Hace mucho tiempo le escuchaba a mi mamá referirse a una comida o situación desagradable como un “caldo de puchos”. Me imaginaba literalmente una sopa hecha con colillas de cigarrillo y su sabor insoportable al tomar una cucharada. Hace  pocos días, mientras veía un noticiero de televisión, la expresión se presentó espontáneamente en mi mente y no pude pensar algo diferente a que somos un caldo de puchos. Para ilustrar esta expresión y su vigencia presentaré solo tres ejemplos entre las decenas de situaciones que producimos como sociedad todos los días.
1     Benito Osorio fue un colaborador de los paramilitares que en este momento comparece ante la JEP con el objetivo de revelar la verdad de los hechos de los que fue protagonista durante el reinado de esas fuerzas criminales en Córdoba y Urabá. Hace un par de semanas salió a la luz pública una declaración de Osorio en la que afirma que José Félix Lafaurie, actual presidente de la Federación Nacional de Ganaderos – Fedegán, participó activamente en el proceso de despojo de tierras en la región de Tulapas en Urabá. Lafaurie también actuó como agente del gobierno Uribe en 2005 ante Salvatore Mancuso para que los paramilitares, en ese momento en medio de un proceso de dejación de armas, intercedieran con los políticos que manejaban y con dinero  ante la Corte Suprema de Justicia para que Mario Iguarán fuera elegido Fiscal General de la Nación, pues este sería  benigno con los paras durante la implementación de la ley de Justicia y Paz, a través de la cual se juzgarían sus delitos. Curiosamente Lafaurie ocupó un cargo extraño para su perfil y sus ambiciones políticas, pues hasta presidente ha querido ser: en el 2002 fue nombrado superintendente de Notariado y Registro. Resulta que este discreto  puesto quedaba como anillo al dedo a todo la operación criminal de sacar a sangre y fuego a humildes campesinos de sus propiedades y luego entre papeles borrar el rastro del delito y pasar la propiedad a nuevos terratenientes paramilitares y asociados. Pepe Lafaurie ha sido un refinado opinador político, cercano a los medios, a gobiernos y empresarios. Ahora ha quedado develada su doble vida, las pruebas son bastantes. Por mucho tiempo se sospechó sobre sus relaciones con los paramilitares, ahora no queda duda. Pero seguirá figurando como empresario ganadero y representante nacional del gremio. Fedegán queda muy mal parado y ¿qué pasa en el Consejo Gremial Nacional con este tema?
 2     La efervescencia electoral de estos días revela una situación asqueante: pululan los herederos de parapolíticos y corruptos en las listas al Congreso. Si una sentencia judicial o un desprestigio social enorme impide a un político delincuente aspirar al Congreso no hay problema, tiene su heredero.  El parapolítico Julio Manzur hará reelegir a su hijo Walith en la Cámara; Miguel el ‘Ñoño’ Elías llevará a su hermano Julio Vidal al Senado y Musa Besaile hará lo mismo con su hermano Moisés; El malandrín Eduardo Pulgar patrocina a su cuñada Claudia Pérez; Habib Mereg apadrina a su hermano Sammy; Edwin Ballesteros, inmerso en una prosaica trama de corrupción en Santander, será reemplazado en la Cámara por su esposa Jhohana González. Como estos, hay decenas más de ejemplos. ¿Qué dicen los partidos? Hablan con su silencio cínico. Conservadores, liberales, la U, Cambio Radical, Centro Democrático, y en últimas casi todos los partidos, son cómplices.
 3     En cuanto a nuestro futuro presidente, a hoy, la segunda vuelta sería entre dos megalómanos. Uno es Petro quien tiene ínfulas de emperador, y si bien quiere mandar señales de que habrá estabilidad con él, cada que suelta una propuesta tiembla medio país. De llevarse a la práctica muchas de sus ideas sería como un tsunami que revolcaría de mala manera la economía y provocaría daños incalculables. Parte de la tragedia económica de Cuba se debe a las ‘luminosas’ ideas de Fidel, quien todo lo sabía y lo podía. Un solo ejemplo: acabó con el hato ganadero de la isla en buena parte por importar ganados europeos que terminaron siendo un desastre. El otro es Rodolfo Hernández, el Ingeniero: un inculto empresario, grosero, violento y autoritario,  que todo lo resuelve hablando de la ‘ladronería’, los precios unitarios y el flujo de caja. Pero que calla acerca del proceso que le cursa en la Fiscalía por corrupción en el caso Vitalogig.
 Estas son solo tres cucharadas del tazón diario que el país produce de caldo de puchos. Pero sin duda, podemos cocinar sopas mejores, no estamos condenados.