
B. Eugenia Giraldo*
LA PATRIA | MANIZALES
El panorama de la salud en Caldas para este 2018 tiene aspectos a favor, pero también en contra. Se espera que queden atrás las quejas de los usuarios por el incumplimiento de unas EPS y que estas tengan un mejor músculo financiero para brindar una atención de calidad y estar al día con su red de prestadores.
Para las EPS este año comenzó con una nueva tarea. La puesta en marcha desde el 1 de enero de las nuevas rutas de atención, reforma que, en la medida en que se ejecute bien, beneficiará al usuario porque tendrá un servicio integrado, diferente a la fragmentación que existe hasta ahora, con mayores oportunidades y atención de calidad.
Todas la IPS deberán crear uniones temporales, alianzas estratégicas u otro modelo de asociación para brindar acceso efectivo a la red, detectar a tiempo y atender sin barreras enfermedades crónicas como los cánceres, el riesgo cardiovascular y la malnutrición, entre otras.
Hay que reconocer que el Ministerio de Salud hizo su esfuerzo para reducir costos con las listas de exclusiones y el control de precio de algunos medicamentos. Sin embargo, para algunos analistas, el problema es de recursos y no hay solución. Por el contrario se agravará porque liquidaron unas EPS y no han pagado la deuda, caso Saludcoop y Caprecom.
Aducen que lo que les paga el Estado a las EPS es insuficiente, lo que genera desfinanciación y luego la de los prestadores. Como solución proponen cerrar el Plan de beneficios y fijar una Unidad de Pago por Capitación (UPC) que permita cubrirlo.
Como resultado continuaría la mala atención, porque hay EPS que funcionan por debajo de sus puntos de equilibrio financiero, otras liquidadas y con las necesidad de trasladar usuarios de una a otra, lo que ocasiona mala calidad en el servicio. Es el caso de los usuarios de la S.O.S. que pasaron automáticamente a Medimás y que ahora en febrero tienen la oportunidad de cambiar de EPS.
Lo que sucedió el año pasado con la recién creada Medimás y su mala atención demostró que no está preparada para atender a sus 5 millones de usuarios. Los deficientes servicios fueron como un déjà vu para sus afiliados, por la huella que les dejó su anterior EPS, Cafesalud.
Lo que preocupa es que detrás están los mismos de Saludcoop, lo que hace presumir que los vicios se pueden repetir y también termine liquidada.
De estos inconvenientes tampoco se escapan los afiliados de otras EPS. Por ejemplo, Coomeva asegura que ahora sí cuenta con una red en Manizales por lo que sus usuarios ya no tendrán que viajar a Pereira para cirugías o atención con especialistas. Sostiene, además, que las cosas mejoraron desde noviembre pasado y que llegó a un acuerdo para el pago de la deuda con los gerentes de hospitales de los 14 municipios de donde se retiró en Caldas.

De la mano de infraestructura llegarán buenas noticias. Se espera que en marzo se conozcan los diseños y estudios para el Hospital Santa Sofía y el cierre financiero para dicha obra.
También estarán en la mesa y por realizar los diseños, estudios y cierre financiero de la construcción de los quirófanos para cuatro hospitales de mediana complejidad: San Marcos en Chinchiná, Felipe Suárez en Salamina, San Juan de Dios en Riosucio y San Isidro en Manizales, que también ingresará en esta categoría.
La segunda etapa de las obras en el San Félix de La Dorada, que comenzaron el año pasado, ya se culminaron (foto). El propósito es que los tres quirófanos y las dos salas de parto se terminen en abril próximo. Esta obra tiene un costo de $2 mil millones, con recursos de la Territorial de Salud de Caldas por $800 millones, el Ministerio de Salud aportó $900 millones y el Hospital, $300 millones.
Para los prestadores, hospitales y clínicas, el panorama se torna más exigente. Un caso concreto en los públicos fue el del Hospital de Salamina, donde la Nueva EPS le retiró servicios porque contrató con una IPS privada, no solo porque tienen libertad de contratación, sino por abaratar costos y ofrecer una atención integrada. Por eso, este año los hospitales tendrán que adecuarse y tener una mejor oferta para competir con las nuevas IPS que llegarán a los municipios.
En cuanto a los privados, seguirán con unas rotaciones muy altas, tratando de sostenerse sin la totalidad de los recursos y con la dificultad para recuperar la cartera, pues persisten los vicios de unas EPS que no se ponen al día, lo que los obliga, como fue el caso del Hospital San Félix de La Dorada a optar por el cobro coactivo contra Coomeva que le debía mil 200 millones de pesos y le proponía pagarlos en cinco años. Gracias a esto, la EPS pagó el total más intereses, lo mismo sucedió con Convida y con Salud Dorada, lo que resolvió en parte el problema financiero de la entidad.

Foto | Archivo | LA PATRIA
Si no se toman medidas, el brote de malaria se puede incrementar y afectar a otras zonas del río Cauca, como Palestina en Caldas e Irra en el departamento de Risaralda.
En Caldas hay grandes retos por el incremento de enfermedades conocidas como reemergentes entre ellas el sida, la tuberculosis y la malaria. Aquí, el sistema en cabeza de la Dirección Territorial de Salud de Caldas tendrá que coordinar toda la red y garantizar que las EPS atiendan de manera preventiva a la población.
El problema es que estas últimas se convirtieron en organizaciones urbanas y no programan actividades que garanticen el control de dichas enfermedades. Además, la malnutrición y las barreras para acceder al sistema de salud son las principales causas de que estas se presenten. Por eso, este año se deberán incrementar las búsquedas activas, para identificar tempranamente a los portadores de bacterias, micobacterias y virus y cubrir a todos los contactos cercanos para controlarlos mediante inmunización.
Un indicador positivo que se da por primera vez en el departamento es en aseguramiento, que superó en el último año la cifra de afiliados al régimen contributivo con 443.443 con respecto al subsidiado que fueron 394.662, sin contar con el régimen de excepciones (Magisterio, Policía, Ecopetrol y Ejército) que llegan a 20.662, lo que revierte la tendencia que se da en el país y que en parte desequilibra el sistema. Esto tiene sus peros, falta identificar a la población sándwich que no está registrada porque no tiene los suficientes ingresos para ingresar al contributivo o el nivel para estar en el subsidiado.
Para realizar este trabajo se consultó a Juan Eduardo Zuluaga Perna, director de Confa; José Norman Salazar, director del Centro de Derecho Médico; Carlos Humberto Orozco, exsecretario de Salud; Jaime Alberto Valencia, decano de Economía de la U. Autónoma de Manizales; Gerson Bermont Galavis, director de la Territorial de Salud; Juan Carlos Gómez, gerente del Hospital Infantil de la Cruz Roja de Manizales, y Luis Eduardo Céspedes, del Hospital San Félix de La Dorada.
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