Luis Francisco Arias
LA PATRIA | Manizales
El hecho de que un senador risaraldense haya perdido su curul por un caso de corrupción, que dos senadores de Caldas decidan no aspirar en esta ocasión y que las principales candidatas por el Quindío estén investigadas podrían influir en forma determinante en los resultados para el Eje Cafetero de las elecciones de Congreso de la República que se avecinan.
Además de que tales situaciones provocarían cambios significativos en la representatividad de la región en el Senado, se ha generado una verdadera avalancha de aspirantes a esa corporación de otras regiones que pretenden sacar tajada de los votos de esta región, lo que parece evidenciar un gran vacío de liderazgo.
Esto ocurre justamente cuando, según el politólogo y magíster en gestión pública Wilson Andrés García Cifuentes, esta región tiene desafíos mayúsculos como, por ejemplo, el de la movilidad entre Armenia, Pereira y Manizales, ciudades en las que no solo el servicio de transporte público tiene limitaciones, sino que entre las tres ciudades hay peajes que encarecen demasiado la comunicación interna.
Hay muchos más retos regionales en los campos del turismo, la infraestructura, la educación, la salud y hasta de la cultura, en los que los entes territoriales y el sector privado confían en que los senadores con arraigo en la región y los representantes a la Cámara del Eje Cafetero puedan ayudar a sacar adelante.
Enredo en el Quindío
El caso más complejo en el panorama político lo afronta el Quindío, donde el partido más fuerte, Cambio Radical, tiene a su principal candidata, Sandra Paola Hurtado, a un paso de la muerte política. La Procuraduría la destituyó, en primera instancia, como gobernadora del departamento, y la inhabilitó 12 años para ocupar cargos públicos. Está a la espera de un fallo definitivo.
El sociólogo William García Rodríguez, profesor de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad del Quindío, considera que eso complica la situación. “Es un panorama muy difícil para las organizaciones políticas que más posibilidades han tenido de hacer presencia en Cámara y el Senado”.
Una apreciación similar tiene Miguel Ángel Rojas, director del portal periodístico elquindiano.com y uno de los periodistas con mayor experiencia en el tema político en ese departamento. Él califica la situación como “caliente”, además, porque la exalcaldesa Luz Piedad Valencia, del Partido Liberal, con quien Hurtado ha librado desde hace años una batalla sin cuartel, también tiene en su contra delicadas investigaciones.
La paradoja es que pese a los señalamientos de corrupción contra Valencia, es la carta que le da esperanza a los quindianos de tener de nuevo representación en el Senado, después de cerca de una década sin esa curul. Otra esperanza es Aydeé Lizarazo, del MIRA, que concentrará gran parte de la votación de los seguidores de ese movimiento en el Eje Cafetero y el norte del Valle.
García Rodríguez cree que después del fallo del Consejo de Estado que le devuelve tres curules en el Senado al MIRA, ese movimiento quedó en muy buenas condiciones, "aunque tal vez no para Senado en Quindío”, aclara.
De todos modos, el académico lamenta los altos niveles de corrupción en ese departamento, y considera que ese es un gran reto para las próximas elecciones. “Una fracción de la población colombiana se acostumbró a votar por personas que están cuestionadas, y aquí en el Quindío hay una contracultura en ese sentido”.
En Risaralda, cambio de gran elector
En este departamento también hay complejidades alrededor del panorama político para las elecciones de Congreso, motivadas principalmente por los efectos de la caída por corrupción del exsenador Carlos Enrique Soto, del Partido de la U, quien fue el gran elector durante la última década.
William Andrés García Cifuentes, politólogo y magíster en gestión pública, cree que al dividirse ese partido en dos, una de las facciones bajo el nombre de Andrea Soto, hija del excongresista, se tendrá un efecto fuerte. “Como resultado de esa decisión se quemará una de las dos personas, como mínimo”. El otro sector es comandado por el actual representante a la Cámara Didier Burgos, quien busca repetir curul.
Quien parece favorecerse con esta situación es, según el historiador y analista político Orlando Parra, el senador conservador Samy Merheg (quien además es heredero político de su cuestionado hermano Habib), considerado ahora el político más poderoso del departamento. “Samy repetiría Senado, como también lo haría su llave para Cámara, Juan Carlos Rivera”.
Todo esto se facilitaría por la fuerza de las maquinarias. “Estas serán votaciones de estructura, no de opinión, se medirán en fuerzas los movimientos políticos”, piensa García Cifuentes.
