B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
¿Sabe cómo amaneció hoy su presión arterial? Pocos responden afirmativamente, pues no es común que estén atentos a estos registros.
Algunos refieren que no han tenido síntomas, otros que ni les duele la cabeza o que están medicados. Tal vez creen que con esto es suficiente, como si ese “asesino silencioso”, como le llaman, no ocasionara estragos en la salud a largo plazo.
Patricia, de 54 años, quien es hipertensa, afirma que cada 15 días toma nota de las cifras de su tensión y agrega que hay unos síntomas que también le dan señales: “Siento un fogaje, como que la sangre me hierve, es como una agitación”.
De acuerdo con el médico internista y cardiólogo Efraín Gómez López, cuando está elevada, los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta y si no se trata de manera adecuada puede afectar los riñones, el corazón o el cerebro.
El experto explica que los pacientes no se deben contentar con una toma de presión arterial esporádica o cuando asisten al médico. Recomienda hacer un monitoreo en casa: promediar dos tomas al despertar y otras dos en la noche durante una semana. Esto, dice, se le muestra al médico, quien determina si las cifras están controladas de acuerdo al rango saludable.
Gómez reitera que con esta enfermedad los síntomas no son específicos, porque pueden estar asociados o no a la presión. “Por ejemplo, las personas refieren el dolor de cabeza; sin embargo, hay millones de causas. De tal forma que una cefalea no significa tener o no tener la tensión arterial controlada”. De ahí la importancia de medirla constantemente”.
Lo que debe alertar son unas cifras iguales o superiores a los 140 mm (Hg) cuando el corazón late (tensión sistólica) y 90 mm (Hg) cuando el corazón se relaja (tensión diastólica). Estos números serían el punto de partida para investigar si la persona es hipertensa.
Gómez López aclara que a medida que aumentan los años, las arterias se tornan más rígidas y hay mayor elevación de estas cifras, pero llama la atención que esto no significa que no se debe tratar si supera los límites recomendados en general.
Se ha visto que en los niños también se diagnostica presión arterial y es importante estar atentos, en especial cuando tienen historia familiar de hipertensos o causas secundarias: obesidad, daño renal, malformaciones vasculares, estrechez de una arteria del riñón.
Sobre los riesgos asociados que ayudan a elevar la tensión y causan mayor daño a los pacientes porque las arterias se debilitan, el cardiólogo cita los índices mal controlados de colesterol, diabetes y peso, entre otros. También habla del consumo excesivo de sal, porque hace que la persona retenga más agua lo que dificulta el control de la presión.
Patricia, por ejemplo, está medicada desde hace 19 años. Ingiere 3 medicamentos en la mañana y 2 en la noche y manifiesta que la tuvo descontrolada mucho tiempo. “En mi caso, los médicos me dijeron que es hereditaria, porque todos en mi familia son hipertensos, incluso mi mamá”.
Cuenta que hace unos años se descuidó con las medicinas y debieron hospitalizarla porque no le funcionaban bien los riñones. “La tensión arterial se me subió a 200 mm (Hg) y la más bajita estaba en 100 mm (Hg), fue tan terrible que me estaba hinchando”.
El jefe de unidad de cardiología de la Clínica Shaio y expresidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología añade que son situaciones, no solo de enfermedades asociadas, sino de mal manejo de cambios de estilos de vida que hacen que la persona tenga más riesgo, como es el caso del estrés o la inactividad física.
Sobre este último punto, la brasilera Sandra Mahecha Matsudo, médica especialista en medicina del deporte y quien asistió al II Encuentro de Neurorrehabilitación en la Universidad Autónoma de Manizales, destaca las bondades de permanecer activo para prevenir por lo menos 25 tipos de enfermedades crónicas, entre ellas las que más matan, las cardiovasculares, el cáncer y las metabólicas -diabetes y obesidad-, solo por esto, dice, “deberíamos convencer al 90% de la gente”.
La experta resume que el ejercicio es bueno para todos -niños, embarazadas, adultos jóvenes y mayores-, pero tiene una advertencia: No es una vacuna, que se aplica cuando joven y le protege hasta en la adultez, es algo que hay que mantener como un hábito por el resto de la vida.
“Tengo 60 años, 70, 80 años, puedo comenzar, nunca es tarde para empezar”, expresa Mahecha Matsudo.
Esta recomendación que hace la experta la aplica Patricia, quien reconoce que tras incluir la práctica diaria de ejercicio, su salud mejoró, pero dice, entre risas, que le falta afinar la alimentación.
* El daño renal descompesa la hipertensión.
* En la persona diabética es más difícil controlar la tensión.
* Los trastornos del sueño, caso apnea del sueño, también la pueden producir.
* El consumo de algunos medicamentos como los corticoides la eleva.
El problema, de acuerdo con la expertar en medicina del deporte Sandra Mahecha, es que la mayoría de las personas ni siquiera hace el mínimo de ejercicio, por ejemplo: “dejan el carro al lado, evitan el mínimo esfuerzo posible, eso sin contar que todas las tecnologías ahora nos hacen gastar menos energía”.
Seguro que a usted le han dicho que el cuerpo está hecho para el movimiento, pero pasa por lo menos ocho horas sentado. De acuerdo con Mahecha, es seguro que las dos o tres horas que pasa en el gimnasio no le revierten los efectos, por eso recomienda cada hora y media levantarse y caminar, hablar con sus colegas, subir y bajar escalas, caminar por el pasillo, participar en reuniones de pie. La idea es interrumpir el tiempo sentado.
Ir a tomar el transporte, caminar al trabajo, al supermercado, subir y bajar escalas, son actividades físicas que le proveen beneficios en salud. Tenga en cuenta que esto no lo convierte en deportista, no le hará perder peso, pero le ayuda a mantener un gasto energético mínimo que es lo que su cuerpo necesita.
Caminar todos los días por los menos 30 minutos, correr, hacer ejercicios de fuerza, pilates, son tantas alternativas que se tienen hoy para mejorar la condición física. Esto ayuda al sistema cardiovascular, de fuerza, equilibrio, flexibilidad, en resumen es un programa de ejercicios.
------------
La tensión arterial normal en adultos es de 120 mm Hg y de 80 mm Hg.
Cuatro de cada diez adultos en el mundo padece hipertensión arterial.
De acuerdo con los datos de la Cuenta de Alto Costo, en Colombia en el 2016 hubo 3 millones 524 mil 445 hipertensos, con una prevalencia de 7,2%.
En contraste, las cifras del 2017 mostraron 3 millones 776 mil 893 hipertensos y una prevalencia de 7,6%; de los cuales
el 63% se encuentra afiliados al régimen contributivo y el 36% al régimen subsidiado. Esta es una condición más frecuente en las mujeres (62%) que en los hombres (38%).
Un 49% de los ataques cardíacos y un 62% de los trastornos cerebrovasculares los causan la hipertensión arterial.
Casi la mitad de las personas con hipertensión no está diagnosticada porque no sabe que tiene la presión arterial alta.
“Los medicamentos para la presión arterial son para toda la vida, no solo se toman para bajar la presión de hoy, es para siempre, porque nunca puede prever cuando va a subir”, Efraín Gómez López, cardiólogo.
--P
Fotos | Freddy Arango Patiño | LA PATRIA
Camine mínimo 30 minutos diarios o 10 mil pasos. Si quiere los puede contar con las aplicaciones del celular.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015