
Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
Estefanía, con 14 años, sufría recurrentes episodios de amigdalitis. Cada mes debía aplicarse una ampolla de penicilina, un antibiótico para combatir la afección que trastornaba su rutina diaria. Faltaba frecuentemente al colegio y no podía exponerse al frío de la noche.
Como tenía un soplo en el corazón que le diagnosticaron al nacer, los especialistas que frecuentaba le advirtieron del peligro de una fiebre reumática (enfermedad inflamatoria). Quería evitar una complicación que pusiera en peligro su vida o que le dejara lesiones en las articulaciones o el cerebro, entonces aceptó la extracción de estas glándulas.
"Fue muy duro todo el proceso y me dolía bastante para tragar. Casi me muero en la cirugía, tuve mucha hemorragia, pero superé el inconveniente. Fue esencial la ayuda de los médicos, uno no debe tomar cosas porque sí o porque alguien más le dijo", puntualizó.
Busque ayuda
Álvaro Augusto Zuluaga, terapeuta respiratorio egresado de la Universidad Católica de Manizales, también está de acuerdo con evitar la automedicación. Él le habló a LA PATRIA sobre el consumo de fármacos en afecciones como esta, en la faringitis y la laringitis, patologías relacionadas y frecuentes en su quehacer profesional con adultos.
"Son enfermedades que se refieren a una inflamación y están muy relacionadas por la cercanía de dichas estructuras: faringe, laringe y amígdalas. Lo que pasa es que estas últimas son la principal fuente de defensa que tenemos contra virus y bacterias en las vías aéreas. Funcionan como una barrera", detalló el especialista.
Los episodios en estas estructuras pueden ser de origen viral o bacteriano, siendo el estreptococo el más común. Así lo señaló Zuluaga, quien añadió que hay que abordarlos de manera diferencial en cada caso y que por eso el punto de vista profesional es vital.
"Los procesos infecciosos o virales se tratan de distinta forma. Mucha gente abusa de los antibióticos, que son para cuando hay infección, los toman sin control y lo que le ocasionan es un daño al cuerpo, efectos secundarios", resaltó el terapeuta.
Síntomas
El aumento de tamaño en las amígdalas, que son dos, produce un fuerte dolor, una dificultad para hacer la deglución (tragar) y un aspecto purulento en algunos casos, explicó Zuluaga. Puntualizó que sus pacientes llegan al consultorio con la solicitud de una remisión para la extracción de estas, pero que tal procedimiento no siempre es recomendado.
"Muchos manifiestan su intención, pero es lo último que se debe hacer, ya que cumplen un papel en el organismo. Si se extraen estarían más expuestas la faringe y la laringe. Sus afecciones serían más recurrentes. Después de tratar las amígdalas, si no mejoran, esa sí es la medida", contó.
En cuanto a los síntomas que mayoritariamente presentan los pacientes en las afecciones de la faringe, Zuluaga explicó que se dan secreciones e inflamación y que, desde la revisión que se les hace, se ve la estructura muy roja, más de lo normal.
"En la laringitis hay que aclarar que es la inflamación de la cavidad donde están las cuerdas vocales. Es el órgano de la fonación (en donde se produce la voz) y un paciente regularmente tiene pérdida parcial o total de esta. También puede cambiar su tono", dijo.
Tiempo
Carlos Garcés, infectólogo de la Universidad de Antioquia, mencionó que los síntomas pueden durar entre cinco y siete días. Que en algunos pacientes se presenta fiebre, condición que genera malestar sin ser incapacitante.
"Estas afecciones se tratan con analgésicos y a futuro, la faringitis y la laringitis, suelen no dejar secuelas. No tienen mayor problema", subrayó.
En los niños
Carlos Correa, médico pediatra, aseguró que los casos de amigdalitis, faringitis y laringitis son comunes en su consultorio: "Son afecciones catalogadas como infecciones respiratorias agudas (IRA) y, a veces, se suman a la otitis (inflamación del oído)".
El galeno explicó que es normal que se presenten en los primeros años escolares y que, regularmente, se dan varios episodios después de su ingreso. "Es normal y bueno y tienen que sufrirlas para adquirir defensas", concluyó Correa.
¿Se automedica?

Jairo Tamayo, San Jorge
He tenido amigdalitis y me hago remedios caseros. No visito al médico, porque uno va a la EPS y no lo atienden.

Alba Lucía Toro, San Jorge
Sí consulto al médico, porque tengo una alergia al medioambiente.

Gloria Lucelly Castaño Serna, barrio González
Para no ir al médico hago gárgaras con limón y una bebida con miel, mantequilla y menta.

Horacio Villegas, Campohermoso
Siempre visito al médico. Automedicarse no es bueno.

Ricardo Rodríguez, Campoamor
Hago remedios caseros.

Infografía | LA PATRIA
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