Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
La sede en construcción de la Fundación Alejandra Vélez Mejía huele a esperanza. La arena mojada y descargada en las afueras del sitio es muestra de actividad y avances. Los obreros están allí en la estructura metálica que aún se deja ver. La obra ayudará a menores, de estratos bajos, en su lucha contra el cáncer.
De la casa vieja (carrera 27 No. 49 - 72, contigua a la Corporación Rafael Pombo) que adquirieron para su propósito, ya solo queda el recuerdo. Entre ladrillos, cemento, andamios, escaleras, se avizora el sueño de sus administrativos y colaboradores, que llenará de fe a otros.
La institución ha sido una cara amable para las familias que han tenido que ver cómo sus pequeños sufren con la patología. En 27 años de labores, han intervenido cerca de 10 mil casos, 300 de ellos vigentes.
El proyecto
Gloria Cecilia Betancurt, directora de la Fundación, habló de los avances del proyecto que tiene un presupuesto total de $2 mil 100 millones. Hasta el momento van ejecutados $927 millones.
"Hay alegría, estamos en una plenitud infinita. Esto está tomando forma. Todos los días tiene un avance, gracias a las mil manos de empresarios y particulares que se han vinculado", mencionó Betancurt.
Se conoció que en los tres pisos que tendrá la edificación, se adecuarán espacios para el acercamiento y recreación con las familias, se tendrá un auditorio y, entre otros, locales para alquilar, con los que se quiere hacer autosostenible el sitio.
"Todavía faltan muchos detalles. Espero que lo que se necesita, salga del corazón de la comunidad", especificó la directora.
Jessica Gil Velásquez, ingeniera civil residente, detalló que los colaboradores han entregado material, han prestado equipos, donado tiempo, todo desde sus posibilidades.
"En este momento estamos terminando la obra negra. Ya estamos haciendo cerramiento y nos queda faltando la cubierta para pasar a los acabados, en lo que nos podríamos demorar unos tres meses. Tengo mucha ilusión de ver el edificio finalizado", dijo.
Los trabajos en el punto se iniciaron antes de desatarse la emergencia sanitaria por el coronavirus. Habían demolido la estructura previa, pero se vieron obligados a suspender trabajos.
El ingeniero electricista Mauricio Salazar Sierra diseñó la obra desde lo eléctrico, también como aporte a la Fundación. El piloto que participó en el Rally Dakar en varias oportunidades, es sobreviviente al cáncer, y sabe lo que sienten los pacientes con esta condición.
Salazar contó cómo se consiguió parte del dinero con el que se empezó: "Mi compañero Mauricio y yo corrimos por la Fundación. Lo hice en razón a que había sufrido la enfermedad en dos oportunidades. Se recogieron unos recursos que fueron el primer paso para alcanzar el objetivo".
Concluyó: "Hoy no tenemos la plata para terminarla, pero confiamos en que se conseguirá. Gracias a Dios no nos ha faltado un peso. Siempre avanzamos, gracias a la solidaridad de la gente".
¡Done!
Los interesados en apoyar a la Fundación Alejandra Vélez Mejía pueden escribir al correo direccion@fundacionalejandravelez.org o llamar al número celular 3147714382. A través de ellos se resolverán las inquietudes.
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