Además, según el experto, las elecciones podrían verse afectadas en municipios como Mistrató y Pueblo Rico, donde hay denuncias recientes de presencia rural de estructuras del Eln que podrían atemorizar a los electores.
Por eso García Cifuentes afirma: “El mayor riesgo que podríamos tener es que la gente que está habilitada para votar no salga y se ganen unas elecciones por una minoría”.
Incertidumbres en Caldas
Caldas es el departamento en el que tal vez se vive una mayor tranquilidad alrededor de la elección de Congreso de la República, y eso podría relacionarse con que apenas a mediados de enero pasado comenzó la campaña, debido a que la gente estaba entretenida por la Feria de Manizales.
“Hay mucha apatía de los electores para enterarse de las candidaturas”, expresa Lorena Delgado, coordinadora del programa de Ciencia Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Manizales.
No obstante, para el politólogo Juan Camilo Arroyave es llamativo que para Cámara se hayan inscrito 56 candidatos, algo de lo que no se tiene antecedentes recientes. “Históricamente no se habían presentado tantos candidatos como ahora. A pesar de que hay movimientos que no tienen tanta visibilidad, ahora se postulan y toma más fuerza la presencia de las mujeres”.
Arroyave también se siente preocupado por la poca emoción que se percibe en el ambiente, y confió en que “no se disparen los niveles de abstención, a propósito de la pluralidad de candidatos que hay para la Cámara”.
Gran parte de la apatía podría estar relacionada con la decisión de los senadores Luis Emilio Sierra y Mauricio Lizcano de no postular sus nombres esta vez, y tratar de heredar su capital político. En medio de eso se corre el riesgo de que se pierda presencia en el Senado, aunque muchos dan por descontado que el representante a la Cámara Hernán Penagos, del Partido de la U, saldrá elegido, y que el también representante Mario Castaño, del Partido Liberal, logrará su cometido.
De hecho, Delgado da cuenta de un fenómeno político que podría evidenciarse en los resultados. “Hay un fortalecimiento del Partido Liberal, que viene desde las elecciones para la Alcaldía de Manizales”. En este punto, de todos modos, no puede perderse de vista la presencia creciente del senador antioqueño Luis Fernando Duque en esta región.
Riesgos electorales
El Eje Cafetero se ha caracterizado en los años recientes por ser una región en relativa calma y sin presencia de actores armados ilegales, y en ese sentido los riesgos electorales por violencia son mínimos, de acuerdo con el reciente informe de la Misión de Observación Electoral (MOE).
De hecho, solo Pueblo Rico (Risaralda) aparece allí con riesgos extremos combinados de violencia y fraude electoral para las elecciones que se avecinan. En nivel alto está Pereira, y en medio los municipios de Dosquebradas (Risaralda) y La Tebaida (Quindío).
También se evidencian riesgos de violencia en Aguadas, Riosucio y Risaralda (Caldas), en nivel alto; y en nivel medio están Manizales y Belalcázar (Caldas), y Calarcá (Quindío).
Por posibles problemas de fraude hay ocho municipios con riesgo, de los 56 de toda la región. El caso más crítico es Marulanda (Caldas), donde la MOE aprecia un riesgo alto, y con riesgo medio están Samaná, Marquetalia (Caldas), La Tebaida, Salento (Quindío), Dosquebradas, Mistrató y Pueblo Rico (Risaralda).
Otros factores de influencia
Pocos analistas se atreven a especular acerca de qué pasará con los votos del Centro Democrático en la región, donde se ha demostrado una gran influencia del expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez. Candidatos como Carlos Felipe Mejía, al Senado, tienen que reunir un capital mínimo de votos para asegurar su presencia en el Congreso, pero la figura de su jefe podría opacarlo. Igual ocurre con los candidatos al Senado del Centro Democrático en Risaralda y Quindío.
Para este mismo movimiento hay grandes posibilidades de que logre, por lo menos, una curul para Cámara en cada departamento del Eje.
Es innegable la influencia que podrían lograr en Caldas los actuales senadores Mauricio Lizcano y Luis Emilio Sierra, pese a que no se presentaron para repetir curul. El aparato político de Lizcano podría posicionar sin muchas dificultades a su padre. Óscar Tulio Lizcano, para llegar a la Cámara de Representantes.
Es posible que desde las entrañas de Compromiso Ciudadano, liderado por el candidato presidencial Sergio Fajardo, surja un Senado para esta región. Se trata de Iván Marulanda, quien nacido en Pereira es cabeza de lista de ese movimiento y el número 2 de la lista de la Coalición Colombia que lidera Antanas Mockus.
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