MARTHA LUCÍA GÓMEZ

LA PATRIA | MANIZALES

“¿Me escuchan?”, preguntó el concejal Andrés Sierra, presidente del Concejo de Manizales. “No, muy pasito”, le respondieron otros colegas en medio de una transmisión por Facebook live el jueves. “Les solicito excusas a todos, estos son los gajes de la virtualidad”.

Este y otros tropiezos han tenido que superar buena parte de los concejales en Caldas debido a que la covid-19 los obligó a usar plataformas virtuales para sesionar, que algunos ni siquiera conocían.

El primer periodo de sesiones en febrero lo cumplieron en sus recintos, sin problema; pero a partir de mayo la pandemia ya había llegado a Caldas y la mayoría tuvo que cambiar sus métodos de reunión.

Buscando señal

El secretario general del Concejo de Villamaría, Juan Manuel Morales, cuenta que acudieron a las sesiones virtuales al no poderse reunir en un mismo sitio más de 10 personas, y son 13 concejales.

“Al principio fue complejo, pero fuimos superando obstáculos y por esta vía se han aprobado ya 11 proyectos de acuerdo, como la autorización al alcalde para comprometer vigencias futuras. Primero lo hacíamos con celulares, pero no se veía bien”.

El presidente del Concejo de Villamaría, Jorge Eliécer Hurtado, vive en la vereda La Batea, a una hora y media de la cabecera, donde el internet tiene interferencias. “No teníamos la experiencia de trabajar con este sistema. Me ha tocado hacer sesiones moviéndome por toda la finca, tratando de buscar una buena señal. Ya hemos hecho algunas sesiones presenciales, tomando todas las precauciones”.

Dificultades

La concejala Dora Yohana Hurtado, presidente del Concejo de Riosucio, reconoce que han tenido muchas dificultades porque no todos los 15 concejales acceden a internet, en especial los de veredas y resguardos indígenas. Con algunos les tocó sesionar de manera presencial.

“Por fortuna el recinto queda en el tercer piso del Palacio Municipal, donde hay muchos protocolos de bioseguridad. Los que han participado virtualmente han tenido que buscar sitios donde no se les caiga la señal, que sus familiares les presten los celulares o les compartan datos. Han habido momentos en que toca volver a repetir las cosas o mandarles los audios, porque no escuchan bien”.

Ya han probado con dos plataformas digitales, y para las próximas sesiones de noviembre seguirán con el sistema mixto, respetando a quien quiera participar virtualmente.

Otro concejal de Riosucio, Hernando Valencia, que vive en la vereda Pueblo Viejo, cuenta que a través de este sistema tuvieron que aprobar el Plan de Desarrollo Municipal, y prefiere las sesiones presenciales, pues al recinto solo ingresan los concejales.

No se han dejado de ver

Luis Alberto Franco, presidente del Concejo de Pensilvania, explica que son 13 concejales y que el recinto permite mantener la distancia de un metro y medio entre cada curul; además de que cumplen los protocolos de bioseguridad. De los 13 corporados, 6 viven en zona rural y por eso las sesiones virtuales no serían recomendadas. “Son sitios donde hay serias dificultades en la conexión, como los corregimientos de Arboleda, San Daniel y Pueblo Nuevo; además la vereda La Esperanza. Nos falta el periodo de noviembre, en el que solo tendremos 12 sesiones”.

El concejal Bernardo Montes, del Concejo de San José, también dice que todo este año la mayoría de los 9 concejales han sesionado en el recinto, porque es amplio. “He estado en contra de la virtualidad porque se presta para muchas cosas; no se pone atención a las opiniones, pasa lo del Senado y Cámara, que son entretenidos en otras cosas”.