LA PATRIA| MANIZALES
La victoria es de Santos, de la Unidad Nacional y de los que en el transcurso del camino se subieron al bus. Quienes apoyaron al presidente consolidan sus fichas de cara a las elecciones locales del 2015, en las que Gobernación y Alcaldía de Manizales serán los premios gordos. En contraste, algunos que gestaban candidaturas y esperaban fortalecer liderazgos, tendrán que aplazar o cancelar sus pretensiones.
El Partido de la U, con el senador Mauricio Lizcano a la cabeza, es el más beneficiado. Tomará fuerza la candidatura de Ana Cristina Jaramillo (alcaldesa de Supía) para llegar al mando de la Gobernación. Adriana Gutiérrez, escolta fiel del uribismo, ve alejarse la oportunidad de ser jefe en el Palacio Amarillo. Los liberales, amén de una apuesta arriesgada, se toman una bocanada de aire. Y el conservatismo divido, que hizo doble apuesta, gana más de lo que pudo haber perdido.
Beneficiados
Óscar Mauricio Lizcano:
sigue facturando a raudales. Luego de ser uno de los candidatos-senadores con mayor votación en los comicios de marzo, aceitó su maquinaria para alentar la campaña santista. Con el triunfo de su jefe en la segunda vuelta de las presidenciales, parece seguro que consolidará su idea de impulsar a Ana Cristina Jaramillo (alcaldesa de Supía) para llevarla a la Gobernación. Toma forma su rol de cacique de la U en Caldas. Es más, se le abre la opción de ocupar la presidencia del Senado.
Ana Cristina Jaramillo:
la mandataria de Supía debería estar feliz. Con Santos otros cuatro años en el poder, y con el respaldo del Partido Liberal en posible alianza con La U y otros, se moldea su nombre para ser candidata a la Gobernación. Llegaría fuerte a las elecciones del próximo año.
Luis Emilio Sierra:
si bien el Partido Conservador, liderado por Marta Lucía Ramírez, se adhirió a la causa de Zuluaga, es un secreto a voces que el sierrismo apoyó a Santos, cuidándose, claro, de no dejar señales de doble militancia. Ese juego arriesgado, con resultado favorable, le aportará jugosos frutos burocráticos en los siguientes cuatro años, pues dicen que el Gobierno casi que dijo en campaña: "Pedid que nada os será negado".
Juana Carolina Londoño:
como no hizo campaña para reelegirse en la Cámara de Representantes, se ha hablado de su posible candidatura a la Alcaldía de Manizales. Con el apoyo de los senadores Sierra (su jefe) y Lizcano, hinchados de poder gracias al santismo, se le despeja el camino para ser el rostro en el tarjetón del 2014 y suceder en el cargo al alcalde Jorge Eduardo Rojas. Difícil la tendrá quien se le enfrente.
Liberalismo, Mario Castaño y Adriana Franco:
Mario Castaño, electo representante a la Cámara, se echó al hombro la campaña de Santos en las alicaídas huestes liberales. Este, surgido de las Tendencias Liberales, asume el mando en la colectividad, por encima de lo que queda del barquismo. El triunfo en las urnas le da un respiro a este movimiento que viene lastimado desde la derrota de Adriana Franco en su pasado intento de llegar al Senado. Luego de esa pérdida en marzo, se ha comentado que Franco podría llegar a ocupar un puesto en el Gobierno central, lo cual podría concretarse en el transcurso del siguiente cuatrienio.
Hernán Penagos:
el presidente de la Cámara de Representantes y contrapeso de Mauricio Lizcano en el Partido de la U en Caldas vislumbra un panorama benéfico gracias a la reelección. Amparado en esa colectividad preside la Cámara, por lo cual se infiere que mantendrá su influencia y contacto con la Casa de Nariño. Se le viene un periodo de trabajo arduo, pues más temprano que tarde empezará a perfilarse como candidato al Senado.
Arturo Yepes:
distanciado de la oficialidad de su partido y de su hermano Ómar, se inclinó por la campaña santista en segunda vuelta. Después de cruzar la meta con el grupo de los vencedores, llegará fortalecido a ocupar su curul en la Cámara. Esto le sirve para encarnar y tomar la posta de su líder político-familiar, Ómar Yepes, quien estuvo alineado con Óscar Iván Zuluaga. Otra vez le funcionó su calculadora electoral.
Desinflados
Adriana Gutiérrez:
esta uribista pura sangre, que apoyó incondicionalmente la campaña de Zuluaga, ve cómo se desvanece su impulso para ser candidata del Centro Democrático en las elecciones de Gobernador. Sus esperanzas estaban puestas en tener línea directa con el Gobierno central, pero la reelección de Santos y el fortalecimiento de sus contendientes regionales le ponen un escollo difícil de superar. Tendrá que seguir a la sombra del actual gobierno departamental (es prima del gobernador Julián Gutiérrez) y moverse con sagacidad si es que pretende llegar a un cargo de poder.
Carlos Felipe Mejía y Hugo Hernán González:
los nuevos congresitas de Caldas (senador y representante) vieron cerca la posibilidad de no ser opositores sino gobiernistas, en caso de que Zuluaga hubiera ganado. Ahora tendrán que ser escuderos en los debates y planteamientos del expresidente-senador Álvaro Uribe contra el Gobierno, asumiendo un papel que les otorga mucho menos poder del que pudieron haber gozado con un triunfo en las presidenciales.
Ómar Yepes:
el exsenador y hoy director del Partido Conservador ve cómo se aleja el panal de miel burocrática que le habría significado el triunfo zuluaguista. Perdió en primera ronda con Marta Lucía Ramírez y en segunda tampoco le llegó la victoria. No obstante, el haber sido parte de la unidad nacional en el primer cuatrienio de Santos no deja a su colectividad tan distante del mandatario. Cierto es que su hermano menor, Arturo, toma vuelo y quizás le reste protagonismo a la tradicional cabeza del yepismo. Su consuelo es que todavía es presidente de su colectividad
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