Laura Cristina Cardona
La Patria | Manizales
Cuando un paciente llega a la unidad de cuidados intensivos (UCI) es despojado de su ropa, de su autonomía y se entrega a un equipo médico que promete agotar los recursos que la tecnología, el saber y la fe pueden brindar para salvarle la vida.
Además del ventilador, que bombea oxígeno a los pulmones, las habitaciones UCI están equipadas con una cama, preferiblemente eléctrica; un monitor que mide la respiración, el ritmo cardíaco y la saturación en sangre; y una bomba de infusión que suministra medicamentos. Cerca hay un desfibrilador y, según las complicaciones, una máquina para hacer diálisis.
Con la llegada de la covid-19, las UCI se volvieron indispensables. Para atender la emergencia de manera ágil las entidades de salud usaron la contratación directa (sin licitar o buscar cotizaciones) a través de la modalidad de urgencia manifiesta, que en el caso de Caldas fue permitida el 15 de marzo del 2020 mediante el Decreto 079 de 2020.
La Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC) usó la urgencia manifiesta para alquilar 10 unidades de cuidados intensivos (es decir, ventiladores, camas y monitores) y 10 unidades de cuidados intermedios (camas y monitores) con la empresa Importaciones y Distribuciones Quirumedic, de Ibagué.
El 8 de abril de 2020 se firmó este contrato por 10 ventiladores, 20 camas y 20 monitores, que fueron arrendados por seis meses a un precio de $721 millones 140 mil. Los equipos tenían como destino el Hospital Santa Sofía, que desde el 22 de marzo estaba habilitado para adecuar una sala UCI covid-19, según Carlos Piedrahíta, gerente de la institución.
Cuando los equipos llegaron a este centro, de alta complejidad, hubo un problema. Los 10 ventiladores marca Versamed modelo Invent201 que entregaron no se usaron para dotar la sala. Presentaban inconvenientes técnicos.
“No tenían compresor, no funcionaban automáticamente. Eran muy viejos, del año 90. No tenían las ventajas de los ventiladores nuevos en el mercado: no tenían una ventilación mixta, capacidad respiratoria para ventilar el paciente covid y ni Autoflow, que, en caso de que el paciente llegue a fallar o su diafragma se fatigue, hace la función del músculo diafragmático. Esa es su potencia”, explica Piedrahíta.
Según cuenta, el mejor ventilador para un paciente con covid-19 es de marca Dräger, de asa cerrada (que permite que el aire que expira el paciente sea conducido al ventilador) y tiene Autoflow. Como el hospital ya contaba con 20 de estos en su UCI, según comentó Piedrahíta, decidieron intercambiarlos por los que les entregó la Territorial. Es decir, 10 de los Dräger del hospital pasaron a la UCI covid y los 10 rentados terminaron en la UCI “normal”. Funcionaron seis meses hasta que los devolvieron a Quirumedic al final del contrato, confirma el gerente.
Tras una denuncia ciudadana (la 202-2020), el Grupo de Reacción Inmediata de la Contraloría de Caldas analizó el caso e identificó cuatro hallazgos administrativos y uno con posible alcance disciplinario que se envió a la Procuraduría. Uno indica que estos ventiladores no reunían las especificaciones técnicas necesarias para las salas UCI covid-19.
El ente de control determinó que la DTSC debió consultarle al Santa Sofía antes de firmar el contrato. La Territorial no aceptó la observación y se justificó: “Se realizó en virtud de las medidas de urgencia manifiesta y estado de excepción, razón por la cual no se cuenta con estudios previos que determinen especificaciones técnicas; aunado a lo anterior, durante el proceso previo a la contratación la ESE Santa Sofía no realizó requerimiento alguno de especificaciones técnicas respecto a los equipos médicos”.
La Contraloría se mantuvo porque la Territorial no demostró que haya solicitado a Santa Sofía su pronuciamiento sobre los ventiladores.
Según Jorge Andrés Gómez, contralor de Caldas, la DTSC debe hacer un plan de mejoramiento para resolver los hallazgos administrativos y uno, de incidencia fiscal, queda en la Contraloría.
Un abogado consultado por LA PATRIA comparte opinión con la Contraloría. Él ha sido asesor en contratación pública y prefiere mantener en reserva su nombre. Indica que es una falla que en este proceso de contratación no se tuvieran en cuenta los argumentos técnicos. Dice que, aunque con la urgencia manifiesta no es necesario un estudio previo detallado, sí se debió elaborar una justificación con apoyo de un equipo médico para elegir de manera técnica cuáles eran los equipos que suplían la necesidad del Santa Sofía.
El precio, un interrogante
Los ventiladores que no pudieron usarse en la UCI covid-19 generaron inquietud por el precio que se pagó por ellos (y por las camas y los monitores). Fueron 721 millones 140 mil pesos y en los documentos publicados en el Sistema Electrónico para la Contratación Pública (Secop) no aparece la discriminación de este valor, no se sabe cuánto costó el alquiler mensual de cada ventilador, cama y monitor.
