Universidad Católica de Manizales, una experiencia espiritual más allá de las aulas

Por María de los Ángeles Casafus - UCM Pastoral

La Universidad Católica de Manizales ofrece a sus estudiantes una formación integral que va más allá de las fronteras del aula y permite el aprendizaje a través de la experiencia del servicio, todo esto, desde su identidad y carisma como obra de Congregación y de Iglesia.

Es así como los estudiantes y colaboradores de la UCM participan en diferentes espacios formativos que propician el crecimiento personal a través del compartir fraterno en diferentes contextos, como es el caso de la misión que se realiza en el Patía, al sur de Colombia, donde cada año misioneros UCM acompañan a la comunidad en la celebración de la Semana Santa.

Patía está ubicado en el departamento del Cauca a 482 Km de Manizales, es decir, que para llegar, son necesarias aproximadamente 12 horas de viaje, trayecto que le entrega a los misioneros paisajes poco conocidos y la preparación para una experiencia de intercambio cultural en la que se siente la magia de 273 años de historia patiana, al relacionarse con las costumbres, creencias y tradiciones comunitarias que son expresadas mediante cantos, danzas, música, medicina tradicional, y la expresión de valores que enriquecen las prácticas culturales, que son narradas y cantadas cotidianamente sobre todo por las mujeres que entregan  sus relatos de vida a los más jóvenes, los mismos que se van entretejiendo en el devenir cotidiano para hacerse vida y permanecer en el tiempo.

Al mismo tiempo, los misioneros, tienen la posibilidad de compartir la vida y sus conocimientos en una realidad diferente a la usual y citadina, lo que permite validar sus aprendizajes académicos desde una visión más amplia y coherente con las necesidades del país y del mundo. 

Durante una semana, se realizan actividades con niños y comunidad en general, y a través del juego se reflexiona sobre lo fundamental en la vida: disfrutar de la sencillez que ofrece la cotidianidad de una existencia con sentido. Los jóvenes patianos, por su parte, interpelan desde su fortaleza y capacidad de soñar, pero sobre todo, desde la perseverancia por hacer realidad sus anhelos aún en medio de grandes problemáticas sociales; y los adultos, comparten la experiencia de una vida al servicio del amor, de la comunidad y la generosidad.

En otras palabras, las enseñanzas más profundas se reciben en medio de la cotidianidad de una vida sencilla, en la risa de un niño cuando juega en un parque que siente parte de su hogar, en el relato de una joven sobre la preparación de un dulce tradicional o en el recuerdo compartido de las mujeres líderes acerca de lo vivido con las Hermanas Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen, que durante tantos años han acompañado la región. 

Y esa es la razón por la cual la UCM viaja al sur del país cada año, porque la Misión en Semana Santa, es la posibilidad de continuar con el legado de la Congregación que regenta la universidad. 

En este sentido, la Misión también es oportunidad para el crecimiento espiritual, para reconocer que somos seres trascendentes y que Dios, invita a todos, a seguir trabajando en la construcción de un mundo mejor, a veces con acciones cotidianas como una sonrisa a un desconocido que se asoma por una ventana, otra veces, en el abrazo que sostiene un dolor que no puede ser pronunciado, algunas otras, en medio de un acto litúrgico que permite estar en comunión con toda la Iglesia, o simplemente, en la risa espontánea y en el compartir de los alimentos con los compañeros de misión. Porque así es Dios, está en todo y en todos, ama con una perfección que a veces pasa desapercibida, pero que cuando nos damos la oportunidad de sentirla, suena más fuerte que los miedos y la ansiedad que genera la vida actual.

La Universidad Católica de Manizales, un proyecto de amor que apunta a la excelencia, evidencia su compromiso con la formación de la persona desde una visión humanista, científica y cristiana, a través de la misión que permite integrar culturas y creencias y hacer realidad su sueño: forjar día a día, hombres y mujeres integrales, lideres constructores de una nueva humanidad. 

A este y otros tipo de proyectos sociales se extiende invitación desde la Unidad de Pastoral de la UCM, en la que se acoge con amor la actitud de servicio voluntario tanto de miembros de la comunidad universitaria como del público general de la ciudad.

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