¡ Es una película brutal !
Brutalmente aterradora, brutalmente realista, brutalmente buena. La vi hace tres días y sin duda supe que tenía que escribir sobre ella. La acabo de terminar por segunda vez para tener más información y detalles, y confirmo su magistral factura, en cada imagen, en cada diálogo, en cada metáfora.
La estudiante de astronomía Kate Dibiasky descubre un cometa, el cual fue llamado ‘Cometa Dibiasky’. Este descubrimiento es una buena noticia para la comunidad científica de astrónomos. Pero hay un gigantesco pero, su profesor y mentor Randall Mindy hace otro descubrimiento, aterrador y apocalíptico: el cometa, de 10 kilómetros de diámetro, va directo hacia la tierra y de impactar destruirá todo vestigio de vida en el planeta. Sería el fin de la humanidad. ¿Ciencia ficción? Para nada, esta es una posibilidad real, la película tiene un sentido literal. Pero su gran valor es su sentido figurado, la metáfora. La más obvia y de bulto es el desastre climático que estamos viviendo y todo su potencial de daño. Por su parte, el Covid lo podemos interpretar como una advertencia de un evento megadestructor.
La presidenta de Estados Unidos, ignorante, banal y cómica, al enterarse de esta amenaza de destrucción planetaria, antepone su ‘agenda política’ y personal y el tema entra a su despacho como uno más de los asuntos que debe resolver. En la Casa Blanca primero hay que celebrar el cumpleaños de una burócrata que atender a los científicos que han hecho este colosal descubrimiento. Cuando el tema llega a los medios se trivializa en medio de la estupidez general, tanto de periodistas como del público, y tiene más ‘audiencia’ si una cantante veinteañera rompe con su novio.
Quedan 6 meses para que desaparezca la vida del planeta, pero una vida cotidiana plagada de estupidez, imbecilidad, superficialidad, banalidad, egoísmo, falsedad y una larga cola de malformaciones humanas sigue su rumbo y dicta lo que se debe hacer por gobiernos, instituciones, sociedades, empresas, consumidores y ciudadanos.
En cierto momento de la película parece posible que el mismo gobierno norteamericano tenga las herramientas tecnológicas para atacar al cometa y desviar su curso logrando que no impacte la Tierra. Pero surge un personaje lunático, un rey midas de la tecnología con una narrativa candorosamente perfecta del futuro de la humanidad a partir de sus innovaciones y que tiene todo resuelto; este glorioso ‘emprendedor’, catalogado como el tercer hombre más rico en toda la historia de la humanidad, Peter Isherwell, donante ´platino’ de la campaña de la presidenta, persuade a esta de no prescindir del asteroide asesino, pues contiene cantidades infinitas de materiales de gran valor, como las tierras raras de hoy, con base en los cuales Estados Unidos podrá resolver todos los problemas humanos y crear la felicidad perpetua. El personaje es brutalmente cómico y siniestro al mismo tiempo y nos muestra esa cara no tan amable de los reyes contemporáneos de la tecnología, a su vez voraces megalómanos que compiten para ver quién es el más rico sobre el planeta.
Lo más impresionante de Don’t look up (no mires arriba) es su portentosa capacidad para mostrarnos en cada imagen, en cada diálogo, en cada argumento expuesto, el mundo esquizofrénico que hemos construido, la pavorosa miopía que raya en la ceguera, el egoísmo desquiciado y la pérdida de un sentido auténtico de la vida. La superficialidad en que vivimos, que tiene pretensiones de profundidad y seriedad, nos está matando.
No solo es el desastre climático en curso, es toda la vida política, social, comunitaria, familiar y personal lo que requiere un cambio profundo, de lo contrario el asteroide de nuestra propia estupidez nos matará más temprano que tarde. Estamos a tiempo, pero el tiempo se está acabando.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015