A medida que se acerca la elección presidencial, las coaliciones y las encuestas toman más relevancia. A cinco meses de la primera vuelta las coaliciones perfilan ya tres fuerzas fundamentales en competencia. En cuanto a las encuestas, siguen marcando una misma tendencia y unos mismos favoritos por un lado, pero también aparecen nuevos actores que empiezan a entrar en ebullición con la posibilidad de alterar las tendencias actuales.

El surgimiento de tres fuerzas definidas y claras en la política colombiana es un avance significativo e importante. Una fuerza ocupa el espectro de derecha, otra el de centro y la última el de la izquierda. La orientación en política se puede representar en una línea continua en la cual, dependiendo de las posturas sobre la sociedad, la economía y el Estado, se ubican en un punto específico los actores políticos y los electores. La gran cantidad de temas y problemas que hacen presencia en la vida social y política se manifiestan en una cantidad amplia de posturas y matices. De ahí que también se hable de centro derecha y centro izquierda, y de pequeñas desviaciones a un lado o al otro de las clasificaciones básicas. Incluso, en test que existen para ver la orientación política de una persona, disponibles en internet y con alto grado de asertividad, algunos se presentan en un plano cartesiano que contempla una inmensa cantidad de posibilidades.

Entonces, la claridad de las tendencias representa un avance en la madurez de nuestra democracia, así todavía padezcamos mil horrores en corrupción y clientelismo. Es evidente que las coaliciones presentes en la actual campaña obedecen a identidades y preferencias claras en torno a los principales asuntos que debemos resolver como sociedad. En resumen, las coaliciones son una buena noticia.

Y justo esta semana en Alemania, una democracia avanzada, empieza a gobernar una coalición que incluye al partido Socialdemócrata, al Liberal y al Verde. Podríamos decir que partiendo del centro tienen desviaciones a la derecha por parte del liberal y a la izquierda por parte de socialdemócratas y verdes. Estos tres partidos lograron un acuerdo que permitirá tener un gobierno que integre intereses fundamentales de estas tres fuerzas. Ahora bien, sabemos que en nuestras coaliciones intervienen también otras razones diferentes a las del Estado. Todavía cargamos con el lastre de la repartición del gobierno como si fuera una presa de caza que hay que desmembrar entre los cazadores.

Las encuestas por su parte nos muestran desde hace un tiempo el liderazgo que viene ejerciendo Gustavo Petro y parece no quedar duda de que estará en segunda vuelta; incluso el candidato afirma que su meta en este momento es ganar en primera vuelta. Justo por estos días Petro deja ver como se desborda su ambición por el poder: hace arreglos con el pastor cristiano Alfredo Saade, quien contraría valores fundamentales de lo que representa la coalición Pacto Histórico, y con Luis Pérez, figura oscura de la política antioqueña, con serios cuestionamientos de cercanía con los paramilitares y la mafia, y con dudas más que justificadas de actos de corrupción.

Sergio Fajardo consistentemente aparece como el segundo en las encuestas y todo apunta a que será el candidato de la Coalición Centro Esperanza. Eso sí, tendrá que revigorizar su campaña para conservar el segundo puesto. De pasar a segunda vuelta tiene muchas posibilidades de ganarle a Petro. Sigo creyendo que un gobierno del centro político es lo mejor para Colombia en este momento.

La derecha presenta un panorama novedoso pues su centro de gravedad se ha movido un poco al centro y el candidato del uribismo, Oscar Iván Zuluaga, es apenas uno más de los varios precandidatos. No sería sorpresa que Fico Gutiérrez o Alex Char ganen la consulta de este sector. Si llegan a segunda vuelta no la tienen nada fácil para ganarle a Petro.

Por último, y hasta ahora como un llanero solitario, está Rodolfo Hernández, nuevo actor en la política, lo que llaman un ‘outsider’. Es un populista muy parecido a Trump, hasta en el color de su pelo teñido. Demagogo de talante autoritario. De fórmulas simplistas para todo, aunque dice algunas cosas interesantes. Si estuviera en el margen de error sería el Goyeneche de esta campaña. El problema es que en algunas encuestas va de tercero. Es un peligro que crece.