Mientras continúa la lucha conjunta contra el COVID-19 en todo el mundo, muchas personas hacen frente individualmente a cómo ha afectado esta pandemia a su salud mental. El temor y ansiedad ante el virus ha sido una de las principales causas que han generado no solo en adultos, sino también en jóvenes emociones fuertes. Anteriormente, pensamos que cada día estábamos más cerca del fin de esta pandemia, realmente nos encontramos igual. Si bien hemos aumentado las medidas de protección (como la vacuna), también nos hemos encontrado con los rebrotes y las variantes del virus que aparecen constantemente.
La OMS ha recomendado desde hace tiempo la descentralización sistemática de la atención de salud mental a los entornos comunitarios, sólo el 25% de los países que respondieron cumplían todos los criterios para la integración de la salud mental en la atención primaria. Debido a ello, en Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social, implementó líneas de atención para personas que necesiten asesoría para mantener estable su salud mental.
De hecho, durante el periodo comprendido entre el 13 de abril de 2020 al 13 de abril de 2021, una de las líneas registró más de 18.000 solicitudes de atención. También hemos visto un gran aumento de la demanda de psicólogos en línea, un servicio que brinda ayuda rápida y sencilla.
El covid-19 y la salud mental
Cada persona responde al brote de las nuevas variantes dependiendo de sus antecedentes, es decir, si ha padecido ya la infección o si tiene alguna enfermedad. Así como de los aspectos que los diferencian de otros individuos y de la comunidad en la que viven. Sin embargo, algunas personas pueden tener una reacción más fuerte al estrés, pues en una crisis de este tipo se incluyen ciertos grupos poblacionales más vulnerables, por ejemplo:
* Adultos mayores y personas con enfermedades crónicas ya que corren un mayor riesgo de enfermarse gravemente
* Niños y adolescentes
* Personas con trastornos mentales
* Personal de Salud como médicos, proveedores de atención médica y personal de respuesta a emergencias.
Aunque las medidas de control y los comunicados constantes sobre el virus y su avance son de gran ayuda para saber cómo reaccionar, pueden afectar con un miedo generalizado en la población. Asimismo, pueden conducir a la estigmatización social de los pacientes, de sus familiares y del personal sanitario que los atiende, todo ello con sus consecuencias psicológicas.
De acuerdo con el departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la Organización Mundial de la Salud, el número de personas expuestas a los factores estresantes extremos es grande, además la exposición a estos constituye un factor de riesgo para el desarrollo de problemas sociales y de salud mental.
Factores adicionales que afectan la salud mental
Además del miedo y la incertidumbre del virus, diferentes circunstancias pueden afectar en la salud mental de una persona con estrés, ansiedad, miedo y depresión. Los cambios drásticos de actividades han sido parte de los factores que afectan la salud mental, pero también nos encontramos con otros como:
*Adicción y dependencia de bebidas alcohólicas u otras sustancias adictivas.
*Soledad no deseada o ausencia de redes de apoyo. Así como la ausencia de vínculos de comunicación activa.
* Escasos recursos personales para el entretenimiento.
* Violencia o aislamiento.
* Dificultad para comprender el estado de alarma.
* Menores de edad o sujetos dependientes de otras personas.
* Obligación de acudir a su puesto laboral, o, la posibilidad de la pérdida de su trabajo.
* Ausencia de recursos económicos.
“Es sumamente preocupante que, a pesar de la evidente y creciente necesidad de servicios de salud mental, la cual se ha agudizado aún más durante la pandemia del COVID-19, las buenas intenciones no se vean acompañadas de inversiones,” mencionó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “Debemos atender esta llamada de atención y actuar al respecto acelerando drásticamente el aumento de la inversión en salud mental, porque no hay salud sin salud mental.”
Para la OMS y los médicos es muy importante acudir o recibir atención especializada de un profesional para evitar el desarrollo de trastornos o el incremento de miedo y ansiedad que sigan afectando no solo la salud mental, sino también la física. Esto, con el objetivo de mejorarlas, pero, sobre todo, de priorizarlas.
Referencias:
Hernández Rodríguez, José. (2020). Impacto de la COVID-19 sobre la salud mental de las personas. Medicentro Electrónica, 24(3), 578-594. Epub 01 de julio de 2020. Recuperado en 06 de diciembre de 2021, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30432020000300578&lng=es&tlng=es.
Ministerio de Salud y Protección Social. (2021, 15 abril). Más de 18 mil atenciones en salud mental en opción 4 de Línea 192. [Comunicado de prensa]. https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Mas-de-18-mil-atenciones-en-salud-mental-en-opcion-4-de-Linea-192.aspx
Brunier, A. (2021). Un informe de la OMS pone de relieve el déficit mundial de inversión en salud mental. Diciembre 06, 2021, de La Organización Mundial de la Salud. Sitio web: https://www.who.int/es/news/item/08-10-2021-who-report-highlights-global-shortfall-in-investment-in-mental-health
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