Para despejar esa duda, LA PATRIA envió un derecho de petición al contratista, Importaciones y Distribuciones Quirumedic, para preguntar el costo mensual de alquiler de cada equipo, pero la empresa decidió remitir la respuesta a la DTSC alegando falta de competencia. El representante legal de Quirumedic, Álvaro Andrés Silva Manrique, aseguró por vía telefónica que no daría declaraciones.
Importaciones y Distribuciones Quirumedic se creó el 3 de junio del 2015, según su matrícula mercantil. En Google, el nombre aparece en páginas amarillas y guías de empresas, pero no tiene página web. Su actividad principal es “comercio al por mayor de productos farmacéuticos, medicinales, cosméticos y de tocador”; también comercio de “otros tipos de maquinaria”. Pero en el estudio previo del contrato de la DTSC dice que el objeto social es “importación y exportación de toda clase de implementos médicos y quirúrgicos”.
Antes de este contrato, Quirumedic no había rentado equipos médicos ni había hecho negocios de esta cuantía con entidades públicas, al menos no hay prueba de ello en el Secop. Allí reposan tres contratos con Quirumedic diferentes al actual. Los tres son para la calibración de equipos por no más de 20 millones de pesos. Se hicieron entre el 2018 y el 2019. Dos con el Hospital San Vicente de Paúl en Fresno (Tolima) y otro con el Hospital San Lorenzo de Supía.
Ante la imposibilidad de conocer el precio de cada ventilador, este medio también envió un derecho de petición a la DTSC. “Manifestamos que la Dirección Territorial de Salud de Caldas suscribió un contrato de manera global para el ‘Alquiler de diez (…)’, es decir, que se realizó el alquiler de la unidad completa y de manera individual o unitaria”, fue su respuesta. Esta misma respuesta dio la DTSC al derecho de petición remitido por Quirumedic.
Para Camilo Vallejo, gerente de la Corporación Cívica de Caldas, “ese tipo de precios globales no favorece la transparencia por la imposibilidad de desagregar. Si ya se ejecutó, las entidades deberían poder entregar esta información, de manera que el ciudadano pueda conocer en detalle cómo se invirtió en ese contrato”.
El abogado consultado coincide en que comprar a un precio global es una falla. Explica que en los procesos de contratación es necesario conocer los precios unitarios para comparar con otras cotizaciones, además, los precios desagregados son los que permiten decidir si es útil el negocio de alquiler o si es preferible una compra.
En este escenario es difícil, entonces, saber a qué precio se rentó cada equipo en el contrato. Sin embargo, los que fueron firmados en otros municipios y hospitales pueden dar algunas pistas sobre cómo funcionaba ese mercado la misma semana en que la DTSC firmó el contrato de alquiler (la del 8 de abril). LA PATRIA pidió cotizaciones a proveedores y constató los datos del Secop.
El primer resultado mostró que la DTSC firmó otro contrato por esa época. El 31 de marzo rentó dos ventiladores HT70 Plus W/02 a la empresa Amanecer Médico SAS, para dotar al Hospital San Félix de La Dorada. En este el alquiler de cada equipo costó 1 millón 850 mil pesos mensuales. Estuvieron tres meses en el municipio, explica Linda Giraldo Quintero, directora nacional de Convenio de Amanecer Médico.
“El precio de alquiler de un ventilador puede oscilar entre 1.900.000 y 2.400.000 pesos, ese es el rango en general. El aumento del precio depende de los insumos con los que se vaya a entregar”, cuenta Giraldo. En este caso, el alquiler incluyó el transporte y capacitación del personal de salud de La Dorada.
El otro contrato de arrendamiento de equipos médicos que aparece en el Secop y que fue firmado en una fecha similar es del Hospital Regional de Chiquinquirá (Boyacá). El 26 de marzo este centro rentó cuatro ventiladores marca Bear 1000 por 2 millones 737 mil pesos la unidad y 10 monitores Mindray a 1 millón 547 mil pesos cada uno con una empresa llamada De Alta Bioingeniería SAS, de Tunja.
LA PATRIA conoció una cotización de alquiler de la empresa Medical Devices SAS, de Bogotá, realizada el 7 de abril. En ella se especifica que el alquiler de un ventilador mecánico para UCI (modelo según disponibilidad) costó 1 millón 500 mil pesos mensuales.
Ejemplar del ventilador marca Versamed modelo Invent201 (no es la misma unidad que rentó la DTSC).
Demandados
Julio César Castellanos, director general del Hospital Universitario San Ignacio de Bogotá, recuerda que el precio de venta de estos dispositivos pasó de 40 millones a 110 millones de pesos en pandemia. Por eso, con su equipo, decidió alquilar algunos. “Los ventiladores estuvieron muy escasos en el mercado. Alcanzamos a alquilar en la primera o segunda semana y después ya no había. Luego fueron llegando poco a poco. (El precio) no subió mucho porque los alquilamos rápido, pero no hubo muchos disponibles”, dice.
