Luis Fernando Rodríguez
LA PATRIA | SALAMINA
624 afiliados a Coomeva, en Salamina, deben viajar hasta Aranzazu para recibir atención ambulatoria (laboratorio, odontología, medicina general y medicamentos).
Desde el pasado 30 de mayo solo reciben el servicio de urgencias en el Hospital Felipe Suárez de Salamina.
Esta situación se complicó tras el cierre del Centro Médico Salamina IPS, debido a las deudas de las EPS, entre ellas Coomeva.
Dora Nelly Rojas Marín, directora la oficina de Coomeva en Manizales, envió un oficio el 29 de junio a la Alcaldía en el que ratifica que mientras no haya nuevos contratos, el Hospital de Salamina atenderá las urgencias y los servicios ambulatorios los recibirán en el Hospital San Vicente de Paúl, de Aranzazu.
Iván Fernando Abasolo, gerente del Hospital Felipe Suárez de Salamina, manifestó su preocupación porque los usuarios de Coomeva al no contar con más servicios acuden por urgencias, lo que llevó a un colapso de esta área en el centro asistencial.
Aseguró que le presentó una propuesta a la EPS, pero no ha recibido respuesta y Coomeva solo refiere que tiene contrato con el Hospital de Aranzazu, pese a que incumple con la ley 1438, que dice que debe contratar directamente con las IPS que hay en Salamina.
Los usuarios enviaron un derecho de petición a la EPS en el que solicitan la normalización de la atención y reclaman la devolución de los recursos cancelados por la prestación de un servicio que nunca se dio desde el 30 de mayo y en ocasiones restringido, desde marzo del 2017.
Se preguntan por qué la EPS se niega a contratar, si en Salamina hay prestadores de salud certificados y habilitados para atención de primer nivel en salud y cuestionan si Coomeva está dispuesta a correr con gastos de traslado, teniendo en cuenta que la mayoría de usuarios requiere acompañante.
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El traslado de Salamina a Aranzazu tarda entre 30 y 45 minutos.
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A una mujer, de 76 años, se le paralizó el lado izquierdo de su cuerpo a causa de un derrame cerebral. Sin servicios en el municipio, Jorge Hernán Moncada, su hijo, aseguró que por las condiciones de salud de su madre y los costos que esto genera no puede desplazarse con ella todos los meses a Manizales. Aseguró que intentó comunicarse con la EPS y que nunca le contestaron. “Coomeva nos dejó tirados. Esto pone en riesgo la vida de los usuarios al no poder acceder a controles y tratamientos”.
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Laura Camila Castrillón
Mi abuela es una paciente terminal, sufre de asfixia y osteoporosis. Le pedimos a Coomeva que la atienda aquí en Salamina, porque no podemos llevarla a Aranzazu. Cada mes tiene una cita general en Pereira y como está muy enferma no hemos podido ir.
Amparo Velásquez Márquez
No es justo que estas personas que han pagado su salud terminen humilladas y arrastradas. Pedimos que se nos atienda y no queremos en Salamina muertes por la carencia de atención clínica y medicamentos.
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