Vera Grabe Loewenherz, exguerrillera del M-19, hoy directora del Observatorio para la Paz y miembro de una comisión asesora en los diálogos Gobierno-Farc en La Habana (Cuba), dijo ayer que hay diversas formas de paz.
Vino a la ciudad invitada por la Universidad de Manizales, para el primer Conversapaz, un ejercicio que forma parte de la Cátedra de la Paz como seminario permanente para ilustrar los contenidos de las negociaciones de La Habana.
Aunque la comisión que menciona Grave Loewenherz no la han vuelto a convocar, ella se siente parte del proceso por lo que hace en el Observatorio, y que resume como trabajos en pedagogía de paz.
- ¿Cómo ha visto los diálogos en La Habana?
La gente espera que haya resultados rápidos, pero es un proceso complejo por los actores, por la historia de las Farc, por las decisiones que se tienen que tomar. Se ven avances.
- ¿Qué buscan las Farc?
Creo que asegurar al máximo el proceso. Como decía Pizarro (Carlos Pizarro Leongómez, líder del M-19): los procesos de paz tienen un salto al vacío, unas incertidumbres. Ese tránsito de la guerra a la paz no es fácil, son muchos años de estar en la guerra, y tomar decisiones es tal vez el punto más álgido.
- ¿No ve un acuerdo tan cercano con el Eln, cuál es la diferencia entre estos dos grupos guerrilleros?
Que las Farc ya llevan cuatro años o más sentadas en la mesa.
- Pero sus negocios continúan.
Sí, pero hay un proceso andando. Tenemos que dejar de ver siempre lo que no hay, sino lo que se va logrando. No se han parado de la mesa y eso es importante. El Eln está en ese proceso, pero con las dificultades propias. Más que juzgar habría que comprender por qué se dan esas cosas y por ese lado buscar las salidas.
En construcción
- ¿En 1991 se firmó la Constituyente como salida a la guerra iniciada por el M-19 en el país, se podría comparar con lo que se vive actualmente con las Farc?
Es un contexto distinto. 25 años después el país ha cambiado en muchos sentidos. La guerra se profundizó y se degradó muchísimo. Hoy es mucho más complejo salirse de la guerra. En 1990, cuando Pizarro plantea eso, fue su gran intuición. Hoy hay Corte Penal Internacional, hay fuerzas que están en contra de la paz, el ambiente es completamente distinto, está más polarizado. Podemos comparar cosas, pero hay que ver cada cosa en su momento.
- ¿Usted participó de esa guerra hace 25 años, se arrepiente?
No, porque en la época en que abrazamos esa lucha la consideramos legítima. Uno después no puede decir: me arrepiento de todo lo que hice. Fue un camino que se agotó.
- Pero se le hizo daño al país.
Abrió también puertas.
- ¿Cuáles?
El diálogo y la paz. En el país se empezó a hablar de paz por el M-19.
- Desde la Constituyente, han pasado 25 años y no hemos logrado la paz.
No, pero la vamos construyendo. No se consigue, se construye, se van dando pasos hacia ella. Hay que dejar de ver la paz como algo absoluto y total. Paz absoluta no existe, ni siquiera en Europa, mire lo que está pasando. Hay que verla como un proceso. Esperar que se firme con las Farc y mañana aparecen otros. Así va a ser. Hay que entender la paz como algo imperfecto. Mientras no lo veamos así, estaremos siempre frustrados.
- ¿Considera que podrían surgir nuevos grupos guerrilleros?
No, no me pregunte de eso. Quiero ponerle mirada a la paz. Ustedes siempre miran lo que no hay, y ese es el tema de los medios, por qué no miran que va a haber algo de paz.
Reconciliación
- Se les critica por todo lo que sucedió en el Palacio de Justicia, hace 30 años, y que ahora hablen de paz.
No voy a hablar de eso. Estamos aquí para hablar de paz, por favor. Demos el paso hacia adelante.
- ¿Considera que lograron una verdadera participación política?
Se logró la Constituyente, que cambió el país. No fue solamente el M-19, el propio Estado estaba buscando transformaciones políticas. Hoy es otro cuento. Llamo siempre es a que dejemos de pensar que vamos a lograr la paz, la paz no existe; la paz en el cielo, de pronto, de resto es una construcción muy difícil, pero la guerra es mucho más dolorosa.
- ¿Si las Farc y el Eln llegan a tener participación política, considera que el ciudadano votaría por ellos?
Se trata de que dejen las armas y hagan política sin ellas. Son una opción. Los ciudadanos pueden o no votar por ellos. Es el riesgo que también ellos corren, porque hay que dejarse contar. Cuando el M-19 dejó las armas lo hizo.
- ¿Se piensa la paz como posibilidad de que haya perdón y olvido, puede darse en este proceso?
El perdón no se puede forzar, yo puedo pedir perdón, pero que me perdonen quién sabe. Y por eso la paz es tan difícil. Y el olvido, no. Si uno olvida no aprende. Habrá cosas que uno quiere olvidar en la vida, pero otras que no, y además la memoria tiene que servir para que las cosas no se repitan y que demos un paso adelante. Lo que sí creo es que hay que lograr la reconciliación, es uno de los retos mayores de esto, pero de la sociedad también. Por eso no hablo de la paz sino de las paces, porque tiene muchas formas de acción.
- ¿Ciudadanos desconfían de que haya paz con las Farc, porque unas veces dicen que sí y luego retroceden con hechos violentos contra el país, cree que sí se alcanzará?
La confianza es un reto. Tampoco se trata de aplaudirlo todo, pero creo que ahí van. Lo que pasa es que está siendo tremendamente difícil hacer ese tránsito. Son no sé cuantos años de estar metidos en la guerra, y la paz es una aventura. Es un salto al vacío, pero hay que hacerlo, no podemos seguir en guerra.
- ¿Les ha faltado audacia y desprendimiento a las Farc, como lo tuvo el M-19?
Es que somos distintos: en la concepción política y económica, en su historia; ahí debe haber de todo, son un poder. Y esa es la complejidad de este proceso.
En diálogo con periodistas dijo
* “Que hoy estén sentados en La Habana también es producto de un país que dice: no más guerra”.
* “La pedagogía de paz, a veces, se reduce a explicar La Habana, pero es que todos los colombianos nos repensemos y nos miremos”.
* “La paz territorial es la manera de aterrizar la paz. La cosa es cómo garantizar que efectivamente la sociedad participe. Mucha gente es ajena al proceso”.
* “La paz es más revolucionaria que la guerra, porque la guerra ya la conocemos, la paz es toda una posibilidad de transformación estructural y cultural. Lo que ha cambiado la historia de la humanidad son las revoluciones culturales”.
* “Meterse en una guerra es fácil, pero después para salir es bastante complejo. La dificultad es como salirse dignamente, cómo lograr cosas porque son décadas de lucha”.
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