decidimos qué tipo de tratamiento se le hace a la persona. Por ejemplo, si una paciente tiene una incontinencia urinaria de esfuerzo o de urgencia leve, es probable que se haga una terapia conservadora, que es una rehabilitación del piso pélvico. Es hacer ejercicios de fortalecimiento muscular guiados por una fisioterapeuta, pero indicados por un médico. Así, eventualmente, se logra sacar el tema adelante.
- ¿Qué pasa cuando no basta con eso?
Si la incontinencia urinaria no responde a la rehabilitación con los ejercicios o el paciente tiene una forma moderada o severa de la enfermedad, se opta por opciones diferentes.
En el caso de la incontinencia de urgencia, están los fármacos que pueden ayudar a controlarla. La función que tienen estos medicamentos es la de relajar la vejiga, que llevan al paciente a orinar de una forma más tranquila y con menos afán.
Sin embargo, hay pacientes que no mejoran con los primeros medicamentos y lo que se hace es combinar algunos de ellos o pasar a las terapias de tercera línea. De las que hay dos fundamentales: La terapia eléctrica o la aplicación de botox dentro de la vejiga, para paralizar los músculos de este órgano del cuerpo.
También está la estimulación del nervio tibial, que está en la pierna. Se le pone una aguja, por la que se emite una corriente que va a hacer que se inhiban las contracciones normales de la vejiga.
En la incontinencia de esfuerzo, también hacemos rehabilitación como primera opción, pero en aquellos que es moderada o severa, optamos por la cirugía, de la que hay varias opciones. Ahora son mínimamente invasivas (incisión del área genital, antes era por el abdomen). Tratamos de reparar el ligamento que se rompe y se reemplaza por un ligamento sintético. Esta operación es ambulatoria y la incapacidad es menor. Las tasas de rechazo son bajas. La otra opción es la colocación de una inyección abultante en la uretra.
- ¿Qué tan exitosa puede ser una cirugía?
Ninguna operación tiene garantizado el éxito en un 100%. Todos los procedimientos tienen posibilidades de falla. Eso depende de varios factores, pero -regularmente- la tasa de efectividad está por encima del 85%
Sobre el uso de pañales y protectores
En cualquier tipo y nivel de incontinencia, los pacientes pueden utilizar esos elementos de protección, según el urólogo Mauricio Plata Salazar: "La idea es poder sacarlos de eso, ya que ello es muy estigmatizante. Algunos hacen dermatitis amoniacales. Así se lastima e irrita la piel, hay crecimiento de hongos y de bacterias anormales".
Prevención
Los buenos hábitos urinarios ayudan a prevenir la incontinencia; también el consumo suficiente de líquidos.
"La micción por horario es una de las principales cosas que se deben hacer. Es como ponerse horas para ir al baño. Se podrían poner la meta de hacerlo cada dos horas", aconsejó Mauricio Plata Salazar.
Foto | Cortesía | LA PATRIA
Mauricio Plata Salazar.
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