MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Esperanzado en ganarse el voto de los caldenses, que bien lo conocen por ser sus coterráneos, y de los colombianos, que saben de su actuar, está Óscar Iván Zuluaga Escobar para ser el próximo presidente de Colombia.
Este economista y empresario pensilvanense lleva 30 años de vida pública. Fue concejal y alcalde de su municipio, senador y ministro de Hacienda, candidato presidencial en el 2014 (ganó en primera vuelta y en la segunda perdió frente a Juan Manuel Santos) y director nacional del Centro Democrático.
Su visión de país
- ¿Por qué decide otra vez lanzarse a la Presidencia?
Estoy muy preocupado por lo que le está ocurriendo al país producto de la pandemia. En 17 meses hemos retrocedido 15 años de avances sociales, y también me preocupa lo que está ocurriendo con la ciudadanía por la pérdida de confianza en la justicia, en la política, prácticamente en todas las instituciones. Construir una visión de país tiene un claro sello: recuperar la confianza y el bienestar social, esa es mi apuesta y por eso quiero ser el próximo presidente de Colombia.
- ¿Qué propone para avanzar en ese propósito?
Un acuerdo sobre lo fundamental para enfrentar la corrupción, a través de un mecanismo de participación ciudadana para hacer las dos reformas que en 20 años no ha hecho el país: la reforma a la política y la reforma a la justicia. Hay que reducir el tamaño del Congreso y los salarios de los congresistas. Hay que darle un nuevo concepto al Estado; que sea ágil, eficiente, moderno, que escuche al ciudadano y que parta de una dimensión territorial, y un estado austero para lo que propongo una reducción del gasto burocrático y con esos ahorros financiar el desmonte del 4X1.000. Construir una red de protección social con la universalización de la primera infancia, es decir que todos los niños en Colombia, desde que nacen hasta los 5 años, serán cuidados y educados por el Estado. Crear 2 millones de empleos dignos y bien remunerados.
- Algunos sectores le temen porque cuando fue ministro de Hacienda habló de hacer las reformas pensional y tributaria, ¿ve ya las cosas distintas?
No hay duda que para que el país tenga un crecimiento económico vigoroso, a tasas altas; para que podamos hacer sostenible el pago de la deuda que equivale al 60% del PIB, tiene que abocar tres reformas sustanciales: una fiscal que permita disminuir exenciones y lograr un reenfoque de la DIAN para luchar contra la evasión, la elusión y el contrabando. Redistribuir las cargas fiscales para que las empresas sean más competitivas y las personas que más tienen, contribuyan más. Hay que hacer una reforma laboral, no para afectar los derechos de los trabajadores, sino para atacar la informalidad que es el gran cáncer de la economía colombiana. Necesitamos una reforma pensional que tenga un claro propósito, acabar con el subsidio a las pensiones de los salarios más altos, pues en el presupuesto nacional de este año vale $20 billones para 200 mil personas, pensemos que hay 1 millón y medio de colombianos mayores de 65 años que viven en condiciones de pobreza y de miseria. Prefiero darle a ese millón y medio de colombianos un ingreso solidario para que tengan una vejez digna.
- ¿Cuál es su apreciación del Gobierno de Iván Duque?
Le tocaron dos pandemias. La herencia de Santos: un país inundado de coca, burocratizado, con un gasto derrochón (entidades, consejerías, agencias), y la covid-19, el problema más grave que ha tenido la humanidad en los últimos 100 años. En ese sentido hay que destacar del Gobierno cosas como que en cinco meses duplicó las unidades de Cuidado Intensivo y esa infraestructura hospitalaria le quedará al país para futuras emergencias, las vacunas han avanzado, tres millones de colombianos recibieron un apoyo económico para no estar hoy en la pobreza. El uso de energías limpias, que no destruyen recursos y el medio ambiente, temas que hay que darles continuidad.
