Mario César Otálvaro


Mario César Otálvaro
@macotal
Insostenible la permanencia de Eduardo Lara como técnico de Once Caldas frente a los números, el fútbol, y los planteamientos, tras 4 fechas de liga, y la eliminación en Copa.
Muy rápido para tomar decisiones, pero urgente recomponer porque no se vislumbra un futuro que garantice mejoras inmediatas, ni motivos para pensar que pueda ser diferente.
La crisis del primer torneo se extendió al segundo sin justificaciones, dado que hubo tiempo, continuidad en la labor, y 11 ¡once! refuerzos que llegaron con aceptación del jefe de grupo.
4 puntos de 12, comparativamente el mismo rendimiento del semestre pasado cuando se hicieron 17 de 54, equivalen a un 30%, producido mediocre que raja cualquier proyecto. Lara, en la rueda de prensa luego de perder con América dijo que esto se revierte con trabajo. ¿Y entonces que se ha hecho hasta hora? pues los resultados son absolutamente negativos.
Antes señaló que no vino a robar, y que no pretende indemnizaciones, realidades que no vienen al caso porque la valoración se hace sobre la calidad de la gestión.
Una pena porque el profesor Lara es una institución por logros con las juveniles de Colombia, lo que infortunadamente le ha costado demostrar en la categoría profesional. 7 meses es demasiado sin cuajar un estilo de juego, ni potencializar sus unidades, dando a entender dificultades en la construcción de la obra, notándose falta de identidad.
Su autocrítica le debe indicar que está sin avales, que perdió la confianza del público, y que dar un paso al costado, más que una derrota, es un gesto de honestidad. Además los dueños, conscientes del esfuerzo que realizaron trayendo un plantel completo, no lo pueden tirar por la borda, sabiendo que el contenido da para más.
Que sean de la política del aguante, de respetar procesos, no los exonera de mirar el cómo y el funcionamiento, evaluando su funcionalidad sobre un crudo raciocinio.
Un vuelco les dará un nuevo aire, y margen para corregir, con un grupo que bien explotado tiene para ser competitivo.
Nada favorable para los dueños, ni para los aficionados, ver siempre a Once Caldas del puesto 10 hacia atrás, con una nómina que sin ser brillante, está a la par de muchas que pelean en la parte alta de la tabla.
Si la inversión en jugadores era simplemente por dar contentillo, con la mitad hubiese bastado, la cantidad indica afán por figurar, e interés para voltear la historia reciente.
O sea que, persistir en una idea que no reporta dividendos, e insistir en lo que calificaríamos como error, es ahondar la crisis de los últimos 3 años con un Once Caldas nulo.
Leonel Álvarez, con 2 títulos, seleccionador nacional y un pasado lustroso con la tricolor; Diego Corredor, quien no anduvo bien con Pasto su última temporada, joven, estudioso; o Herney Duque, el más capacitado de los de la tierra, son opciones a la mano.
O vuelvan por la escuela paisa, las grandes campañas fueron con entrenadores de esta región, Montoya, Álvarez, los Osorio - Gilberto y Juan Carlos- "Piscis" Restrepo.
Darle largas es acortar los plazos para una recuperación urgente. Mañana puede ser tarde.
Hasta la próxima...
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