Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
El turno de la madrugada del lunes en el BYR marcó a dos funcionarios de este organismo de socorro. La paramédica Ángela Tatiana López Ospina; y el conductor de ambulancia, Mauricio Ocampo, llegaron al nacimiento de Antonella y colaboraron en la posterior atención de Mariluz Loaiza, madre de la pequeña.
Un llamado de las 6:14 a.m., que les llegó a través del 123, los llevó al barrio Cervantes. Sabían que una gestante, en trabajo de parto, requería traslado, pero cuando llegaron al sitio, Loaiza ya tenía a la niña en sus brazos. Sucedió en la casa de una vecina de la madre. La pareja de Loaiza la ayudó.
"Ella había salido a abordar un taxi en la calle, pero no aguantó más. Ahí entró a esta casa y, a nuestra llegada, la niña ya tenía un minuto de nacida, gracias a Dios en muy buenas condiciones. De ahí ayudamos a terminar el proceso de la madre, porque ya habían cortado el cordón umbilical y luego las trasladamos a la Clínica Versalles", dijo López.
La paramédica recomendó que, ante situaciones similares, lo que debe hacerse es llamar a un organismo de socorro en el menor tiempo posible y seguir las indicaciones de quien responda al llamado; mientras llega quien ayude en la calamidad.
"El personal de las ambulancias está preparado para cualquier tipo de atención, de accidentes o de otro tipo, pero algo así conmueve mucho. Es ayudar a alguien a llegar a la vida. Ahora la familia está bien y feliz, lo que me llena de satisfacción", agregó López.
Ocampo, el conductor del vehículo, mencionó que después de asistir tanto accidente, un evento de este tipo le produce alegría. Subrayó que su labor tiene -regularmente- otra finalidad, pero que es bueno que la gente sepa que se tienen otras funciones.
Loaiza, que fue dada de alta ayer y que ya está en su casa junto a su compañero, la bebé y sus otras tres hijas, agradeció al personal que le prestó el servicio. De estos dijo que fueron muy nobles y que hicieron muy buen trabajo en una situación complicada.
Orgulloso
Luis Fernando López Gómez, director general de la Fundación de Paramédicos Búsqueda y Rescate Ser-BYR, añadió que fue muy satisfactorio para su institución la atención de este caso, pues las pacientes pudieron ser trasladadas bien a un centro asistencial.
"El ayudar en partos de emergencia tiene un lugar privilegiado en lo privado, ya que es una vida nueva que llega al mundo. Cosas así nos llenan de positivismo para seguir atendiendo otras emergencias. Me siento orgulloso del personal con que cuento", concluyó el funcionario.
Nacimientos sorpresivos
* Una habitante de la vereda La Linda, de Viterbo (Caldas), atendió su propio parto a las 11:55 a.m. del 2 de marzo del año pasado. Desconocía que estaba en embarazo, unos cólicos le avisaron que algo en su cuerpo no estaba bien. La emergencia no le dio tiempo de ir al pueblo, que queda a 35 minutos de su lugar de residencia.
* El martes 29 de octubre, un niño nació en un taxi, justo cuando llegaba a la Clínica San Cayetano de Assbasalud, en Manizales. De inmediato, el personal de la institución salió para socorrer tanto a la madre como al bebé, a quienes ingresaron al lugar para terminar los procedimientos respectivos. Sucedió a las 3:07 p.m.
* En Puerto Paz, reconocido sector de La Galería, nació el pasado 26 de agosto un niño que responde al nombre de Armando. Activos de la Policía Metropolitana atendieron el caso que conocieron a las 7:00 p.m. y que pedía ayuda para una mujer venezolana.
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