Luis Francisco Arias
LA PATRIA | Manizales
Álvaro Leyva Durán se ha caracterizado por llevar siempre la bandera de la paz, pese a la permanente frustración de no alcanzar un proceso definitivo que conduzca a una verdadera pacificación de Colombia.
El dirigente político estuvo en Manizales, donde acompañó la presentación del libro "De la paz silenciosa a la voz silenciada, de Galán a Leyva", en el que relata episodios de esa búsqueda permanente del fin del conflicto armado.
Acerca de su papel durante varias décadas en el país, expresó: "He sido un abanderado de los procesos de paz sin pertenecer a las partes. En el de La Habana me colé, por decirlo así, y me tocó controvertir mucho, porque se tenía la tesis de que la justicia transicional la manejara el gobierno, y eso implicaba que el Estado fuera juez y parte".
En conversación con LA PATRIA, Leyva contó que el llamado Ejército de Liberación Nacional, Eln, solo espera saber quién será el nuevo presidente de Colombia para plantear nuevos diálogos. "El Eln está listo para volver a la mesa, y ellos van a aportar mucho a la paz", expresó Leyva.
Posibilidades de paz
Son varios los intentos que se ha hecho para buscar la desmovilización de los elenos, pero las características federales de sus frentes y su dogmatismo han actuado como barreras para poder avanzar. Sin embargo, Leyva está seguro de que esta vez se podrá avanzar. "Los miembros del Eln van a seguir enriqueciendo eso, son adversarios alzados en armas, que van a terminar aportando a una solución mayor. Es con ellos que se pueden reparar ciertas situaciones que quedaron pendientes en materia de JEP, y van a permitir que los paramilitares puedan relatar la verdad".
De acuerdo con Leyva, en el país no se ha podido avanzar mucho más rápido en la paz, debido a los políticos. "Tenemos una clase dirigente bastante cegatona, amarrada a una conducta política tradicional de jefes y huestes amarradas, y con el narcotráfico se volvió peor".
Precisamente, en ese punto se refirió al llamado Clan del Golfo, del que dijo que al final del gobierno Juan Manuel Santos estuvo a muy poco de un sometimiento a la justicia. Frente a las características actuales de ese grupo reconoció su fortaleza. "Hace poco los vimos apoderados de muchas regiones, en las cuales el Estado no está apoderado, incluso el Estado se retiró, algo absurdo, dicen que con la intención de confundir esos hechos con Petro”.
La necesidad de verdad
Álvaro Leyva está convencido de que la desmovilización de las Farc fue un gran paso. "Al final se logró una cosa enorme, con mucha gente de por medio, y hay unos capítulos que están vigentes así no los haya querido desarrollar este gobierno, como es la tierra campesina, la participación de la mujer en la riqueza de las zonas rurales... de todos modos se creó una cultura que antes no existía, y estoy seguro que va a terminar en algo feliz".
Destacó que lo más importante es haber avanzado en el componente de verdad. Afirmó: “La verdad es hoy uno de los derechos más importantes del mundo, en la categoría de lo que llaman derechos "Ius Cogens", que no se requiere que sean normatizados en una Constitución, y eso hace parte del susto que se tiene, porque de golpe se ponen en evidencia cosas que han sucedido, pero para vencer la cultura de la violencia y de la confrontación es necesaria la verdad”.
Consideró que el narcotráfico debe ser enfrentado de una manera diferente a como se ha hecho hasta ahora. "Se necesita llegar a unos acuerdos que impliquen que los países, como con el Tratado de Kioto para controlar el CO2, se comience a controlar por cuotas el consumo local, porque es el consumo el que hace que exista el narcotráfico".
Finalmente aseguró que lo que quieren los colombianos es poder vivir tranquilos con sus hijos y nietos, tener movilidad social y salud, y estudiar... la felicidad en el fondo. “Yo creo que los grandes días están por venir".
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