De la izquierda
- Dicen que Álvaro Uribe se equivocó en el 2010 escogiendo a Juan Manuel Santos como candidato presidencial, y que si lo hubiera elegido a usted las cosas serían diferentes, ¿lo cree así?
Santos es el mayor engaño y la mayor traición política que hemos sufrido. En el 2014 derroté a Santos en la primera vuelta y me hicieron trampa en la segunda, ya sabemos cómo y quiénes. Pero mi mirada es hacia adelante, mi visión es con los problemas que hoy tenemos y cómo construir un país que recupere el bienestar y la confianza. Hoy el reto es enorme.
- ¿Siente que la segunda sí puede ser la vencida hacia la Presidencia?
Eso lo definen los electores. Lo importante es contribuir al debate con propuestas, con soluciones. Estoy obsesionado con cosas como ampliar los sectores productivos, que Colombia sea un país que eduque, que produzca, que trabaje, que exporte, lleno de jóvenes emprendedores. Espero contribuir a formar una coalición social y política con otros sectores de la sociedad para encontrar un programa que nos una y tener un solo candidato en la primera vuelta presidencial para evitar que a Colombia le llegue la izquierda, el socialismo, el populismo de izquierda.
- Con un país tan polarizado entre la izquierda y la derecha política, ¿cree que correrán con suerte, cuando el uribismo ha sido tan criticado especialmente en el último año con los paros?
Los paros también han dejado grandes lecciones a los ciudadanos. La necesidad de autoridad que proteja la vida a todos por igual, sus derechos y fortalezca la libertad; que enfrente el desafío del terrorismo urbano, de los vándalos, del bloqueo a las ciudades. Para enfrentar el populismo de izquierda, el socialismo, nos tenemos que unir diferentes sectores sociales y políticos para tener un candidato fuerte con un programa que seduzca, que interprete las necesidades de los colombianos, que sea innovador, como lo que estoy planteando al país.
- ¿Las investigaciones por el caso del hacker y las chuzadas ilegales, del que usted y su familia salieron bien librados, y por una presunta financiación de su campaña presidencial con dineros de Odebrecht le restarán votos o le sumarán votos?
Me da la absoluta tranquilidad de lo que siempre les dije a los colombianos: mi campaña fue honorable, lo dijo la verdad judicial y se demostró el montaje de que fue objeto mi campaña presidencial. Sobre Odebrecht, la Fiscalía tiene todas las pruebas, adelantamos un proceso judicial en Brasil para demostrar la transparencia de mis actuaciones. Ese caso está clarificado. No tengo preocupación en ese sentido y tengo la certeza de que tal y como ocurrió con el hacker, se demostrará la transparencia de mi campaña.
Sobre ser el candidato del Centro Democrático a la Presidencia, Óscar Iván Zuluaga dice que lo primero es ganar la nominación dentro de lo que determine el partido porque hay otros precandidatos (María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín, Margarita Restrepo, Carlos Felipe Mejía, Ernesto Macías y Rafael Nieto) que tienen méritos y capacidades. "Si gano esa nominación mi preocupación será invitar al Partido Conservador, a los Cristianos, a Cambio Radical, al Partido de la U, a Enrique Peñalosa, a Federico Gutiérrez a conformar una gran alianza. El gran reto que tenemos es definir en la consulta interpartidista de marzo un solo candidato para llegar a la primera vuelta presidencial representando todos estos sectores sociales y políticos".
"A Petro hay que derrotarlo con votos. El proyecto político que él representa afecta la democracia porque está montado sobre lucha de clases, el principio de una democracia plebiscitaria y la base de restringir libertades para que una persona escoja dónde quiere que sus hijos estudien, a qué hospital o clínica quiere ir a que lo atiendan, dónde quiere llevar sus ahorros, dónde quiere mercar. No nos puede pasar en Colombia lo de Perú, ni como inició el socialismo del Siglo XXI con Chávez en Venezuela".
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