Vanessa Sánchez
LA PATRIA | Manizales
Doña Nelly, de 85 años, parece una máquina de picar papas en cuadros. No mira el cuchillo, ni la tabla. Saca una papa pelada de un balde y la parte en menos de un minuto. Se apura antes de que sean las 11:00 a.m. para echar el revuelto a la olla que servirá para las lentejas del almuerzo en Asoviejos.
De su labor se benefician otros 39 abuelos que comparten con ella el hogar desde hace10 años, cuando llegó como inquilina. Sigue picando papas, aunque pareciera cebolla, porque evoca con tristeza a sus familiares. Hace más de un año no la visitan. Rubén Darío Parra, presidente de Asoviejos, asegura que lo más difícil que los abuelos enfrentan es la soledad. “Las familias los traen aquí y están uno o dos meses pendientes de ellos. Luego los abandonan”.
Distribución
En este sitio y en otros 10 hogares más podrían quedar distribuidos los 105 abuelos del Hospital San Isidro. Hay tres propuestas que contempla la Secretaría del Desarrollo Social de Manizales: crear una fundación que le arriende las instalaciones al centro asistencial, que el despacho se encargue de los abuelos o los ubique en los centros que demuestren capacidad instalada.
La decisión se debe a que en el plan de viabilidad financiera, firmado en marzo del 2016, la Supersalud exige que el Hospital oferte la venta de servicios de mediana complejidad y deje de atender el asilo. Hasta el 31 de diciembre de este año alguna de las tres opciones debe tomarse.
A cargo
De acuerdo con José Waldo Salazar, secretario de Desarrollo Social del Municipio, hace dos semanas se reunió con 11 representantes legales de las entidades encargadas del cuidado del adulto mayor para solicitarles que presenten su propuesta de capacidad instalada. Con base en esta información crear un plan de contingencia para que el acalde de Manizales decida.
“Hay que tener en cuenta el estado de salud y social de los abuelos para saber si es mejor trasladarlos o dejarlos en el Hospital. El plan B es crear una fundación en la que el centro asistencial arriende la infraestructura y nosotros los atendamos allá mismo. Cualquiera sea la opción seguiremos respondiendo por ellos”.
Agrega que el sostenimiento de cada abuelo oscila entre $400 mil y $1 millón 100 mil, pues hay pacientes que ya están reducidos a la cama y necesitan atención especial.
Llamados
La Alcaldía tiene convenio con siete entidades, a cargo de 277 adultos mayores. Aún no han firmado contrato con ellos. Según Alba Betty Pineda, profesional especializada de Desarrollo Social, el convenio lo firmarán inicialmente por cuatro meses y luego lo renovarán por cuatro más con base en los recursos de la estampilla Proadulto mayor.
“Todos los centros de la ciudad están habilitados por la Dirección Territorial de Salud. La Secretaría de Salud les indica qué planes de mejoramiento deben adoptar, pero lo que sí se garantiza es una vivienda digna, alimentación, vestuario, actividades lúdicas y auxilio funerario”.
Para recibir
Cada directivo de institución habla de lo que vive su centro.
Mariela Giraldo Duque, representante legal de la Sociedad San Vicente de Paúl, sostiene que no tienen capacidad para recibir más personas, pues tienen 60 abuelos en la sede, de ellos a 12 personas les paga la manutención la Alcaldía.
“Nuestra edificación es de cuatro pisos y no es apta para abuelos de edad muy avanzada. El sostenimiento de cada uno, sin pañales vale $700 mil. Los contratos con la Alcaldía a veces son difíciles porque de los 12 meses del año, nos pagan 8 y nos toca buscar recursos para sostenerlos los otros cuatro”, afirmó.
En eso coincide Jorge Andrés Vega Aristizábal, director de la Corporación Hogar Gerontogeriátrico Nuevo Despertar. Manifiesta que el sostenimiento digno de un adulto mayor cuesta por lo menos $1 millón 400 mil, y por los 39 abuelos que tienen por pago directo de la Alcaldía reciben $400 mil. Lo que tendría que acordarse es cuánto pagarán por los ancianos que lleguen del San Isidro.
“En la reunión expresamos que tenemos capacidad para recibir 24 abuelos, pero tenemos posibilidad de arrendar otra instalación- puede ser campestre- para recibir a 105 personas que vienen del hospital. Contamos con 65 abuelos y tenemos servicio de médicos, enfermera, nutrición y recreación”.
Agrega que el hogar tiene un lote contiguo al Hospital Santa Sofía donde planean construir un nuevo centro integral para el adulto mayor y sueñan capacitar a los demás centros en servicios geriátricos, ya que el municipio necesita un centro habilitado para ello.
Inquieta el pago
Lo que más inquieta entre estos centros es que el pago se acuerde y sea cumplido, pues con los cuatro meses que quedan sin apoyo económico deben acudir a la caridad de la gente, a bingos, y bazares para su sostenimiento.
En el caso de Asoviejos, Parra indica que las 40 personas que viven en el hogar son de la Alcaldía. De trasladar los ancianos del Hospital solo habría cupo para tres personas máximo.
“En esta institución los abuelos son muy funcionales y ellos toman el desayuno y salen a la calle. Aquí hacen labores menores, abren la puerta de entrada, ayudan en algunos oficios varios en la cocina o domésticos para que se sientan útiles”, indica.
Jhon Jairo Jaramillo, director de la Fundación Geriátrica Guadalupe, dice que no tienen capacidad para atender más abuelos. Atienden a 75 personas y 27 de ellas las sostiene la Administración Municipal. Frente a este panorama, el futuro de los abuelos es incierto.
Instituciones en convenio
* Corporación Hogar Nuevo Despertar
* Sociedad Evangélica de Acción Social de Manizales (El Edén)
* Corporación para el Bienestar Social (Corbiso)
* Asoviejos
* San Vicente de Paúl
* Fundación Geriátrica Guadalupe
* Hogar San Francisco de Asís
* Hospital San Isidro
Oferta
César Rincones, gerente del Hospital San Isidro, señaló que con la separación de los negocios pretenden ofertar servicios de consulta externa, hospitalización de segundo nivel, laboratorios y fisiatría. “Las crisis de la falta de camas puede solucionarse. Tenemos 39 disponibles para soportar la red de Manizales. La trayectoria y el aporte de nuestros especialistas podrán competir en el mercado”.
A le pregunta sobre qué ve más conveniente para el centro asistencial, dice que no se atreve a dar una respuesta. Advierte que la Supersalud no les exige sacar a los adultos mayores de este lugar, pero sí separar el asilo para encontrar la estabilidad financiera.
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