Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
"En el colegio de mi hijo, desde que se levantó la medida del uso obligatorio del tapabocas, se multiplicaron los resfriados, las gripas. Los niños se empezaron a enfermar".
La queja es de Marcela, mujer cuyo pequeño está en cuarto grado de un colegio público de Manizales. Actualmente, él está incapacitado y tomando medicamentos para una amigdalitis (inflamación de las amígdalas) que afronta.
Esa idea de que los menores se hicieron más propensos a adquirir enfermedades del tracto respiratorio, no es lejana para Álvaro Augusto Zuluaga, especialista en reanimación cardiopulmonar.
El también terapeuta respiratorio señaló que ese aumento de condiciones era previsible, con el adiós de la mascarilla, pues esta -en su momento- actuó como barrera de protección para las personas de todos los rangos de edad y no solo hizo un buen papel frente a la covid-19.
Zuluaga mencionó que, en los últimos 20 días, la consulta con menores de edad se incrementó más que aquella que tiene que ver con adultos. Agregó que no ha ayudado para nada la baja temperatura de estos días ni la lluvia.
"Ha aumentado el índice de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA). Pacientes con la gripa común, con faringitis, laringitis, amigdalitis, otitis, bronquitis, bronquiolitis y neumonías. Hay más bronquitis y neumonías en los adultos", precisó Zuluaga.
Sintomatología
La sintomatología de una infección respiratoria aguda, de origen viral, o sea la gripa común, según el experto, es el aumento de las secreciones nasales. Dijo que estas suelen ser transparentes; y a lo que se le suma estornudos, tos y fiebres, que desaparecen fácilmente.
"Debemos alarmarnos cuando el color del moco empieza a cambiar a verde, amarillo u otro. Hay que alarmarse con las fiebres que no bajan o con la dificultad respiratoria. Es decir, que respire más rápido de lo normal".
Zuluaga enfatizó en que el escuchar sibilancias (silbido en el pecho o ronquidos), también debe ser motivo de preocupación; al igual que cuando el paciente tosa, le ronque el pecho y que la piel se le hunda entre las costillas y las clavículas.
"Hay que estar muy pendientes de que no hagan un disbalance toracoabdominal, osea que el estomaguito suba: mientras el tórax baja o viceversa"
Añadió: "En el caso de las IRA, también les da decaimiento, les aumenta la sed por la deshidratación que produce la fiebre y ahí es que hay que darles muchos líquidos. Especialmente, agua".
Las afecciones e inflamaciones de la faringe, laringe y amígdalas; conocidos como faringitis, laringitis y amigdalitis, que resultan ser las más frecuentes, pueden ser de origen viral o bacteriano.
"Suele haber dolor en la garganta, dolor para tragar, eso les cuesta. Algunos alimentos pueden agravar la sintomatología. Algunos no toleran lo frío, otros lo caliente. También eso se les puede complicar con otitis, que es una inflamación en los oídos".
De la alimentación
Los alimentos que más afectan las vías respiratorias, advirtió Zuluaga, son los lácteos, pues producen moco, flema y congestión. Esto por el crecimiento de los niveles de histamina. En igual línea están los enlatados y los embutidos.
"Los azúcares refinados tampoco son buenos, pues también producen moco y, al mismo tiempo, estos mismos alimentos bajan las defensas de los niños. Por eso es que a ellos hay que darles comida muy natural y evitar lo industrializado o las harinas refinadas", agregó el profesional.
El médico sugirió proporcionarles líquidos ricos en vitamina C (limón, mandarina, naranja, maracuyá, papaya), esto para estimular las defensas y sacar radicales libres, que son toxinas.
"Las verduras también tienen que estar presentes en sus dietas, tanto antes de que se enfermen como después. Es que refuerzan el sistema inmunológico tanto de ellos como de los grandes".
En casa
Zuluaga pidió a padres de familia y/o a cuidadores, no mandar los niños a estudiar cuando presenten cualquier sintomatología de la anteriormente descrita. Con ello se cortan las cadenas de transmisión.
"Debemos crear la conciencia de que si se está enfermo, no hay que ir a estudiar. Mandándoles se corre el riesgo de que se enfermen otros niños. Se vale seguir usando el tapabocas, más en espacios cerrados, para prevenir los contagios. Hay que permanecer abrigados y evitar las corrientes frías y lloviznas", concluyó Zuluaga
Otras medidas
El lavado constante de manos o el uso de antibacterial, según Álvaro Augusto Zuluaga, tiene que mantenerse en todos los medios, llámese escuela, trabajo u hogar. Señaló que ello no puede desaparecer por el bienestar de todos.
De la medicación
"Más allá de la proporción de líquidos, evite automedicar a los niños o a personas de cualquier edad. Hacerlo solo podría complicar el cuadro médico e, incluso, conducir a un deceso", dijo Álvaro Augusto Zuluaga. El profesional pidió buscar ayuda especializada, en el menor tiempo posible.
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