B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA |MANIZALES
La vida de Henry Alejandro Corredor Salamanca transcurre por estos días a paso lento y se podría decir que en piyama.
Admite que si estuviera soltero ya estaría en Colombia, pero no le parece justo dejar sola a su esposa, nacida en China, un país abrumado por el coronavirus.
“Lo que más me afecta es el encierro. Al comienzo me sentí muy solo, porque el cambio de rutina es estresante. Llamar a mi familia fue el aliciente para desahogarme”. Sin embargo, hay otros a los que les tocó consultar las líneas de atención del gobierno, no solo por la cuarentena, sino por tanta información terrible. “Esto abruma”, dice.
Hoy, después de un mes, asegura que se acostumbró. “Aquí el virus se propagó sin control durante mes y medio. Los centros educativos no pueden abrir hasta la segunda semana de marzo y el comercio cerró, aunque ya comenzaron a laborar a media jornada”.
Un chino más
Corredor nació en Aguadas, creció en Manizales y hoy dice que es un “chino más”. Hace tres años vive en ChengDu, provincia de SiChuan en China. El año pasado se casó con WangXue y hace tres fundó una escuela de español, su objetivo es abarcar el mercado nacional, por eso quiere mover sus clases para internet.
Este trabajo le ocupa gran parte de su tiempo, rutina que según él, cambió radicalmente el 23 de enero de este año, cuando el gobierno chino dictó la normativa de cuarentena en el país.
Al comienzo cerraron entradas y salidas de las ciudades, sobre todo en Wuhan, la extensa capital de la provincia Hubei, donde se originó el coronavirus (covid-19), el virus que hoy tiene al mundo temeroso de que se produzca una pandemia.
Según cifras de la OMS, hay 84 mil 124 casos reportados y 2 mil 867 muertos. Añadió que fuera de China se han detectado hasta ahora 4 mil 351 casos en 48 países, con primeros contagios en México, Nigeria, Nueva Zelanda, Dinamarca, Estonia, Lituania y Países Bajos.
La OMS indicó que, en las pasadas 24 horas, China reportó 329 nuevos afectados, el número más bajo en más de un mes, pero "el continuo incremento de países afectados en los últimos días es una obvia preocupación", que llevó a los epidemiólogos de la OMS a aumentar el riesgo a muy alto.
Unidad
Lo que preocupa, según Henry es que las personas mayores son las que menos se cuidan, sobre todo en los pueblos. De ahí que la Policía tiene mucho trabajo al vigilar que no jueguen cartas en sitios públicos o que se reúnan en grupos grandes a comer. Esto, según las autoridades, es un caldo de cultivo para el contagio.
Para ilustrar un poco esta realidad, Henry cuenta que en el momento en que comenzó la cuarentena en ChengDu, él y su esposa estaban en el pueblo de ella, donde hay una autopista de alta velocidad. Ese día la cerraron y controlaban el paso por las vías alternas. “Tocaba hacer una fila, mientras unas personas tomaban la temperatura a quienes estuvieran dentro del carro. Una vez que verificaban, podían ingresar a la ciudad".
La primera vez que entraron al barrio unos voluntarios inscritos al partido y personal de policía les tomaban los datos. “Preguntaban de dónde veníamos, medían la temperatura y la registraban”. Para ello, mostraban su documento de identidad y se les negaba el ingreso a quienes no fueran del barrio.
Una vez por semana tocaban a la puerta, verificaban quiénes estaban y les tomaban la temperatura. Luego la cuarentena se puso más seria y le asignaron a cada casa del conjunto una tarjeta, solo quien la tuviera podía salir, es decir, uno por casa.
Esto se dio porque hace dos semanas los contagios subieron más rápido, por eso las medidas fueron más estrictas. Sin embargo, pasan los días y los que cuidan la puerta ya ni siquiera revisan la tarjeta, por eso hoy Henry y su esposa salen de compras sin problema.
A la oficina, en el centro de la ciudad, Henry no puede ir porque recién comenzó la medida y al verificar en un mapa los casos de coronavirus, su lugar de trabajo estaba rodeado de centros de contagio. Desde entonces está en la casa la mayoría del tiempo y día de por medio baja con su esposa al primer piso a dar una vuelta, y cada tres o cuatro días van de compras.
“La tomamos suave. Todo el mundo vive en piyama, como lo hacemos nosotros dentro del conjunto. Hacemos una vida, entre comillas, normal”, concluye.
Realidad
A comienzo de mes se conoció la noticia sobre la muerte de un médico, situación que removió las entrañas de la sociedad china, que aparte de apoyar al partido cree mucho en el gobierno, aunque saben que esconde y censura cosas. “El médico que falleció alertó a sus colegas de un virus peligroso que se podría volver una pandemia, en diciembre el gobierno lo detuvo, le hizo firmar un acta porque estaba atemorizando a la gente, luego la Policía lo detuvo. Ese doctor se enfermó por el virus y murió a comienzo de este mes”.
Cuenta que era un médico joven, casi de la edad de Henry, 34 años. Este hecho, cuenta el colombiano, la sociedad china lo sabe y lo lamenta. “Es como un punto de partida para hacer pensar a la gente que la libertad de expresión es necesaria. Tiene que ser el primer acto de muchos para hacer que esto cambie, aunque creo que este hecho se olvidará pronto”, asume.
Frase
"Confío en que las autoridades de salud hagan un buen trabajo en caso de que el virus llegue a Colombia. El personal médico, los equipos y establecimientos en China y Colombia son parecidos. La medicina colombiana es buena, lo que está en pañales es el sistema, por ejemplo las citas y el plan de ataque del coronavirus no puede ser con el conducto regular de la EPS, eso hay que atenderlo ya".
Historia
En el 2011 viajó a Taiwan, pequeña nación insular a 180 km al este de China. Su objetivo era aprender chino.
Dos años después se fue para ChengDu, en la provincia de SiChuan en el suroeste de China y al lado del Tibet. Esta idílica ciudad concentra una población que roza los 16 millones de habitantes y es el destino preferido del turista nacional por su buen clima durante todo el año, la hospitalidad de sus gentes y por albergar al panda gigante, otro símbolo de este idílico lugar del que nadie se quiere marchar.
Recomendaciones
* Una cosa es estar prevenido y otra cosa es tener miedo. Lo ideal es acatar las medidas de las autoridades de salud.
* Si no está en contacto con gente que va y viene del exterior, si tiene un círculo social cerrado, si poco sale de casa, no tiene por qué asustarse.
* Si usted trabaja en un aeropuerto, en un restaurante o es taxista sí debe ser precavido.
* Las medidas son las mismas para evitar gripas, lavarse las manos, desinfectar las cosas que se manipulan con las manos, usar los tapabocas o mascarillas adecuadas.
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