MARTHA LUCÍA GÓMEZ
LA PATRIA | MANIZALES
El representante a la Cámara por Caldas de Cambio Radical, Erwin Arias, promovió la ponencia con la que se hundió el acto legislativo que buscaba legalizar la marihuana en Colombia para uso recreativo.
El proyecto era del Partido Liberal, en cabeza de los representantes Juan Carlos Lozada, de Bogotá, y Juan Fernando Reyes, del Valle del Cauca, dirigido a modificar el Artículo 49 de la Constitución.
“Pretendían, vía reforma, legalizar la marihuana recreativa, incluso dicho Artículo habla de la obligación que tiene el Estado de garantizar el derecho a la salud. Vengo en una lucha contra el microtráfico. Fui autor de la Ley 2000 del 2019 que regula el porte, el consumo y la distribución hasta de la dosis mínima en escenarios deportivos, entornos de colegios y de parques infantiles, porque necesitamos es alejar las drogas de niños, adolescentes y jóvenes presa de microtraficantes”.
No obstante, hay posiciones que lamentan que la iniciativa se haya hundido. César Moreno, profesor del Departamento de Sociología y Antropología en la Universidad de Caldas y exdirector del programa de Cultura y Droga y profesor de la maestría en este tema, considera que propuestas como esta son progresistas, pero que todavía en espacios como el Congreso, por los intereses políticos, son difíciles de ser aprobadas.
Contradicción
El representante Arias defiende su posición. Expresa que si se elimina la percepción de riesgo, legalizando el consumo de la marihuana, no se va a poder controlar y evitar que menores de edad accedan a ella.
Sobre la tesis de que el prohibicionismo genera mayor consumo, Arias asegura que es falso. “Está demostrado y tenemos el caso de Uruguay, que hace siete años legalizó las drogas y lo que hubo fue un disparo en el consumo y más bandas criminales”.
Moreno, por su parte, asegura que hay buenas experiencias internacionales con la legalización de sustancias, como Portugal. “Lo de Uruguay no estoy tan seguro de la información del representante”.
Según Moreno, con una política de regulación del Estado, un monopolio sobre el mercado y quitar a niños y jóvenes de las redes del microtráfico, se podría tener un mejor control sobre el uso de sustancias y el consumo en la población, de manera ordenada, en espacios previamente establecidos y vigilados.
“Pero a veces hay temor o prejuicio. Lo cierto es que la marihuana es una sustancia de las más consumidas, y es una realidad. Las políticas de represión tampoco han dado resultados. Por el contrario, la gente sigue teniendo acceso y muchas veces consumiendo sustancias de mala calidad que afectan de manera muy fuerte la salud; sin querer decir que el consumo ya de por sí no tenga un efecto sobre la salud, pero podría tenerse mayor control sobre el uso”.
El problema, agrega Moreno, es que se vive una contradicción en Colombia, donde la dosis mínima es permitida; es decir, una persona puede portar hasta 20 gramos de marihuana en el bolsillo, pero por el otro lado es sancionado el consumo.
Mata y genera adicción
El representante Arias también es partidario de la regularización, y afirma que es lo que busca la Ley 2000 del 2019. “Con la sentencia 221 de 1994 se despenalizó el porte de la dosis mínima, por esto se debe es regularizar el consumo y no simplemente legalizar y abrir la puerta a otras drogas. No buscamos criminalizar a los adictos, ni meterlos a la cárcel; tenemos es que garantizar que el sistema de salud colombiano, que las EPS incluyan en el Plan Obligatorio de Salud (POS), la atención integral a estas personas para ayudarlas a salir de la droga”.
Arias sostiene que el mensaje para los promotores de la iniciativa es que la tramiten vía ley ordinaria, y si se quiere seguir regulando, entonces hablar de espacios o salas especiales de consumo en atención a los adictos, pero viéndolo como problema de salud pública y no como una libertad individual.
“La droga mata y está demostrado que genera adicción y problemas de salud. Colombia no está preparada para legalizar la marihuana, primero tenemos que crear la política pública de prevención, promoción y de atención integral al uso de las drogas. No podemos caer en el mismo error del tabaco y el alcohol, que primero se legalizó para luego hacer campañas de su nocividad para la salud y expedir medidas para reducir su consumo. No podemos decir que porque se permite el alcohol y el tabaco entonces que permitamos también la marihuana, ese sería el camino incorrecto”, asegura Arias.
El proyecto de legalización de la marihuana para uso recreativo se hundió con 102 votos a favor del archivo y 52 en contra. Había pasado en Comisión Primera de Cámara, pero el martes en la noche lo hundió la plenaria. Los autores podrán volver a intentar presentar el proyecto, pero una vez pasen seis meses.
Erwin Arias, representante a la Cámara por Cambio Radical, cita que Caldas, y en especial Manizales es la ciudad con la tasa más alta de consumo de marihuana en edad escolar (de 12 a 17 años), según estudios nacionales.
El profesor César Moreno lo reconoce y explica que hay estadísticas en Colombia, desde más o menos el 2012, que muestran que entre la población escolar de Caldas hay altos índices de consumo de marihuana y de otras sustancias ilegales como el bazuco, pero también de otras legales como alcohol y el cigarillo. “Este es un problema estructural que se debe analizar. Por qué en Caldas hay una incidencia mayor comparada con otras partes del país, pero el problema es nacional. De América Latina, Colombia registra un alto consumo de sustancias, legales e ilegales”.
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