
Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
No ver bien, no escuchar claro, ser muy inquieto y el bajo rendimiento académico a razón de estas y otras situaciones son los orígenes más frecuentes de las reuniones que sostienen los directivos con los padres de familia, los cuales deben propugnar por las mejores condiciones para su desarrollo.
Las citaciones de la institución educativa donde se encuentre su hijo a causa de su mal desempeño pueden ser, en teoría, tan solo una posibilidad, si antes de comenzar el periodo escolar usted lo conduce a una serie de exámenes médicos para prevenir alguna condición orgánica.
Preventivos
El pediatra Carlos Correa explicó cuales son esos exámenes médicos básicos que todo menor de edad debe aprobar antes de el ingreso a clases. Puntualizó que de ello depende el éxito en la academia y como construyan su futuro basados en esta:
1. Valoración visual. "A los niños se les debe garantizar una buena salud visual, de allí la importancia de efectuarles un examen oftalmológico que proporcione información de cómo están en este sentido", resaltó el galeno adscrito al Centro Médico Infantil Santa María.
Correa aseguró que durante los primeros cinco años de vida el examen debe ser anual y que, a partir de ahí, se debe hacer cada dos años.
2. Valoración auditiva. "Debe hacerse un estudio a fondo que, dependiendo la edad del menor, se llama transmisiones acústicas (en niños de tres meses en adelante a los dos años) o audiometría (mayores de dos años). El correcto funcionamiento de este sentido hace que estén más atentos y que tengan mejor comprensión de los temas", resaltó Correa.
3. Valoración de peso y desarrollo. El especialista contó que esta revisión da cuenta de cómo está el menor de edad en comparación con la población en general de su rango de edad. "Sirve para observar que no hayan problemas nutricionales ni de crecimiento", subrayó.
4. Valoración psicomotriz. "A través de este se revisa que el infante tenga un desarrollo acorde con los parámetros de su edad. Se valora la parte motora gruesa, la fina, la destreza manual y el lenguaje. Dependiendo de sus estado se determinará el tratamiento", explicó Correa.
El profesional mencionó que dichas valoraciones determinarán el camino a seguir, es decir, qué exámenes adicionales se deban practicar para tener un mejor diagnóstico y así tomar los correctivos necesarios: "Pueden necesitarse exámenes de sangre, de orina, radiografías, etc. También habrá que valorar los antecedentes familiares".
Responsabilidad
Según Correa, muchos de los pacientes que llegan a los consultorios pediátricos lo hacen por que en el colegio detectan alguna situación anómala y que no siempre las quejas de los docentes o administrativos se deben a razones físicas, que van más allá.
"Los niños están demasiado inquietos, no prestan atención y no se concentran. Eso puede ser un motivo. Tienen una baja actividad, son apáticos, están deprimidos o empiezan a dar muestras de trastornos psicológicos y nutricionales", exaltó Correa.
El médico señaló que los profesores tienen mucho que ver en detectar lo que les pasa a los infantes. Advirtió que están mucho tiempo con ellos y que pueden compartir, incluso, más espacio del que tienen los niños con los progenitores en sus casas.
Consultas
Correa dio cuenta de los principales motivos de consulta de los menores de edad en etapa escolar. El primero es el trastorno de déficit de atención e hiperactividad: "Es un diagnóstico repetitivo de los niños que no atienden a clase. No se concentran, les va mal en los resultados. Los menores no tienen la culpa en estos casos, nacen con la condición genética", reveló.
Estos pequeños necesitan entrenamiento y apoyo, al igual que sus padres, según el pediatra, y que en estos casos los docentes y directivos deben ser informados de la condición para que sepan que si se comportan así no es porque quieran sino por una razón que debe examinarse.
"Necesitan manejo médico y terapia ocupacional para inducir el comportamiento. El apoyo llega a extenderse por muchos años", contó Correa.
Los problemas de alimentación también son una causa de arribo a los consultorios médicos, puntualizó Correa. Recordó que hay menores de edad que refieren síntomas de bulimia (deseo compulsivo de comer con posterior provocación de vómito) y anorexia (rechazo a los alimentos por miedo a engordar), condiciones en las que se necesita apoyo psicológico.
El consumo de drogas y alcohol son otros de los problemas que llegan a la consulta, especificó Correa: "Esto se da casi siempre en los adolescentes y ahí se necesita un trabajo más grande que requiere de la ayuda de los padres, la familia y del colegio".
Salud oral
Liliana García, especialista de la Clínica Coodontólogos, recomendó una visita al odontólogo antes de que los menores de edad empiecen el año escolar: "Es importante ver cómo está el niño y eso permitirá intervenir de inmediato si se requiere".
La profesional indicó que en esa visita el infante debe recibir indicaciones de cómo cepillarse adecuadamente y de qué compuestos puede alimentarse para mejorar su estado físico.
Vacunación
El pediatra Carlos Correa hizo hincapié en la inmunización. Dijo que es muy importante que los pequeños completaran el Esquema Nacional Gratuito de Vacunación (ver esquema en www.lapatria.com) y que a lo largo de su vida se aplicarán los refuerzos de los biológicos correspondientes.
"De no hacerse así, se pone en riesgo la salud de sus hijos y la de otros niños. Hay enfermedades prevenibles con vacunas. Es una práctica para toda la vida", concluyó.
Después de la recomendación médica, vale resaltar que según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna es una excelente terapia de inmunización para los niños.

Foto | Colprensa | LA PATRIA
Pertinente
Noelba Calle, psicorientadora de la Institución Educativa Santa Luisa De Marillac de Villamaría (Caldas), habló de la importancia de las revisiones en salud. "No solo en los niños, también en los adolescentes y en todo aquel que lleve un tiempo de vacaciones. Es muy pertinente para que entren en buena forma a estudiar".
Malnutridos
Los problemas nutricionales en la primera infancia (hasta los cinco años) son una preocupación mundial. En 2012, unos 17 millones de niños sufrieron de malnutrición, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La entidad expuso en un comunicado que la malnutrición aguda o grave hace a los niños más vulnerables a patologías que requieren tratamientos complejos, que de no hacerse a tiempo, traen la muerte del infante.
En el documento también se expuso que la mayoría de los niños pueden ser tratados satisfactoriamente en el hogar con alimentos balanceados y que se estima que en 2012 había 162 millones de menores de cinco años que padecían retraso del crecimiento y 99 millones con bajo peso.
Prevenir los decesos
Las muertes infantiles son prevenibles con intervenciones prácticas de bajo costo (citas médicas de control) y atención primaria eficaz hasta los cinco años de edad. Así lo advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015