Los amores y desamores de los partidos políticos por las candidaturas presidenciales

Colprensa | LA PATRIA

La carrera presidencial, que llegará a su primer momento definitivo el 27 de mayo con la primera vuelta, aún tiene divididos a varios de los partidos que participan en el proceso y algunos pocos plenamente identificados con el nombre de su candidato para reemplazar a Juan Manuel Santos desde el 7 de agosto en la Casa de Nariño.

Las controversias y la identidad política en las distintas colectividades giran principalmente en torno al nombre de quién debe ser el candidato, pero no se fundamentan en las ideologías que puedan identificarles. Sin embargo, el tema de la paz sigue marcando la campaña, tanto por quienes plantean que la continuidad de los acuerdos es lo fundamental, como por quienes sostienen que es un imperativo modificar lo aprobado hasta ahora. También como un referente general está el tema de la corrupción.

Para el profesor Mauricio Jaramillo, estas divisiones en los partidos se deben especialmente a la llamada personificación de la política, “es decir, que los partidos y movimientos se conforman alrededor de las personas. El Centro Democrático en torno a Uribe, el partido de La U en torno a Santos y el Polo Democrático no termina de superar las diferencias entre sus miembros porque son diferencias entre egos, pero no hay diferencias de fondo”.

Pero la situación de hoy en día es muy diferente a la de otras épocas cuando los partidos tradicionales estaban aún vigentes, o a la de antes del Frente Nacional, cuando tenían muy marcadas sus diferencias. El profesor Jaramillo sostiene que “en el pasado importaba más el partido que las personas, hoy es lo contrario. Las divisiones también tienen que ver con que se están haciendo alianzas para las Presidenciales, pero son más alianzas entre personalidades que entre partidos. Los partidos van detrás”.

Otra voz que opina sobre las divisiones en los partidos con miras a la elección del 27 de mayo es la del también catedrático Carlos Andrés Orjuela, quien sostiene que estas fracturas se están dando por la ‘realpolitik’.  “A pesar de que hay unos postulados ideológicos en algunos de los partidos, hoy se está viendo para dónde destinar esos votos que capturaron  el 11 de marzo”.

Este analista coincide con Jaramillo en el sentido de que “las fisuras se dan  al interior de los partidos porque están buscando acomodarse a quién pueda llegar a ser el presidente de la República. Los partidos hace mucho  tiempo dejaron de ser organizaciones ideológicas y se convirtieron en empresas electorales. Quedan unos recodos alrededor del tema de la ideología y de las posiciones ideológicas, pero hoy día lo que mueve mucho a los partidos es no dejar de  ser incluidos en lo que va a ser la repartición burocrática del Gobierno Nacional”.

La izquierda, más dividida

La sorpresiva votación de Gustavo Petro de 2.8 millones de votos en la consulta interpartidista de la izquierda el pasado 11 de marzo, llevó a que dos partidos de la centro-izquierda se dividieran al punto que en la actualidad pasan serios problemas para tener un candidato único al cual apoyar.

La situación compromete más al Polo Democrático, el partido que era tradicionalmente de la izquierda pero que con la llegada de los Decentes, el grupo de Petro, comparte esa línea ideológica. En el Polo actualmente hay dos claras tendencias, una que acompaña a Sergio Fajardo y es liderada por el senador y ex candidato presidencial Jorge Robledo, pero del otro lado está un sector mayoritario que prefiere a Gustavo Petro y le brindó su apoyo en la consulta interpartidista. Allí están los senadores Iván Cepeda, Alexander López y Alberto Castilla.

La disputa política entre Robledo y Petro es muy grande y se ha profundizado en los últimos años, al punto que llevó a que el exalcalde de Bogotá renunciara al Polo e hiciera su propio partido.

Incluso, el senador Alexander López esta semana se distanció de la candidatura de Sergio Fajardo, al manifestar que él no está autorizado por el Polo para que busque acercamientos con el Partido Liberal y Humberto de la Calle.