Si hubo o no sobrecosto en los ventiladores alquilados por la DTSC para el Hospital Santa Sofía es un interrogante difícil de resolver ante la negativa de la entidad y de Quirumedic de compartir el valor de la renta de cada equipo. Pese a esto, el rastreo anterior puede sugerir que el costo de alquiler de un ventilador en la contratación pública osciló entre 1 millón 500 mil y 2 millones 737 mil pesos. Rentar, entonces, 10 por seis meses pudo costar, máximo, 164 millones 220 mil pesos.
A diferencia de lo que sucedió con los ventiladores, el precio de las camas no fluctuó. Por el contrario, explica David Jiménez, director de Contratación del Hospital Regional Duitama (Boyacá), no escasearon y no aumentaron de costo, pues son productos de la industria nacional. Esto lo ratifica un asesor comercial de Dotasalud, distribuidora de equipos médicos, y otro de Sumel, con sedes en Medellín, Pereira y Armenia.
Para saber cuál fue el costo de estos equipos, LA PATRIA consultó varios contratos en los que se compraron camas o monitores firmados en días cercanos al 8 de abril, que fue cuando la DTSC pactó el alquiler por más de $721 millones.
Si tomáramos estos precios como referentes, este rastreo podría indicar algunas pistas sobre el precio cercano de estos artefactos:
*Una cama eléctrica de cuatro planos (las de la Territorial eran de tres planos) costaría, de acuerdo con Dotasalud, 3 millones 600 mil pesos. Comprar 20, entonces, habría valido unos 72 millones de pesos.
*Un monitor como el que rentó la Territorial (marca Edan, modelo IM70) costó alrededor de 5 millones 374 mil pesos. El precio de 20 pudo haber sido de 107 millones 480 mil pesos.
Según estos precios del mercado nacional, comprar los monitores y las camas pudo haber costado 179 millones 480 mil pesos. Se trata de una cifra que, al sumarse al costo de alquiler de los 10 ventiladores (164 millones 220 mil pesos), equivale a 343 millones 700 mil. En otras palabras, según las estimaciones de LA PATRIA, con menos de la mitad de lo que pagó la DTSC por este contrato (721 millones 140 mil pesos) hubiera sido suficiente para rentar 10 ventiladores y para comprar 20 camas y 20 monitores. Esto sin poder verificar el precio individual que pagó la Territorial por carecer de esa información.
¿Pudo comprarlos?
Después de revisar las cifras que presentó el mercado de equipos médicos en Colombia la primera semana de abril es inevitable preguntarse: ¿por qué la Dirección Territorial prefirió usar este presupuesto para rentar camas y monitores y no para comprarlos cuando, aparentemente, el mercado lo permitía?
LA PATRIA le preguntó a Jimena Aristizábal, entonces directora de la Territorial. Ella estuvo en ese cargo hasta el 26 de junio del año pasado. La reconocen como cuota política del representante a la Cámara José Luis Correa, del Partido Liberal, quien apoyó la candidatura de Luis Carlos Velásquez, hoy gobernador. Aristizábal dijo que la Territorial era la que debía responder.
Hoy en su cargo está Carlos Iván Heredia, cuota política de la línea sierrista del Partido Conservador, que comparte el poder en la Territorial con el liberalismo de Correa, comenta un diputado de oposición.
Heredia respondió por este contrato de alquiler ante la Asamblea Departamental el 19 de octubre del 2020: “En esa época no había ventiladores, no había dónde comprarlos y los que se podían comprar daban fecha de entrega a dos meses. En ese momento aparece una oferta de ventiladores con camas, con todos los equipos, con entrega inmediata. Iban a garantizar que la infraestructura de nuestro hospital referente (el Santa Sofía) tuviera capacidad de respuesta”.
A LA PATRIA, Heredia le solicitó que le preguntara al entonces subdirector jurídico de la Territorial, Jaime Cañaveral. Este pidió las preguntas por escrito. Respondió el derecho de petición antes citado, pero nunca dijo oficialmente por qué decidieron alquilar a ese precio.
El acto administrativo que permite que el sector público en Caldas invierta recursos directamente para atender la covid-19 mediante la urgencia manifiesta, sigue activo y eleva el riesgo de corrupción por la falta de transparencia.
*Esta investigación hace parte del proyecto ‘Tras la pista de los dineros del COVID-19’ de Consejo de Redacción (CdR).
Foto | Cortesía La Patria. Cotización de Medical Devices con el precio de renta por unidad de cama, ventilador y monitor.
Foto | Tomada de Secop | La Patria. Contrato del Hospital Regional Duitama con el precio de compra de los monitores.
Foto | Tomada de Secop | La Patria. Contrato del Hospital Regional Duitama con el precio de compra de las camas eléctricas.
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