Julián García
LA PATRIA | CHINCHINÁ
Andrés Felipe Castro utilizó sus manos para narrar que lleva cinco meses trabajando en oficios varios en la empresa Flp Procesados. Además, pidió que otras empresas también abran espacios para sus compañeros.
Castro y otros 12 jóvenes en condición de discapacidad en Chinchiná participan desde mayo del año pasado en el programa de inclusión laboral.
Este proceso de capacitación e incorporación al mercado laboral lo lidera el Ceder, en asocio con la Alcaldía y la Gobernación de Caldas.
Para compartir sus experiencias, los beneficiarios asistieron al cierre del programa Orientación hacia el empleo y las actividades productivas en jóvenes con discapacidad.
La mamá de Andrés Felipe, Olga Lucía Quintero, contó que su hijo antes lavaba carros, hacia mandados y estuvo cuatro años trabajando en Zonas Azules y que con lo que ganaba le ayudaba a sostener el hogar. “Ahora hasta compró una moto para poder transportarse”, apuntó.
Miguel Trujillo Londoño, secretario de Desarrollo Económico, contó que en Chinchiná comenzaron con el programa de inclusión laboral hace 14 meses. “Identificamos por lo menos a 100 personas con discapacidad, de ellos caracterizamos a 48, 20 entraron al programa y 13 ya están vinculados a empresas locales”.
Destacó que este es el primer proyecto fuera de Manizales y que lo que pretenden es replicarlo en otros municipios donde haya capacidad industrial y comercial para vincular a los jóvenes en condición de discapacidad al sector formal laboral.
“Nuestro objetivo es luchar para que se dé ese cierre de brechas dando cumplimiento a nuestro Plan de Desarrollo y a nuestra política de inclusión laboral”.
Expuso que con este proyecto no solo se benefician los jóvenes, sino sus familias. “Muchachos que antes se sentían que no podía hacer nada y hoy están trabajando, se sienten útiles, generan ingresos y encuentran su desarrollo profesional en un proyecto como este. Esa es la parte más humana del programa”, precisó.
7 empresas locales, de las 41 que visitó el Ceder, hacen parte de este proceso laboral: Cooperativa de Caficultores de Manizales, Supermercado Las Cuatro Milpas, Autolujo, Asociación de Discapacitados de Chinchiná, Flp Procesados, Solimet y Arepas doña Angélica.
Por ejemplo, Ximena Valencia, del supermercado Las Cuatro Milpas, manifestó que Marilén Tabares lleva un año laborando en la entidad y que ha sido ejemplo para sus compañeros.
Adriana Arango Gómez, directora ejecutiva del Ceder, resaltó el proceso de formación laboral y dijo que seguirán trabajando y apostándole al programa con el que comprobaron que las personas con discapacidad son más productivas.
Comentó que desde que el Ceder comenzó a trabajar en inclusión laboral hasta el 2014 vincularon 54 personas y en los últimos cinco años, otras 54, 13 de ellas en Chinchiná y 41 en Manizales.
“Con nuestro aporte ayudamos a transformar la vida de estas personas, porque se sienten reconocidas como sujetos de derecho y los empresarios se dan cuenta que son productivos y valoran el esfuerzo”.
Precisó que cuando hay financiación del Estado para la inclusión laboral hay mayor respuesta del empresario, porque hay acompañamiento, estudio del puesto de trabajo y el perfilamiento ocupacional de la persona y así no perder oportunidades.
La directora del Ceder apuntó que Arme, Café Liofilizado y Alpina también se comprometieron a vincular personal en condición de discapacidad y que seguirá tocando puertas, pues en los últimos cuatro años ha visitado en Manizales 80 empresas y solo ha vinculado a 10. “De ocho empresas que visitamos, una hace inclusión laboral”, concluyó.
El Punto de Información Turística (PIT) en Chinchiná tiene desde la semana pasada un nuevo director. Se trata de César Augusto Gómez, quien se destaca en la región por su espíritu emprendedor. “Dejé la Hacienda el Sinaí en lo más alto de la cima turística, quiero darme un respiro y experimentar nuevos campos”, agregó.
Gómez se moviliza en una silla de ruedas, la que le ha permitido en los últimos 22 años ir de un lado a otro con su proyecto de vida, enfocado al turismo. “Quiero atender toda la semana y potenciar algunos destinos locales. Promocionar los recorridos del café, el consumo local y la ruta cafetera, y que los turistas puedan recorrer el pueblo en bicicletas públicas”.
El Capi, como lo conocen en Chinchiná, también pretende con su labor generar conciencia ambiental entre los habitantes. “En mi vereda, el Alto de la Mina, recogía las basuras que encontraba tiradas en la carretera, y acá hago lo mismo. También voy a luchar para que se hagan rampas de acceso para discapacitados. En el Alto de la Mina logré hacer unas cuantas”, apuntó.
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“Con este proyecto se hace inclusión laboral responsable. Estas personas tienen todas las prestaciones, las empresas no lo ven como un favor, antes se benefician, porque hay mayor productividad”, Miguel Trujillo Londoño, secretario de Desarrollo Económico.
Chinchiná cuenta con dos fundaciones que atienden a personas con limitaciones físicas: Vida plena y saludable y Ángeles de amor.
En Chinchiná se registran 1.200 personas con limitaciones físicas, de ellas, 400 son niños.
Fotos | Julián García | LA PATRIA
Andrés Felipe Castro y su mamá, Olga Lucía, asistieron a la socialización del programa de inclusión laboral en Chinchiná.
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