La Alianza Verde, el otro partido de centro izquierda, es en donde también están divididos. Allí el reelecto representante a la Cámara Inti Asprilla, desde enero pasado, evidenció que no acompaña al exgobernador Fajardo y que su apuesta es para que Gustavo Petro sea el candidato presidencial. El padre de Asprilla, Guillermo Aspira, quien murió en junio de 2014, fue uno de los funcionarios más cercanos que tuvo Petro cuando estuvo al frente de la administración de Bogotá.

La división azul

La situación en el Partido Conservador es muy similar a la de hace cuatro años: hay un sector que se la jugará con el expresidente Álvaro Uribe y su candidato Iván Duque; del otro lado hay un sector, en su mayoría el congresional, que está más cercano al gobierno de Juan Manuel Santos y la candidatura de Germán Vargas Lleras.

Sin embargo, los resultados recientes de la consulta interpartidista de la derecha han llevado a que las cargas al interior del conservatismo se reajusten y empiecen a mirar a Duque, como pasa con el presidente del partido, senador Hernán Andrade, quien hasta febrero pasado se identificaba con el ex vicepresidente Vargas Lleras.

La cercanía a Duque de los sectores políticos del conservatismo se dan más por la identidad con Uribe y no por la exministra Marta Lucía Ramírez, quien no quiso aceptar en esta ocasión ser la candidata presidencial sino irse de independiente a la consulta interpartidista.

La U busca unidad

El Partido Social de Unidad Nacional, la U, ante la imposibilidad de llegar a mayo con candidato presidencial propio y los complejos resultados electorales del 11 de marzo, tiene claro que deberán llegar unidos a definir a cuál candidato apoyar para el 27 de mayo.

Aurelio Iragorri, el presidente del partido, asegura que la U definirá a cuál candidato apoyar para la primera vuelta, pero es claro en decir que deberá hacerlo de forma unida.

Los nombres de Germán Vargas e Iván Duque son los que se barajan al interior, pero los mismos han generado división. Por ejemplo, al ex vicepresidente Vargas no lo llegaría a apoyar el senador Roy Barreras, esto por los grandes distanciamientos que tuvieron en el pasado.

Duque no gusta a todos los congresistas por el distanciamiento abierto entre Juan Manuel Santos y el ex presidente Uribe. Sin embargo, de esa línea no es el senador José David Name, quien ya ha hecho evidente que se inclinaría más por su colega del Centro Democrático que por el ex vicepresidente Vargas Lleras.

La incertidumbre liberal

En las filas del Partido Liberal la situación también es compleja. Si bien ya tienen a un candidato que es Humberto de la Calle, este ya está en proceso de hacer una alianza con el ex gobernador Sergio Fajardo, la cual –de permitirse de forma legal– le llevaría a retirar su postulación y a sumarse a la fórmula de la Coalición Colombia (Sergio Fajardo-Claudia López).

El muy seguro desistimiento de De la Calle de seguir adelante se ha debido también a que al interior del partido hay un enfrentamiento entre un sector liderado por Juan Fernando Cristo con el jefe único, el ex presidente César Gaviria Trujillo.

Además, al interior de la bancada de congresistas de tiempo atrás se ha evidenciado un interés por acompañar a Germán Vargas Lleras, sin embargo en la actualidad el nombre de Iván Duque toma mucha fuerza, esto sin importar que es el candidato del uribismo. El papá de Duque, Iván Duque Escobar, fue uno de los ministros destacados en el gobierno del liberal Julio César Turbay  Ayala y luego, durante el mandato de Belisario Betancur, fue el registrador nacional, en representación del liberalismo.

El Centro Democrático, unido

Pero si los desamores son constantes en algunos partidos, en el Centro Democrático las aguas mansas son las que se imponen. Al parecer, gracias a los resultados electorales del pasado 11 de marzo, se superaron las divisiones que había a su interior.

El candidato presidencial Iván Duque logró concretar en esta Semana Santa el apoyo del excandidato Óscar Iván Zuluaga, quien se había mantenido al margen de la carrera presidencial del uribismo, pero también hasta febrero era distante al senador Duque.

Antes de Zuluaga se habían sumado a la foto personas como Fabio Valencia Cossio y Luis Alfredo Ramos, quienes no compartían que fuera Duque la carta presidencial del uribismo.