B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Sebastián amó su colegio hasta que culminó el grado noveno. Por problemas de salud se ausentó un año y cuando regresó, los compañeros con quienes venía desde transición se le adelantaron.
Fue el nuevo en otro grupo y buscó hacer nuevos amigos, postularse como representante de grupo y fue más lejos, quería ser el personero del plantel.
Elaboró carteles para promover su candidatura, pero tres de sus nuevos compañeros le arrancaban los afiches. Otras veces le quitaban la comida o le escribían palabras soeces en los cuadernos.
José Fernando Mejía Acosta, director del programa Aulas en Paz, sostuvo que la intimidación escolar se manifiesta con agresiones repetitivas y sistemáticas, que no tienen que ver con burlas, sino con un abuso de poder que por alguna razón le da prestigio a quien lo comete.
Por eso, dice, agreden a niños o niñas que son vulnerables, bien sea porque no encajan en un grupo, son distintos, tímidos, no tienen amigos y en algunos casos carecen de habilidades sociales o tienen alguna condición que los hace diferentes.
De acuerdo con Mejía Acosta, este abuso de poder no solo se da en el ámbito escolar, sino en el hogar, el barrio o en el trabajo.
Pero, ¿qué motiva a un joven a hacerle daño a otro? Mejía Acosta responde que a veces desconocen cuál es el impacto de sus acciones y no se dan cuenta que hacen sufrir a otros.
Así sucedió con Sebastián, quien no solo debía enfrentar los rigores de la enfermedad que padece: el síndrome de Ollier, que le impide caminar sin ayuda, sino el acoso de esos tres chicos.
Para el experto, los que agreden ganan poder, prestigio, porque sus acciones tienen eco en el grupo, se vuelven los chistosos y ganan cierto reconocimiento. Por eso recomienda no satanizarlos, sino acompañarlos y mostrarles que estas acciones maltratan a los demás, de ahí que sea importante que asuman las consecuencias para aliviar ese sufrimiento en los otros.
Sebastián le contó a sus padres y al rector. Laura, su mamá, cuenta que en la reunión entre los involucrados y sus padres, el más receptivo fue un juez, quien lamentó lo sucedido y expresó su extrañeza porque su hijo en el hogar era diferente. Caso contrario con una mamá, quien se enojó y negó que su niño pudiera comportarse de esa manera.
Después de este encuentro, se aplicaron correctivos, pero los chicos no cambiaron, Sebastián no aguantó y dejó el plantel.
“Fue duro cuando me informaron sobre la enfermedad que tenía mi hijo, pero que lo acosaran por su condición, me hizo más daño. No entendía cómo un colegio donde se enseñan valores, unos estudiantes fueran tan crueles. Más aún, que haya papás que no los formen para aceptar y respetar la diferencia”, expresa Laura.
Este comportamiento social tiene un tercer protagonista, el observador, quien puede hacer que se prolongue la intimidación o que pueda parar. Cuando ellos deslegitiman la acción del agresor, protegen a la víctima y el otro queda desarmado. “Es decir, si en el entorno hay un grupo que le parece chistoso lo que hace el intimidador, lo incita y puede ocurrir más, pero también con su rechazo, puede hacer que pare”, explica Carolina Piñeros, directora ejecutiva de la Red Papaz.
¿Es importante que quien lo padece reciba apoyo?
Sí, es fundamental que tenga apoyo psicológico. Todos los comportamientos de los niños dicen cosas y en este caso, ambos están mal y deberían ser atendidos, pero con mayor urgencia, la víctima, porque los daños pueden ser graves. El victimario lo necesita, sobre todo si ha hecho esto con otras personas.
¿Puede la víctima volverse un intimidador?
No necesariamente, pero lo que sí dice la evidencia es que las personas que fueron intimidadas en la infancia muchas veces quedan marcados para el resto de la vida. Se afecta su desempeño social, sus relaciones, su trabajo, su futuro.
¿Cómo deben actuar los padres?
Hay que trabajar, esta tarea es de todos los días y también es de ejemplo. Que yo también sufra con el dolor del otro.
Es bueno enfatizar en tres competencias ciudadanas:
* Empatía
Permite a las personas sentir el dolor o la alegría del otro. Un niño que agrede a otro le falta empatía.
* Asertividad
Enseñarle a los niños a decir no, con firmeza, pero sin agredir.
* Pensamiento crítico
Muy importante para los observadores o los que llamamos los terceros, para que sean capaces de identificar cuándo hay algo que no es justo, que no está bien.
¿Se han reducido los indicadores?
En Colombia, la intimidación escolar está ligada a las zonas de conflicto, es como si éste se pasara también a las aulas. Tenemos avances como país, contamos con la ley 1620 del 2014, que pide que sea el colegio, vía participación ciudadana, donde se estudie qué es lo que está pasando, cuáles son los casos y las situaciones.
Red PaPaz ofrece recursos de orientación para padres, madres y cuidadores en el Kit PaPaz para la prevención y manejo de la intimidación escolar y ciberacoso disponible en www.redpapaz.org/intimidacion.
Se les recomienda que descarguen el App de Teprotejo en su celular o en la página www.teprotejo.org, así pueden reportar situaciones de intimidación escolar y ciberacoso.
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En el 2018
El 15,4% de los estudiantes ha sido víctima de intimidación escolar en Colombia, de acuerdo con la encuesta que elaboró el Ministerio de Salud.
En el 2014
El 37% de los niños de grado quinto dijo ser víctima de bullying o intimidación escolar alguna vez y de grado noveno, el 26%., según las Pruebas Saber del Ministerio de Educación Nacional.
En 2013
El 10% de los niños y el 10% de las niñas encuestadas en colegios públicos respondieron haber sido víctima de intimidación escolar y en instituciones privadas el 2% de los hombres y el 9% de las mujeres.
Su hijo puede estar siendo víctima de acoso escolar si ha notado La intimidación escolar se que:
* Llega a la casa con las pertenencias dañadas y golpes
* Es poco sociable con sus compañeros fuera del colegio
* Nunca hace planes con otros amigos, no lo invitan a las fiestas
* Se muestra tímido, retraído o igualmente puede ser hiperactivo e inquieto
* Tiene baja autoestima
* Presenta dificultad en sus relaciones sociales
* Sobreprotección por alguien de su familia
* Proyecta inseguridad
* Baja popularidad entre sus pares
Ansiedad
Disgusto
Infelicidad
Miedo de ir al colegio
Baja autoestima
Bajo rendimiento académico
Pocas redes de socialización
Inseguridad
Trastornos del sueño, enuresis (se hace pis en la noche)
Síntomas psicosomáticos (asociados al estrés)
* Extorsión: Pedir las onces, dinero a cambio de algo.
* Exclusión: Niños solos en el recreo.
* Rumores o chismes
* Cyberbullying: Facebook, Twitter.
* Verbal: Agresiones, amenazas.
* Físico: Empujones, dañar la ropa u otros objetos
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