En Los Pomos conviven con la leishmaniasis

LA PATRIA | Manizales

"Usted está viviendo con la leishmaniasis". Esta es la frase que resalta en un letrero colgado en una casa abandonada con un lodazal, ubicada al lado del Colegio Dulce Nombre, en la vereda Los Pomos de Samaná (Caldas). En el municipio se han registrado 46 casos de lehismaniasis en lo que va corrido del año y es la zona que más pacientes infectados registra. El año pasado reportó 51 casos.

Eso lo sabe muy bien Daimer Valencia, de 13 años, quien resultó contagiado a finales de febrero y solo hasta hace 21 días recibe tratamiento en el Hospital San Félix, de La Dorada. Su madre, Luz Magnolia Rodríguez, asegura que el niño tenía una peladura en la parte superior del pie, pero no mostró otro síntoma.

"No le dio fiebre, vómito ni diarrea. La herida la tenía muy fea y lo llevamos al hospital de Norcasia. Allá le mandaron antibióticos y cremas, porque al parecer era una dermatitis aguda. Regresamos a la finca, pero le veíamos el pie muy mal, entonces volvimos al centro asistencial y allá lo hospitalizaron por ocho días", comenta.

Luz Magnolia explica que el médico pidió una biopsia pasados 15 días y luego de practicarle exámenes particulares de sangre le diagnosticaron leishmaniasis

"Hace 21 días le aplican unas inyecciones y está mucho mejor. Es la primera vez que alguien de la familia resulta infectado y no tenemos ningún cuidado en la casa. Para nosotros convivir con el mosquito es normal; por acá no se ve nadie de saneamiento haciendo campañas de prevención", señala.

Y es que en la casa de Daimer puede haber un nuevo infectado. Su hermano Jimmy de, 8 años también tiene una peladura similar, pero en su codo derecho, a pesar de que la primera prueba de sangre le salió negativa le dijeron que debía seguir en monitoreo. "El niño está donde un hermano en La Dorada mientras Daimer sale del hospital. Esperemos que podamos volver a la finca", concluye Luz Magnolia.

De dos tipos

Héctor Uriel López, gerente del Hospital San Félix de La Dorada, aseguró que los pacientes remitidos del oriente de Caldas son atendidos en el centro asistencial porque son casos que requieren de atención especializada. "Si la leishmaniasis es cutánea el manejo es con tratamiento médico y luego de exámenes se le puede dar de alta, pero si es visceral el peligro es muy grande y se puede agravar en cualquier momento. Afortunadamente las que han llegado aquí solo han sido cutáneas", manifiesta.

Gerson Bermont Galavis, director Territorial de Salud de Caldas, explica que la entidad tiene una línea especial de manejo de la enfermedad y aclara que si se revisan los datos históricos los casos han disminuido en Caldas.

"Con el cambio de temperatura y los fenómenos ambientales, en especial en el oriente de Caldas como Samaná Norcasia y Pensilvania seguimos haciendo una tarea muy fuerte. Desde la Territorial garantizamos los tratamientos y los medicamentos para los pacientes afectados, pese a que somos conscientes de que el vector no va a desaparecer nunca", indica.

Agrega que el contagio crece en esas zonas porque la población acude a las zonas selváticas en busca de explotación de minería ilegal y madera.

Qué es la lehismaniasis

Jorge Raad Aljure, médico laboratorista explica que la leishmaniasis es una enfermedad infecciosa transmitida por la picadura de un zancudo que puede producir tres tipos de infección: cutánea, mucocutánea y visceral.

"Generalmente la infección no pasa más allá de la piel. Las úlceras que produce la picadura suceden porque el parásito empieza a reproducirse dentro de las células que están debajo de la piel y cuando estas se llenan de parásitos se produce la lesión".

Agrega que el pronóstico de la enfermedad es bueno si se trata con medicamentos llamados antimoniales para combatir la infección. " En Colombia la leishmaniasis más común es la cutánea y es la que no se va para otros órganos. La lesión de la piel desaparece sola al cabo de unas semanas", concluye Raad.