Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
El éxito de un tratamiento de ortodoncia está en el compromiso del paciente con el cuidado de los brackets y en eso influye su higiene oral. La experiencia y preparación del profesional son importantes, pero mantener la cavidad libre de microorganismos, que dañan las estructuras que la componen, resulta fundamental para acabar bien el proceso.
La ortodoncista Lorena Gómez Henao, con consultorio en el Centro Comercial Sancancio, habló con LA PATRIA y expuso los apartes más relevantes que se deben tener en cuenta para mantener la aparatología en óptimas condiciones. Lea sus recomendaciones hoy que se conmemora el Día del Odontólogo.
"Los brackets empiezan a desalojarse cuando se tiene una mala higiene oral. Lo que puede ocurrir es una falla en la adhesión, cuando existe mucha placa bacteriana alrededor, esto sucede cuando no se cepillan bien los dientes", dijo.
La profesional, con estudios en la Universidad Autónoma de Manizales, aseguró que cada que un bracket se suelta, independientemente de su ubicación, hay un retroceso en el tratamiento, lo que los lleva a una nueva situación.
Gómez detalló cómo debe ser la higiene en el antes, el durante y el después de un tratamiento de ortodoncia. Tenga en cuenta las recomendaciones de la experta, si está por comenzar su ortodoncia o si ya la tiene en boca:
"Lo ideal es que el paciente tenga una valoración previa al tratamiento, en lo que se valora si hay presencia de caries o inflamación en las encías. También si el paciente presenta mala higiene oral", mencionó la ortodoncista.
Después de eso, contó Gómez, lo que hacen es explicarle al paciente qué necesita. Es decir, si requiere otra especialidad antes de iniciar con la ortodoncia (periodoncia, endodoncia, etc); mediante las que se abordan otros problemas de la cavidad.
"Se les recomienda, a casi todos los pacientes, una higiene oral antes de iniciar el tratamiento. Se hace, regularmente, una limpieza con ultrasonido y toda la aparatología que se maneja en el consultorio", puntualizó.
En esta fase inicial, especificó Gómez, hay que cerciorarse de que no haya una pequeña caries que, con el tiempo, se haga grande y erosione el diente. Ahí está la importancia del buen diagnóstico.
También se recomienda al paciente unos exámenes, unas radiografías, unas fotos y, si es el caso, algún otro examen complementario (llegan a requerir tomografías), para ya después definir qué tipo de ortodoncia se va a usar.
"Ya se puede empezar con tranquilidad, todo lo que tiene que ver con la cementación de los brackets. Hay diferentes tipos, se recomienda el que más le convenga al paciente. Este último decide, de acuerdo con los que estén a su alcance", indicó.
Foto | Darío Cardona | LA PATRIA
Lorena Gómez Henao, ortodoncista.
Durante el tratamiento, sugirió Gómez, lo recomendado está en una limpieza oral general cada tres meses. Eso, aparte de la higiene diaria en casa con la seda y el cepillo interdental, con el cepillo convencional, con el enjuague.
"Eso es ideal para quitar lo acumulado, es que los brackets son una trampa de comida. Por más juicioso que se sea con estos elementos, a veces no se alcanza a limpiar de la manera tan profunda como se requiere".
Agregó: "No es de decir 'yo me hice la limpieza cuando inicié el tratamiento o cuando lo terminé'. Si no se tiene una buena higiene pueden aparecer manchas blancas alrededor del bracket, que resultan ser caries iniciales. Así el diente se empieza a debilitar".
Con la ortodoncia, se recomienda el cepillado tres veces al día: "Lo ideal sería usar la seda dental cada que comemos, pero a veces por tiempo los pacientes no la emplean las tres veces. No se debe olvidar ni por la mañana ni por la noche, pues cuando nos acostamos pasa mucho tiempo, en el que se acumulan los residuos en nuestros dientes. La seda nos ayuda a limpiar los espacios interdentales".
El enjuague bucal, según Gómez, es muy importante, más cuando se tiene este tipo de tratamiento. No hay problema con que sea uno u otro, ese lo puede elegir la persona, según su gusto. Algo así pasa con el cepillo, no es de decir marcas, es de mirar los que sean indicados para ortodoncia.
"Es muy importante tener en cuenta que no se deben comer cosas duras, más los primeros días después de la cimentación de los brackets. Esos días suele haber algo de molestia y es mucho más delicado".
Añadió: "Los bombones, las gomas, los dulces muy duros, las comidas muy pegajosas o demasiado crocantes, no se recomiendan mucho para los pacientes con ortodoncia. Es que pueden dañar los brackets".
Cuando se llega a lo esperado, se realizan unos estudios finales con el propósito de mirar que todo haya quedado, según lo planeado. El día que se retira la aparatología, se realiza una higiene oral completa.
"Después de eso, se toman unas impresiones dentales para hacer los retenedores. Son muy importantes, ya que se convierten en la vida de la ortodoncia, pasan a ser el cuidado y mantenimiento del tratamiento".
Gómez aseguró que los retenedores deben usarse las 24 horas del día, los 7 días de la semana, durante el primer año. A partir de ahí, solo en las noches. Si eso no se cumple, los dientes se pueden mover del lugar en el que quedaron.
"Los retenedores no se pueden lavar con crema de dientes, se deben lavar con jabón líquido (sea de manos, de coco) y un cepillo distinto al que usamos. Con la crema se vuelven porosos. Si eso pasa, absorben bacterias, hongos, etc".
Concluyó: "Hay que hacer control a los retenedores. Cuando se retiran los brackets, deben volver al mes, después a los tres meses y a los seis. Ya después es cada año. Se deben cambiar cada tres o cuatro años".
La ortodoncista Lorena Gómez Henao explicó que hay ortodoncia fija (de autoligado o convencional), también invisible. Esta última consiste en unas placas que hacen el movimiento: "Termina bien, si el paciente sigue las indicaciones que se le dan, depende de la disciplina de la persona. Con estas es mucho más sencillo tener una buena higiene oral, no retienen tanta placa o comida como lo hacen los brackets tradicionales", insistió.
Según la profesional, también están los brackets que se ubican en la parte lingual, por la cara interna de los dientes: "Con estos es mucho más complicada la higiene. Se usan cuando el paciente demanda mucha estética, para lo que también sirven las placas".
Puntualizó: "También está el sistema Flow Jac, que son unos tubos muy pequeños que se adhieren en la parte vestibular de los dientes, pero no son del mismo tamaño de los brackets convencionales. Van cementados (pegados) y se recubren con resina del mismo color del diente. Permiten una muy buena higiene".
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