B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Pasó de trabajar en diabetes y problemas metabólicos, en 1999, a integrar un equipo que facilita el cambio de sexo a personas que no están conformes con su condición."Esto se dio gracias a una ley que se aprobó en Andalucía (España) que dice que las personas con disforia de género se deben tratar de forma integral", asegura la experta en endocrinología Isabel Esteva de Antonio, quien estuvo en Manizales invitada por la Universidad de Caldas para participar en el Simposio de Sexología Clínica.
El equipo que conformaron incluye un psicólogo, un cirujano y Esteva actúa como endocrina. LA PATRIA habló con la expertasobre estos tratamientos, cómo los abordan y cuáles son las posiblescomplicaciones luego de la cirugía.
¿Hay un abordaje integral?
Son indispensables las tres especialidades. El psicólogo es quien valora el grado de sufrimiento que tiene esa persona, cómo se le puede ayudar y el grado que disforia de género que le incapacita para hacer una vida normal, es decir cuál es el grado de disconfort en todas las facetas de su vida.
¿Cuáles son las señales?
La persona no puede mirarse al espejo, decir su nombre, no soporta cuando se ducha. Hay una negación de su cuerpo, pero hay que aclarar que no es un enfermo mental, simplemente tiene un conflicto de identidad. El psicólogo no solo valora ese grado de sufrimiento, sino que evalúa si la persona es coherente con lo que dice y, por tanto, tiene una disforia o por el contrario pudiera tener un conflicto mental severo como la sicosis o el delirio.
¿Es el psicólogo quien primero aborda a la persona?
Sí, es quien nos ayuda a definir si la persona tiene claro lo que le pasa o hay que tratarla psiquiátricamente. Él es la puerta de entrada.
Edades
¿Desde qué edad hacen este tratamiento?
De todo. Hay un grupo considerable de niños y adolescentes.
Debe ser diferente con los niños...
Antes pensábamos que no llegaría casi ninguno y ahora hay 192,entre 5 años a 17 años. Con los de 5 a 12 años hay que tener mayor cuidado, además en esta etapa no tienen hormonas hasta que llegan a la pubertad. Lo que hacemos es atender sobre todo a las familias,escuchar la historia del menor y asegurar que ni es presionado, maltratado o vejado por su disforia, ni tampoco se le estimule como si fuera un capricho. Hay que dejar que ese niño juegue un poco consu condición y cuando se va acercando a los 12, si persiste, hay que bloquear la pubertad.
Es cuando usted empieza a trabajar en el sistema endocrino...
La intervención directa empieza a partir de los 12 años. Antes ya hemos escuchado su historia, le hemos explorado, observamos cómo evoluciona, sin medicalizarlo mucho y cuando persiste la disforia, y no ha desaparecido, hacemos nuestro trabajo.
¿Qué porcentaje persiste?
Desaparece el 70% de las disforias infantiles y solo persiste el 30%,tomando en cuenta series de 400 personas. Es decir, el niño vive una situación de "no sé que soy o no sé qué hago y luego se me olvida" y otras veces los padres o el colegio o lo que sea observa comportamientos de género extraños, que es distinto. Si está en una sociedad totalmente binaria: el niño tiene que jugar con camiones y la niña con muñecas, y si un pequeño es más suave o la niña es más bruta, entonces consideran que son anómalos. Esta no es una disforia, es un comportamiento de género, un poco cruzado, pero es la diversidad que tenemos en la sociedad y que hay que aceptarla y no agobiarse.
Con hormonas
Cuando persiste, comienza el tratamiento con hormonas...
Cuando empiezan a los 12 años o 13 años, lo que se hace es bloquear la pubertad durante un año o dos años. Empezamos a ayudar con un poquito de hormonas, haciéndole la pubertad contraria. Es decir, un niño para niña bloqueamos su pubertad masculina y dentro de dos años le ponemos un poco de estrógeno. Y una niña a hombre, paramos su menstruación y su desarrollo mamario y le ponemos dosis bajas de testosterona como haría un chico cuando tiene 14 años.
¿Con estos cambios hormonales hay rechazo en el organismo?
En esa edad no, es más fácil no poner dosis altas y cuidado con el daño que hacemos si nos pasamos. El dilema es que se está bloqueando la pubertad durante un par de años. El hueso queda un poco débil, en el niño el cerebro que estaba madurando en un sentido puberal se le detiene un par de años y se deja como más infantil. Ahora se están estudiando características psicológicas de desarrollo cerebral, de madurez cognitiva, por si paramos un poco la evolución de un adulto y lo perjudicamos.
¿Es más fácil detener ese desarrollo en la pubertad?
Reitero, primero debo asegurarme de que en ese niño persistió la disforia. Desde luego es más fácil para su vida posterior y para su cuerpo empezar a tratarlo. Lo que no se puede es llamar a que todo adolescente que tenga cualquier duda venga a la Unidad.
Con adultos
¿Cuando es con adultos, cómo es el abordaje?
Hay que darle marcha atrás a sus caracteres, a lo que la naturaleza le dio, ponerle la hormona contraria e incluirlo en lista de espera quirúrgica, pero lo que importa es a qué edad llega la persona. La edad media son 27 años a 29 años, pero también tenemos de 5 a 68.
¿Más hombres que mujeres?
1,9 hombres biológicos frente a 1 mujer biológica, no llegan al doble.
¿Con estos cambios hormonales qué enfermedades aparecen?
Hay que vigilar la hipertensión, el colesterol, los cambios de la glucosa. Hay que tener cuidado con tumores que sean hormodependientes, pero no salen demasiados si se hace con prudencia. El problema es la gente mayor que se ha tratado por su cuenta y sin control médico. Tienen más dificultades los chicos con la testosterona que las chicas con los estrógenos.
La experta española Isabel Esteva de Antonio comenta que en España algunas madres están presionando para que traten a sus hijos cuanto antes y no sufran. En la Clínica les explican que el niño o la niña debe esperar, jugar, estudiar, hacer deporte, sin hablarle mucho de la disforia, porque el no sufrir no significa ponerle límites.
"Quieren que se les cambie el nombre en los documentos, que se lesponga el uniforme escolar del otro sexo, llevarlos al juez y obligar al colegio para que les dejen entrar al baño del sexo contrario".
En estos casos lo que recomienda el equipo de trabajo es jugar un poco con la inteligencia de la ambigüedad. De lo contrario, aseguraEsteva, el niño estará empujado a seguir en ese sexo y no se le dará la oportunidad de pensar.
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