B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Mire lo que le puede pasar en un accidente en motocicleta: Cinco lesiones en el tórax que amenazan su vida, eso sin hablar del área abdominal. El médico de Urgencias Julio César Aranzazu, del SES Hospital de Caldas, cita golpes internos con sangrado, que lesionan el pulmón, que taponan el área del corazón, que afectan el tórax o rompen los órganos.
Incluye en esa lista el trauma en el abdomen. Se produce por un golpe seco, que puede romper el hígado, el bazo o el intestino, es decir todo lo que tenga aire. Estas lesiones, si no se operan son mortales.
Caldas este año suma 8 motociclistas muertos, de ellos 5 en Manizales. El último caso reportado fue el de un hombre que pereció arrollado por una volqueta. Por el momento hay dos hipótesis: que el del carro no guardó la distancia requerida o el motociclista se ubicó en un llamado punto ciego.
El año pasado según datos reportados por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial (Onsv) y basados en los registros del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en Colombia se registraron 6 mil 476 fallecidos en siniestros de tránsito.
La mayor cifra de víctimas se la lleva el usuario de motocicleta, que representa el 48,3% del total de fallecidos y el 56% de los lesionados.
Fracturas, más comunes
Zuluaga apunta que cuando se produce una muerte por trauma, casi siempre la lesión es severa y compromete varios órganos. Además, hay que tener en cuenta las comorbilidades, porque si es diabético o con enfermedad renal no va a cicatrizar igual, y si es obeso, la grasa tiende a infectar un poco más, por eso hay que prever un manejo especial.
En cuanto a las lesiones más comunes, el médico afirma que la mayoría son en el tobillo, rodilla, cadera, costillas, hombro y pocas veces, la cabeza, como el accidente que sufrió Héctor Castañeda, de 18 años. “Iba a trabajar un poco afanado y rápido y al cruzar el peaje de La Cabaña, unos kilómetros más abajo, por confiado y ocioso pasé una curva cuando asomó un carro, ambos íbamos mal”. Trató de esquivarlo, pero con el carro se lesionó. Requirió sutura en tres partes de la rodilla, se fracturó la tibia y el talón lo tiene destrozado. Por este accidente no puede trabajar y cada mes le renuevan la incapacidad.
Hay casos también en los que consultan un día después del accidente, como sucedió hace dos meses con un joven europeo que tenía una fisura en la columna. "Sentía una pierna encalambrada y después de tomarle una tomografía se observó que tenía una fractura en una vértebra y un pedazo de ésta se alojó dentro del canal medular".
Esta condición, según Zuluaga, pudo seccionarle la médula, por fortuna, le practicaron una cirugía y mejoró su condición.
El médico añade que el trauma más común en ortopedia es la fractura, que se fija por dentro con varillas o platinas, pero cuando se rompe la piel se atiende primero esa lesión y luego se opera. "Este procedimiento exige precaución al tratar de que el hueso quede derechito, porque un hueso largo –fémur, tibia, húmero- suelta una grasita que se va por las arterias y produce un tromboembolismo, lo que complica al paciente y puede terminar en la UCI”.
Al cuestionarlo sobre los daños en el cuello, Zuluaga apunta que el cuerpo es sabio. “Al caer, los músculos se tensionan y esto lo protege. Llegan con una tortícolis o mico, pero no son tan comunes”.
Exceso de velocidad
William Corredor, director de Seguridad Vial del Centro de Experimentación, Investigación y Seguridad Vial (Cesvi), cita la falta de maniobrabilidad y el exceso de velocidad como las causas más notorias de los usuarios en la vía. Expone que si la persona carece de la suficiente experticia para conducir es más vulnerable, “lo mismo sucede si se siente confiado de su labor y por tratar de llegar a tiempo supera los límites sin prever las condiciones de la vía y la circulación de otros vehículos alrededor”.
Adicional cita maniobras inapropiadas como el zigzagueo entre vehículos y no conservar la distancia frente al auto delantero.
Por eso recomienda pensar desde la prevención y portar los elementos de protección personal, “pero se llega al punto en el que toca pensar qué pasa si ocurre un accidente, cómo me puedo proteger y así tratar de minimizar una lesión grave”.
Como recomienda el médico Aranzazu, es mejor que se quieran mucho, conduzcan con responsabilidad y sean más prudentes. "Hay que conducir a la defensiva, portar los elementos de protección, respetar las semales de tránsito y nunca usar el celular. Lo dijo porque lo he visto", concluye
Imprudencia
El psicólogo José Fernando Vélez Trejos, docente de la Universidad de Manizales, añade que si el conductor es joven, esto le da cierta sensación de libertad, prueba de ello son las mayores tasas de accidentes en personas jóvenes.
Cita que el dominio de la moto les da seguridad frente a sus iguales y apunta que el violar las reglas y el exceso de confianza también les genera cierto estatus.
Vélez Trejos sostiene que cuando es un adulto quien lleva a un menor en su motocicleta, aparecen otro tipo de variables. “Se ve al adulto o al niño que no lleva casco, hay afán y no se percata de los riesgos en los que incurre y le pueden generar accidentalidad”.
Afirma que muchas de estas personas lo hacen para ahorrar tiempo y dinero, pero se les olvida que la moto puede ser su peor enemigo si no tiene en cuenta un buen manejo y son disculpas si ocasionan un accidente.
“El concesionario debería asegurarse de que haya un curso y que les deje claro a los compradores que al tener una moto se adquiere una responsabilidad con ellos y con los demás, el problema, es que no lo hacen, simplemente les venden el artículo, asumen que saben manejar y defiéndase quien pueda”.
“Aunque la motocicleta tenga la última tecnología, si el conductor no se forma y carece de sensibilización para responder a lo que enfrente en la vía, es difícil que conduzca bien”, William Corredor, director de Seguridad Vial de Cesvi.
En caso de que haya desmembración, hay un equipo especializado que puede reimplantar extremidades si se hace en menos de seis horas y si la pérdida se da por un corte limpio, es decir, que no haya desgarre o aplastamiento de tejidos.
Usar correctamente un casco de motociclista puede reducir el riesgo de muerte casi en un 40%, y el riesgo de lesiones graves en un 70%.
"Por el servicio de SOAT, al SES llega un 97% de afectados por accidentes de tránsito. La mayoría, de moto, sobre todo pequeña", médico Julio César Aranzazu.
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